Mirada de Medusa | Por Gudelia Martínez Delgado
“Las mujeres trans son mujeres. Esto ya no puede estar a discusión ni a debate”, manifestó Arturo Zaldívar en el foro “Mujeres y justicia” realizado el 24 de enero de 2024 en la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca, en el marco de los “Diálogos por la Transformación” que promueve Claudia Sheinbaum, precandidata a la presidencia de la república.
¿Quién se cree el señor Saldívar para definir quiénes somos las mujeres? Y, ¿por qué su aseveración no puede estar a debate? ¿Su creencia es la única posible y por eso debe ser impuesta? ¡Ahora resulta que serán los hombres quienes definirán quiénes somos mujeres y, por si fuera poco, no nos permitirán discutirlo! La afirmación de este señor, además de misógina y anticientífica, es profundamente arrogante y fascistoide.
Pero su alteración de la realidad aún da para más, pues en su intervención también aseguró que “las mujeres trans son las mujeres más discriminadas, las que sufren más crímenes de odio”.
¿De dónde saca usted, señor Zaldívar, que los hombres que no se identifican como tales son “las mujeres más discriminadas”? Es claro que, haciendo uso de su privilegio masculino y cobijado por el potente pacto patriarcal, este señor se atreve a defender un delirio proveniente de sus congéneres, a decir mentiras sin titubear y, encima de todo, a soslayar el hecho, tan lacerante como objetivo, de que vivimos en un país donde, en promedio, diez mujeres son asesinadas diariamente, ¡por el hecho de ser mujeres!
Somos nosotras, más de la mitad de la población, quienes somos oprimidas por la otra mitad, con base en nuestro sexo y no en nuestra “identidad”. Somos nosotras las únicas que tenemos derecho nombrarnos mujeres, porque sólo las hembras adultas de la especie humana podemos serlo. Porque ser mujer es una realidad biológica y no un capricho masculino.
Como si tal atentado a nuestra inteligencia y a nuestro derecho a no dimitir a la realidad material del sexo no fuera suficiente, el señor Saldívar expuso este discurso inaudito en uno de los foros temáticos de los “Diálogos por la Transformación”, siendo que, el 03 de diciembre, durante el evento en el que los presentó, Claudia Sheinbaum dijo que “no se trata de que estemos de acuerdo en todo, no queremos pensamientos homogéneos, para eso es la democracia”.
Pues en nada ayuda a la democracia, ni al pluralismo, ni al derecho a la libertad de pensamiento y expresión, y mucho menos a las mujeres, lo expresado por el señor Arturo Zaldívar. ¡Ya basta de que personajes como este instrumentalicen la causa de las mujeres para saciar su afán de protagonismo y poder público!
Usted podrá creerlo y repetirlo hasta el infinito como dogma de fe; podrá usar todos los foros de los que disponga para reiterar su mantra hasta el cansancio, pero lo único cierto es que los hombres nunca serán mujeres, señor Zaldívar.