El gobierno “más feminista”

El feminicidio de Luz Raquel confirma las consecuencias de la violencia estructural que enfrentan las mujeres a diario

por Alma Vidrio

Homicidio: Muerte causada a una persona por otra.

Feminicidio: Asesinato de una mujer por machismo o misoginia.

*Definiciones de la Real Academia Española

 

Es frecuente que las palabras “sexo” y “género” al igual que “igualdad” y “equidad” se usen por igual; sin embargo no significan lo mismo.

“Sexo” se refiere a los atributos biológicos que diferencian a mujeres y hombres, en tanto que “género” trata el aspecto cultural que asigna cualidades y roles sociales que se dan a las personas de acuerdo a su sexo. “Equidad” consiste en otorgar a cada quien lo que necesita para que se logre la “igualdad” como ser humano, siempre de acuerdo a las capacidades intelectuales y físicas de cada quien.

La inequidad de género ha estado presente en todo el mundo desde que se instauró el patriarcado, que se remonta Mesopotamia entre los años 6,000 y 3,000 A.C., y se refiere a la autoridad absoluta del padre sobre la familia y, de ahí, se proyecta a toda la sociedad; incluye el dominio masculino sobre esposas, hijos y, en general, las mujeres de la sociedad.

En México, la inequidad de género tiene raíces históricas, religiosas y filosóficas que le dan al hombre superioridad física e intelectual, mientras que a la mujer se le considera débil, sumisa e ignorante. Hay zonas del país donde la inequidad y la discriminación por razones de género siguen siendo las causas de la violencia, pero en lo que va del actual gobierno se ha incrementado por razones adicionales.

La desaparición de programas de Estancias Infantiles, Refugios para Mujeres que viven Violencia Extrema, la terminación del convenio con la Fundación de Cáncer de Mama (FUCAM), la cancelación del Programa de Escuelas de Tiempo Completo, la reducción del 95% del presupuesto a Educación Especial, etc., son acciones que exhiben que el actual incremento de la violencia contra las mujeres ya también proviene del Poder Ejecutivo, el cual, con el pretexto de la austeridad gubernamental, acabó con programas sociales útiles que beneficiaban directamente a millones de mujeres y sus familias.A este desastre se le suma la nula estrategia de seguridad de este gobierno, la cual ocasiona mayor inacción de las autoridades debido a la impunidad actual en la mayoría de los delitos, que resulta en un retroceso deliberado en la implementación de políticas para reducir la violencia; ésto puede interpretarse como misoginia y, por consiguiente el “gobierno feminista” que prometió apoyar una sociedad equitativa e igualitaria es inexistente.

Desde 1981, México es miembro de la Convención sobre Eliminación de todas las Formas de Violencia contra la Mujer, la cual, establece que debe acabar la discriminación, exclusión o restricción, que debe haber igualdad respecto al hombre, derechos humanos y libertades fundamentales en todos los ámbitos: político, económico, social, cultural, justicia, seguridad, etc.; estos lineamientos están consagrados en la Constitución mexicana y de ahí se derivan disposiciones estatales y municipales con el mismo objetivo. Sin embargo, en la práctica vemos que las violaciones a esas leyes y normas son constantes y, desgraciadamente, aumentan.

Miles de nosotras hemos asistido a las marchas por el Día Mundial de la Mujer, que se conmemora el 8 de marzo. A partir de marzo de 2019, ya con el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, la respuesta por los reclamos de la eliminación de programas sociales fueron sólo excusas. Las vallas que se pusieron alrededor de Palacio Nacional en 2021, y que se han ensanchado, muestran la irresponsabilidad, negligencia,indiferencia, indolencia, hipocresía y cinismo ante un flajelo que se prometió atender en campaña, pero que sólo ha crecido y empeorado.

La valla alrededor de Nuestro Palacio Nacional tiene como trágica consecuencia el aumento de feminicidios en el país, y la cancelación de programas útiles y apoyos verdaderos, como es el caso del FUCAM, han vuelto a incrementar desigualdad e inequidad de género.

De acuerdo al reportaje de Animal Político del 25 de mayo, 2022, casi 13,000 mujeres han sido asesinadas este año y, de esos crímenes, 3,386 son considerados feminicidios; nuestras oraciones, respeto, consideración, solidaridad, para las familias de todas las mujeres asesinadas en este gobierno y en los anteriores. No obstante, lo que más indigna, hiere y lacera es la total indiferencia e indolencia actual en todos los niveles de gobierno. No es posible nombrar a todas las ausentes, pero el feminicidiode Luz Raquel puede abarcar a todas ya que es ejemplo de la intolerancia, ignorancia y prejuicios que persisten en México.

A nivel federal, el principal CULPABLE del ataque con cloro industrial y posterior asesinato de Luz Raquel, es el estado de IMPUNIDAD que prevalece en el país debido a la estrategia de “seguridad” de “Abrazos, No Balazos”, que fomenta la IMPUNIDAD al no perseguir, capturar, enjuiciar y encarcelar a delincuentes y criminales. También son culpables la omisión deliberada de cumplir con la obligación primordial de otorgar seguridad a la ciudadanía en todos los ámbitos, y el esconderse detrás de argumentos absurdos como el de “Quizá por mi formación en la ciencia social, atribuyo todo esto al proceso de individualización que se impulsó en el período neoliberal”.

Pero las autoridades del estado de Jalisco y del municipio de Zapopan, también son responsables de este crimen. El gobernador, Enrique Alfaro, insiste en que se protegió a Luz Raquel; no obstante, personas cercanas aseguran que después del ataque con cloro ella solicitó integrarse al mecanismo “Pulso de Ayuda”, programa del gobierno estatal que entrega dispositivos geolocalizadores a víctimas de violencia de género; sin embargo son los responsables de que no se le incorporó porque para ellos, las amenazas que había recibido no eran causa suficiente. ¿Qué es lo que esos burócratas incompetentes aceptan como justificación para incluir mujeres violentadas en ese programa? ¿No bastaron las amenazas por escrito, el ataque con cloro industrial o debió aparecer bañada en sangre para que le creyeran y ayudaran?

Se dice que la mujer es la base de la familia pero… en México ¿acaso debemos dejar huérfanos a nuestros hijos para que se nos valore y respete como seres humanos? La violencia y sus consecuencias están presentes dentro y fuera de nuestros hogares.

El feminicidio de Luz Raquel confirma las consecuencias de la violencia estructural que enfrentan las mujeres a diario empezando porque sus reclamos y exigencias ahora, más que antes, son ignoradas porque se nos sigue considerando inferiores y, por ello, manipulables.

El feminicidio de Luz Raquel CONFIRMA que el actual gobierno es el MENOS feminista que ha tenido el país. La negligencia, indiferencia, omisión, indolencia de autoridades federales, estatales y municipales son directamente responsables de su muerte, y de la de miles de mexicanas más porque ahorita quienes nos agreden saben que la IMPUNIDAD es lo que prevalece.

Tal vez los asesinos de Luz Raquel sean juzgados y encarcelados pero, si eso ocurre, será por el ruido mediático y la presión social que hay para que se haga algo de justicia. Lo mismo debería suceder con los victimarios de todas las que nos faltan.

Lo que es un hecho es que mientras NUESTRO Palacio Nacional tenga una valla alrededor que esconda a quien encabeza el Poder Ejecutivo, es muy probable que la violencia contra nosotras siga igual y sea un peligro ser mujer en este país. Las mujeres nunca más deberemos escuchar a populistas misóginos y cobardes; ya estamos viviendo las consecuencias.

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