Afganistán y Aguascalientes. Empiezan con A y terminan con… los derechos civiles

Nos manifestamos porque es nuestro derecho, porque en las sociedades democráticas la protesta es una vía de participación ciudadana en donde se demuestran las inconformidades ante un gobierno que no está atendiendo las necesidades de un grupo importante de la población

por Sandra Verónica Rivera Ramírez

Por Verónica Rivera

El 15 de agosto se cumplió un año del regreso de los talibanes al poder en Afganistán y con ello, una serie de derechos y avances paulatinos que se habían logrado en los últimos 20 años, se esfumaron de la noche a la mañana. En general, la crisis económica y alimentaria que viven hoy por hoy en esa zona del continente asiático, la padece toda la población; sin embargo, como la historia no me deja mentir, las más afectadas han sido las mujeres y las niñas.

En este mismo espacio hablamos hace varias semanas sobre la crisis que vivieron las periodistas y comunicadoras en Kabul; pues además de la –prácticamente- desaparición de medios de comunicación no oficiales, las mujeres que aparecían frente a cámara fueron obligadas a utilizar el niqab en cualquier transmisión que realizaran. Igual de preocupante fue el mandato oficial respecto a la educación de niñas y adolescentes, negándoles el derecho a continuar con sus estudios apenas culminaran el sexto grado.

Al grito de <<Pan, educación y libertad>> un pequeño grupo de valientes y aguerridas mujeres, se dieron cita el pasado 13 de agosto frente al Ministerio de Educación en Kabul. Los objetivos eran claros: romper el silencio ante un régimen que busca invisibilizar  a las mujeres de la vida pública; manifestar las dignas inconformidades ante un gobierno que pretende desaparecer los derechos básicos de las mujeres y niñas.

Pero si usted, apreciable lectorx, cree que esto lleva a un final feliz, lamento ser yo la portadora de malas noticias. La manifestación antes descrita terminó en menos de 10 minutos, pues las fuerzas talibanes se encargaron de disuadir a las mujeres con disparos al aire;  incluso, uno de los soldados apuntó con el arma hacia las manifestantes. Cabe destacar que, según algunos medios de comunicación y testimonios de las activistas, varias mujeres fueron perseguidas, golpeadas y despojadas de pancartas, bolsos y teléfonos celulares.

No cabe duda que la vida las mujeres afganas se encuentra cada vez más vulneradas, pues de manera cobarde y escudados bajo las normas morales y espirituales del islam, los hombres talibanes, dueños del poder político,  no pretenden cumplir ni una de las promesas que hicieron al tomar mando y evidentemente, están esforzándose porretroceder en los derechos logrados.

En lo que tampoco hay duda, es que las mujeres ya no están dispuestas a callar y mucho menos, a someterse al yugo del que –por veinte años- lucharon para liberarse. Me queda claro que desde la clandestinidad, tendrán que seguir preparándose (como lo han hecho durante estos últimos meses), pues es probable que esta lucha les cueste la vida, y aunque no sería la primera vez en la historia en que los cambios sociales tengan que escribirse con sangre de mujeres valientes, son las protestas sociales las que han logrado cambiar el rumbo de la humanidad.

Ahora, nos trasladamos a latitudes mexicanas, pues tal parece que el gobierno Talibán no ha sido el único incómodo con las manifestaciones de mujeres. Resulta que el 16 de agosto, el H. Diputado Luis Enrique García López (hache por hidrocálido, no por honorable) presentó la  iniciativa nombrada <<Ley de Manifestaciones Públicas del Estado>> ante el Congreso de Aguascalientes, misma con la cual propone regular cualquier expresión pública que se pueda llevar a cabo en este territorio.

Y aunque nadie le avisó al Diputado que, de entrada, esa propuesta atenta directamente contra los derechos de la libertad de expresión y la libertad de reunión, expresados claramente en el 6to y 9no constitucionales, respectivamente; creo necesario describir en este espacio los falsos –y también inconstitucionales- argumentos de la ya mencionada iniciativa de Ley. *Este es un buen momento para que prepare su botana favorita, pues vienen buenos chistes*

La Ley de Manifestaciones Públicas del Estado de Aguascalientes pretende <<regular>> las protestas sociales con las siguientes medidas:

Se prohíbe el derecho de reunión, asociación y manifestación cuando se persiga un fin contrario a las <<buenas costumbres>>.
La autoridad competente puede disolver la manifestación cuando considere que se perturba el orden público y además, podrá rencauzar a las personas manifestantes a las zonas permitidas, haciéndose efectivas las sanciones previstas.
Es obligación de la ciudadanía notificar por escrito y con al menos 48 horas de anticipación sobre la realización de la manifestación, indicando lugar, recorrido, finalidad, número de participantes y demandas sociales que la motivan.
Horario permitido para manifestarse: de las 11 a las 18 horas.
Las personas manifestantes deberán identificarse con un brazalete o cualquier otro medio otorgado por la Secretaría de Seguridad Pública a fin de supervisar de mejor forma su comportamiento y el desarrollo de la marcha.
Se implementarán de cursos para la realización de manifestaciones.
Se prohíbe realizar manifestaciones en vialidades de un solo carril.
Quedará prohibida la iconoclasia.

Juzguen ustedes, pues desde mi perspectiva, solo puedo calificar como absurdas estas normas. Dudo mucho que estos puntos sean dirigidos a los aficionados de un equipo que, cuando resultanvictoriosos, se reúnen en las plazas principales a celebrar el triunfo.

Sucede que yo pienso mal y creo que estas puntualizaciones hacen referencia casi directa a las últimas protestas del 8M, en donde la policía estatal y municipal, con un evidente y desmedido uso de la fuerza pública, reprimieron la manifestación, causando graves daños físicos, económicos y psicológicos a un grupo de compañeras, que inclusotuvieron que pasar horas en los separos y por si eso fuera poco, también se les arrebataron sus pertenencias e incluso se les abrieron carpetas de investigación.

Finalmente, no me queda más que recordar en este espacio que ha sido gracias a las protestas sociales que los grandes cambios en la humanidad se han alcanzado. Nos manifestamos porque es nuestro derecho, porque en las sociedades democráticas la protesta es una vía de participación ciudadana en donde se demuestran las inconformidades ante un gobierno que no está atendiendo las necesidades de un grupo importante de la población.

Las mujeres, en Afganistán y en México, nos manifestamos para exigir a este sistema la defensa de derechos humanos fundamentales como el acceso a la educación, a una vida digna y a la seguridad de una vida misma. Ya no queremos que nos cueste la vida seguir sobreviviendo en países como los nuestros. Y sin embargo, aquí seguiremos, alzando la voz, incomodando sistemas enteros, exigiendo a los gobiernos y demostrándoles que, aún con miedo, nunca más tendrán la comodidad de nuestro silencio.

 

Foto antigua de la Catedral de Aguascalientes vía Picly, creative commons

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