Por fin ¡habrá una presidenta de la República! Será Xóchitl, Beatriz o Claudia, anuncian las dos aspirantes del Frente Opositor

Llegó la hora de romper el pacto patriarcal, el techo de cristal y erradicar la discriminación y la violencia contra las mujeres. El camino: una estrategia de prevención, no sólo policial, sostienen las punteras del bloque opositor en el Foro Un México para las Mujeres

por Sara Lovera López

Por Sara Lovera

LaCostillaRota/SemMéxico, Ciudad de México, 28 de agosto, 2023.- Xóchitl Gálvez Ruíz y Beatriz Paredes Rangel fijaron agenda para las mexicanas en 2024, lo hicieron la mañana  del 26 de agosto en Mérida, Yucatán, en el 6º y último foro del Frente Amplio por México. El tema: Un México para las Mujeres.

Reformar el poder de a deveras sin arreglos patriarcales, dijo la ex gobernadora de Tlaxcala, en tanto la ex comisionada de los pueblos indígenas convocó a todas y todos a romper el pacto patriarcal para abrir las puertas del palacio con uno de iguales.

Paredes Rangel advirtió que si las mujeres repiten modelos patriarcales “estamos jodidas” ahora que claramente las y los mexicanos tendrán una presidenta de la República -Beatriz, Xóchitl o Claudia-, ya que es   necesaria una mujer con corazón y valentía que no siga el dictado de un hombre insensible y autoritario, subrayó Gálvez Ruíz.

Sin promesas simples, ambas se comprometieron, de llegar al poder presidencial, a realizar acciones concretas, con una política que no refuncionalice la condición de las mujeres, sino que realmente se ponga en práctica una política que   erradique cualquier grado de discriminación, de modo que la persona, mujer, íntegra y multifacética, acceda a una agenda de género, puntualizó Paredes Rangel.

La tlaxcalteca, curtida por la política de años, se comprometió a asumir la agenda de equidad de género, y dijo que “es nuestra obligación” abatir la violencia contra las mujeres, desterrar la discriminación por sexo, la exclusión económica, y propiciar la libertad y la igualdad.

Y a la pregunta ciudadana de cuando cambiarán las cosas para las mujeres mexicanas, Paredes Rangel dijo “cuando gobierne una mujer con enfoque de género, cuando haya compromiso genuino con sus problemáticas, cuando respaldemos un fondo de garantías que respalden a las empresarias; cuando desarrollemos una estrategia de trabajo equitativo; y cuando respaldemos a las universitarias con pequeños créditos”. Eso podrá ir a un cambio cultural, el fondo del asunto.

También hablaron de cómo entre mujeres se puede avanzar. Paredes Rangel describió la cadena de solidaridad que existe entre las mujeres, lo que se había referido Gálvez Ruíz, cuando recordó a las ancestras.

Cada una a su estilo, fueron al fondo e hicieron críticas puntuales al oficialismo que desmanteló todos los avances, que, con claroscuros, las mujeres habían conseguido. Paredes Rangel tocó la raíz, se necesita, dijo, una estrategia de prevención y de educación, además de la seguridad policial; reformar el poder sin simulacros, donde incida la sociedad civil.

Hablaron de asuntos personales. Le gusta a la gente eso y es lo que publicaron los medios inmediatamente. Cuando ambas sustanciaron cómo se redujo el presupuesto destinado a la política de género y cómo faltó   voluntad política en estos años, desde la desaparición de las estancias infantiles, las escuelas de tiempo completo, la falta de apoyo a la pequeña empresa -donde están las mujeres- la reducción del 30 por ciento a las casas de mujeres campesinas, la desaparición de programas esenciales hasta el desdén a su educación superior, reduciendo las becas para acceder a doctorados.

Ambas coincidieron en que todo lo ganado por las mujeres se ha resquebrajado, tras una historia de avances que comenzó en Yucatán, con la celebración de dos primeros Congresos Feministas en 1916, hasta los logros legislativos, el reconocimiento a las trabajadoras del hogar, la igualdad jurídica, la creación parcelas en los ejidos sólo para mujeres o los anexos presupuestarios.

