Reseña del libro «El país de las mujeres» de Gioconda Belli

Gioconda, la autora, es originaria de Nicaragua. Gioconda me enseñó que otro mundo, liderado por mujeres, es posible

por Yuli Zuarth

Por Yuli Zuarth

Esta joya llegó a mí en forma de regalo de cumpleaños y siempre agradezco los detalles hacia mi persona, todos tienen un lugar muy especial en mi corazón.

Me lo regaló una amiga feminista que quiero y admiro mucho, ella ha apoyado a cientos de mujeres que deciden abortar ¡las feministas te agradecemos por la labor que haces, Mich!

Gioconda, la autora, es originaria de Nicaragua. Gioconda me enseñó que otro mundo, liderado por mujeres, es posible.

Me enseñó que ese argumento misógino de “México no está preparado para tener una mujer presidenta”, es una falacia.

Si eres feminista, amarás el libro.

Si aún no decides nombrarte feminista, pero te gusta la política, lo disfrutarás mucho.

Una nueva forma de hacer política, desde la visión feminista es posible y con el libro, verás sus ventajas.

Y si eres hombre y dices leer “El país de las mujeres” lo celebro, te dará una perspectiva para reforzar tu postura de aliado.

El libro nos recuerda que el empeño que le pongamos a una tarea, algún día terminará rindiendo frutos, si o si, tengamos calma.

Nos recuerda la importancia de tener líderes políticos cercanos y cercanas a las causas más sensibles, sin caer en el altruismo que solo alimenta su ego, sino por medio de políticas públicas y transformaciones que realmente impacten en la vida y bienestar de las personas.

Nos releva algo de lo que casi nunca hablamos pero es real: las y los ciudadanos tenemos la capacidad de percibir la energía de las y los políticos, ellas y ellos pueden llevar preparado un discurso muy sensible, pero si tienen intensiones hostiles, que dañan a otras personas, o si su lucha no es genuina, simplemente lo sabemos porque lo percibimos en su energía. Las ciudadanas tenemos ese poder, no nos olvidemos de usarlo.

Hay un ejercicio en el libro, que me remontó a mi niñez, pues me recordó que todos los objetos que me han acompañado desde pequeña, hablan y tienen historias. No les haré spoiler pero en verdad me encantó.

Bueno, les daré un adelanto: ¿no les pasa que cuando abrimos la cajita donde guardamos nuestros recuerdos de la secundaria, y leemos la carta que nos escribió nuestro primer novio, nos remontamos a sentir las mismas mariposas en el estómago y nervios que experimentamos esa primera vez? Bueno, algo así sentí con la anécdota.

Por otro lado, el libro aborda la importancia de equilibrar las labores de cuidado y del hogar, sin duda, visibiliza la urgencia que tenemos en Latinoamérica de un sólido Sistema de Cuidados.

También me recordó que nuestra feminidad no significa debilidad. Podemos pintarnos los labios de rojo y pasarnos una plancha en el pelo si de vez en cuando se nos antoja, sin que eso signifique que por ser mujeres, tenemos menos valor social. Lo que pasa, es que el sistema patriarcal se ha encargado de descalificar y dar menos valor a lo femenino.

La autora nos invita a no olvidar la importancia de la unión y sororidad que debe prevalecer entre todos los diversos feminismos, de todas partes del mundo, pues nuestras experiencias y decepciones nos fortalecen. Fomentemos más espacios de unión y reunión entre nosotras. Me comprometo a hacerlo.

La autora plantea un Sistema de Justicia Penal que consiste en exhibir a los violentadores, sobre todo en temas de violencia sexual, será muy interesante conocer tu opinión al respecto. También exhibe y analiza la forma en que muchas veces la prensa, con sus notas y comentarios misóginos, perpetúa la violencia contra las mujeres. Algo que es totalmente cierto.

Con «El país de las mujeres» me queda claro que nuestras ideas no tienen porque ser utopía, si nos organizamos, podemos lograr un mundo justo y feminista. Lo estamos logrando.

¿Qué tal si creamos un partido político feminista que quiebre todos los esquemas? Se preguntaron un grupo de amigas en el libro y ¿qué creen? lo lograron.

Porque la realidad es que aun hoy en día con todo el avance en los derechos político – electorales de las mujeres y en las oportunidades laborales, el techo de cristal muy pocas lo traspasan.

Hemos avanzado, pero todavía falta mucho. Necesitamos más mujeres con visión feminista en el poder, porque todavía, el mundo público y laboral está diseñado para los hombres y sus necesidades.

Por supuesto que en la historia se aborda el aborto, el cual es legal, tal como debería serlo (y será) en todo México. Y también abordan la propuesta de abolir los concursos de belleza, algo en lo que como les he contado, también estoy de acuerdo, porque perpetúan la violencia simbólica y la cosificación de las mujeres, pero eso es algo que abordaré en otra entrada de mi blog.

¿Saben? Grité de emoción cuando la autora nombra a Sor Juana y a Rosario Castellanos, dos de mis escritoras mexicanas favoritas. Por eso lo amé, tiene como referentes, a dos de mis escritoras favoritas. Definitivamente hice click con Gioconda y espero conocerla pronto y expresarle mi gratitud en persona por enseñarme que todo lo que una vez es aire en mi imaginación, algún día será una palpable realidad.

Y sé que también será así para ti, no perdamos la esperanza.

Tiene 307 páginas y un lenguaje muy claro y aterrizado, en suma, utiliza ejemplos accesibles para todas.

Por último, otro de sus referentes es “Un cuarto propio” de Virginia Woolf, por lo que que me dejó la espinita de leerlo de nuevo y por supuesto, compartirles la reseña. Así que espérenla muy pronto.

Muchas gracias por leer, como siempre.

Con amor,

Yuli Zuarth.

Frases favoritas

  • “Ella era romántica, pero de otra forma”

  • “Dios lo puso en mi camino”

  • “Mientras hay vida, hay esperanza”

  • “Ser curiosa, es estar viva”

  • “Qué gran atrevimiento fue. Pero qué hermoso atreverse. Por lo menos una vez en la vida cada mujer merece enloquecer de esa manera: apropiarse de una idea y salir cabalgando sobre ella lanza en ristre, confiada en que, cualquiera fuera el resultado, el esfuerzo valía la pena.”

  • “Le sorprendió darse cuenta de que era posible volver a enamorarse de la misma persona.”

  • “¿No piensas que las mujeres necesitamos esa experiencia? Los hombres la han tenido. Han dirigido solos el mundo de los negocios, de la política. Han probado de lo que son capaces por sí mismos. Nosotras siempre hemos estado a su sombra o a su lado. Nos merecemos hacer la prueba».

  • “Hace tiempo que lo personal es político en este mundo… y si la gente quiere llorar conmigo, yo no solo le pondré el hombro, sino que lloraré con ella… Es bueno llorar, en este país hace rato que tenemos pendiente una buena lloradera.”

  • “¿Sabes qué vamos a ganar? Confianza en nosotras mismas. Eso es lo que vamos a ganar. Esa es la batalla más ardua para nosotras las mujeres”

  • “Yo quiero que las mujeres se den cuenta de que son sabias, que pueden ser tan sabias en gobernar un país como lo son en gobernar su casa”.

 

Reseña también publicada en el Blog de Yuli Zuarth

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