Por Mariel Albarrán.
Esta mañana la primera Presidenta electa de los Estados Unidos Mexicanos, la doctora Claudia Sheinbaum Pardo, presentó ante los medios de comunicación a seis de los integrantes del próximo gabinete, solo dos mujeres, sin que ello signifique que son feministas.
La mayoría destacó por un perfil especializado, con posgrados en México y el extranjero, a muchas y muchos nos dio un poco de alivio ver que se decantó por profesionales, que si bien, algunos se han desempeñado en la administración pública, también han dejado huella en sus respectivas áreas de conocimiento. Hoy México necesita menos políticos y más especialistas para hecerle frente a los principales problemas que aquejan a nuestra sociedad.
Me parece que el único nombramiento que dejó un verdadero mal sabor de boca, fue el de Ernestina Godoy Ramos como Consejera Jurídica y es que será la abogada de México, quien siempre estuvo en el ojo del huracán, precisamente, por su actuar negligente al frente de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, motivo por el cual le negaron la ratificación en el Congreso de la Ciudad de México.
Sí, se trata de la misma servidora pública que dejó pendientes por cumplir algunas Recomendaciones de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México, por las múltiples violaciones a los derechos humanos y protección a pederastas, me refiero principalmente a la Recomendación 10/2022, que da cuenta de la corrupción al interior de la institución, la falta de perspectiva de género e infancia para investigar casos de violencia sexual infantil, donde agresores sexuales poderosos se saben protegidos por las autoridades, tal es el caso del «presunto» violador, el exmagistrado Manuel Horacio Cavazos López.
Sobran ejemplos, hace unos cuantos meses también quedó evidenciado que el feminicida serial de Iztacalco actuó con total impunidad, porque no hubo consecuencias para sus crímenes atroces, ni siquiera una investigación diligente, mucho menos la búsqueda exhaustiva de las víctimas.
Fue precisamente durante la gestión de Ernestina Godoy, que la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad se México, persiguio a activistas, a madres que denunciamos violencia sexual infantil o feminicidio, que intervinieron comunicaciones con fines políticos y maquillaron cifras para hacernos creer una disminución en delitos como el feminicidio, cuando sencillamente se negaron a abrir carpetas de investigación por ese crimen.
Tristemente, este nombramiento viene a confirmar que en México, las víctimas no importan y que la negligencia, corrupción e impunidad siempre serán premiadas.
Qué podemos esperar de una funcionaria que no sabe que tiene la obligación de proteger de manera oficiosa a niñas, niños o adolescentes; me encantaría que esta idea fuera producto de mi imaginación, pero no, en una reunión frente a la extitular de CONAVIM Fabiola Alanis y otros servidores públicos de la Fiscalía y Comisiones Nacional y local de Derechos Humanos, sostuvo no estar segura de ese mandato, lo cual es gravísimo en un país que ocupa los primeros lugares en abuso sexual infantil, de acuerdo a la OCDE.
Hoy más que nunca, señalaremos los errores y alzaremos la voz, una y otra vez, ante cualquier injusticia.
Queremos un México donde ninguna mujer o niña, sea lastimada, violada, acosada, gaseada, reprimida o asesinada; donde no tengamos que suplicar por justicia, donde los pederastas, feminicidas y otros agresores conozcan las consecuencias de su actos, porque autoridades valientes hicieron su trabajo. El reto es grande, pero hemos dado la batalla juntas y estamos listas para seguir construyendo.
Foto Captura de Pantalla desde video difundido en X
Mariel Albarrán es madre de dos niñas, en búsqueda de justicia.
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