Emotiva Xóchitl Gálvez Ruíz, ofreció su última intervención a las miles de mujeres que “no están con nosotras”, a Mariana Lima Buendía, Abril Pérez Sagaón, a Ingrid Escamilla, a Debanhi Escobar, a Levy Berlín, a Susana Chávez, a las 10 asesinadas todos los días y a las 6 desaparecidas cotidianas; a las compas que marchan por reforma, a las morras en Sonora, porque dijo se resiste a aceptar que abuelas, madres e hijas, vivan con miedo. “Necesitamos volver a la seguridad “, dijo y agregó que es tiempo que el gobierno “deje sus discursos”, restringiendo los recursos públicos que debía asignar a todas y cada una de las mujeres, recursos limitados a los municipios y a los gobiernos.

Serena, puntual, política, Beatriz Paredes Rangel cerró con un examen de lo que significa el Frente Amplio y su propuesta. Dijo que no hay que confundirse, en ese frente se apuesta a la democratización, como ésta, la de la selección de quien debe representarlo en las elecciones.

Es la democratización lo que prendió, dio fuerza y entusiasmó a millones de personas, gente que tiene posibilidad de incidir. Afirmó que las cúpulas partidarias están cambiando, que hay que entender la naturaleza del frente, porque “estamos cambiando la historia”, y el fondo, es la reforma de cómo se hace policía en México.

Entonces dijo, en el marco del tema del foro, que si las mujeres van a reforzar la política  repitiendo el modelo patriarcal de los arreglos, “perdón estamos jodidas”, lo que “tenemos que lograr es una nueva manera de hacer política, para recuperar la confianza de la sociedad, reformar el poder de a deveras, sin fingir, -a eso le apostó- y es lo que necesita el país, un sistema político reformado, partidos políticos renovados “para que haya justicia, democracia y futuro en el México del Siglo XXI”. Para todos y todas.

Cómo será el gobierno de una de estas mujeres.

Paredes Rangel, al comienzo sintetizó exacta: Gabinete paritario, política transversal con enfoque de género, presupuestos específicos en todas las áreas, evolución del Inmujeres a un Ministerio o un consejo ministerial, valorando a la sociedad civil y a los grupos feministas, un Observatorio de la defensa de las mujeres, una fiscalía especializada de combate a la impunidad, una estructura nacional coordinada para armar una estrategia contra la violencia machista. Y algo que reiteró todo el tiempo, la urgente reforma a la seguridad social, para el trabajo de las mujeres y sus familias.

Será indispensable actuar. Dijeron las dos. Armar una estrategia de prevención, alumbrado en parques, el contorno de las escuelas, en las fábricas, identificación plena de todas las obreras, cuerpos policiales especializados, combate absoluto a la impunidad, y muy importante, desterrar la revictimización. Xóchilt describió un sueño: mujeres abogadas, psicólogas, ejército de acompañantes para todas las víctimas. Beatriz propuso simplificar todos los procedimientos judiciales, tras señalar que hay que asumir que la violencia contra las mujeres es un asunto de toda la sociedad. Prevenir y promover una cultura de paz en el hogar, sin olvidar la plena responsabilidad del gobierno.

Durante el foro se tocaron asuntos puntuales y preguntas precisas, de cómo hacer. Las dos mujeres punteras del bloque opositor se allegaron, cifras, circunstancias, escenarios de las mujeres del campo y la ciudad; lamentaron los desvíos, describieron cómo incorporar a todas las mujeres a una vida mejor. Reiteraron que los presupuestos son lo más indispensable, plantearon los límites de una política de dádivas, cuando lo urgente es una política de productividad. El trabajo bien remunerado para las mujeres puede hacer crecer el Producto Interno Bruto hasta en 26 por ciento.

Un bloque se dedicó al Sistema Nacional de Cuidados, el que podría liberar a las mujeres de un doble esfuerzo cotidiano que limita su desarrollo. Lamentaron que la reforma Constitucional, esté congelada en el Senado.

De la violencia machista, con palabras como se vive el horror, con un poema de Alejandro Merino, escrito sobre las asesinadas en Ciudad Juárez, dura y poética, Paredes Rangel habló de cómo se ha llenado de llagas dolorosas todo el país. Y es que, esa famosa frase de vivir con alegría es imposible si está enrojecida. Llena de sangre.

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