Por R. Aideé Aguilar.
Todo el tiempo nos están diciendo y vendiendo la idea de la «media naranja», que básicamente nos dicen que eres una persona incompleta y, que por ello, debes de someterte a la búsqueda de tu faltante. Para empezar hay que tener en cuenta que el amor romántico «es el mito hegemónico de las relaciones sexo-afectivas heterosexuales». Esta idea está construida desde el capitalismo, en el ideal de la construcción de las relaciones burguesas, ligada al matrimonio, a la monogamia, a la heterosexualidad y a la sumisión de la mujer ante el hombre, tomando en cuenta que este asume una postura paternalista de poder, sometiendo a los miembros de la sociedad ante él.
Es importante darnos cuenta que esto obedece a una dialéctica de clase sociales capitalistas, donde se nos impone absolutamente todo, desde cuál es la mejor clase social, hasta cómo debes de ser. Generando y reforzando tanto ideas como actitudes violentas. Con ello se niegan la diversidad sexual, otras formas de ser, de amar o de relacionarte sexo-afectivamente. Obligarte a seguir un ideal de vida donde el matrimonio y tener hijos es la culminación de una relación de pareja, así como el deber ser de una mujer.
Con ello a las mujeres nos han enseñado que debemos de cumplir todo el ideal de lo que es ser mujer, dentro de esta esfera patriarcal. Nos dicen cómo debemos de ser las mujeres dentro una relación de pareja. La mujer debe de ser sumisa, frágil, hacer todo lo posible para conseguir un hombre que la proteja y provea económicamente. Debe de depender de esta «media naranja», sino va a estar sola e incompleta.
Una vez que consigue tener una pareja heterosexual, debe de hacer todo lo que le dicte el esposo; así es que haga todo el quehacer de la casa como cuidar de los hijos y, además de ello, cuidar de él, atenderlo.
Una cuestión marcada en el amor romántico son los celos. Dentro de esta construcción es que nos han enseñado a que los celos son algo positivo. La «justificación» de estos es que, «te celo porque te amo, si no te amara no tendría celos». Es peligroso porque con esta idea se nos enseña a pensar que nuestra pareja nos pertenece y no puede relacionarse con nadie más. Porque como eres su «media naranja», tú le completas ese 100% y, por ende, ya no necesita nada ni a nadie más que no seas tú.
Lo que ha generado violencia de género, estructural, históricamente. Las consecuencias son el control total de la vida de las mujeres, la negación de oportunidades, hasta los feminicidios.
Cómo deconstruirnos del amor romántico. Primero debemos de tener en cuenta el origen y las consecuencias de esta forma de pensar y de actuar. Las «medias naranjas» no existen. Cada persona estamos completas con una misma, nadie nos va a acompletar. Las personas con las que nos relacionamos son «acompañantes de vida», y tal vez no toda nuestra vida. Por supuesto que podemos aprender de ellas y viceversa, pero no vienen a fungir la acción del otro 50% de mi yo.
Entonces, cada persona tiene la libertad de buscar quien cubra sus necesidades, tal vez tu pareja no las cubre en su totalidad. Por ejemplo, en una relación tu pareja de aporta bienestar, amor, respeto, etc., pero no comparten la misma ideología política, entonces cada persona tiene el derecho de hablar, convivir con personas que compartan la misma ideología. Todo esto es fundamental hablarlo en pareja y llegar a acuerdos. Sin embargo, nos han enseñado a que esto no debe de ser así, porque se confunde y piensan que ya estás traicionando a la pareja. Las consecuencias de este ejemplo que, para algunas personas no les genera problema, incluso les hace sentido, para la mayoría de la población se vuelve un problema y grande.
Abordarlo desde la deconstrucción de los celos, es solo una parte de cómo podemos comenzar a cuestionarlo y cambiarlo. En realidad estamos en un camino largo por recorrer con respecto a estos y otros temas que nos afectan a toda la sociedad.
Foto de https://abcblogs.abc.es/gema-lendoiro/2014/12/11/vuelve-el-ama-de-casa?ref=https%3A%2F%2Fwww.google.com%2F
