Niñas y adolescentes embarazadas

77 de cada mil embarazos son de mujeres menores de 19 años

por Alma Vidrio

Por Alma Vídrio

 

Prepara su llegada con flores; no sigas llorando.

Sé valiente como una mamá; no sigas llorando.

El Dios de la vida está acunando un bebé en tus entrañas.

Unos te condenan… Pero Dios te escucha y está.

Un bebé nunca es un error sino una vida hermosa.

Deja que nazca de ti el misterio y lo admirable de un ser humano.

No te desesperes. No te creas abandonada.

Ten fe y vuelve a sonreir.

Muéstrale a tu bebé la enorme fuerza y el infinito amor de una mujer.

 

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) define la adolescencia como “la etapa del desarrollo humano única y decisiva, caracterizada por un desarrollo cerebral y un crecimiento físico rápidos, un aumento de la capacidad cognitiva, el inicio de la pubertad y de la conciencia sexual, y la aparición de nuevas habilidades, capacidades y aptitudes”.

Por su parte la Organización Mundial de la Salud (OMS) define el embarazo adolescente como “el período de crecimiento y desarrollo humano que se produce después de la niñez y antes de la edad adulta, entre los 10 y 19 años”. En México, y en toda América Latina, el embarazo de niñas y adolescentes se ha convertido en un gran problema que las impacta en su salud, a nivel cultural, psicológico y en su crecimiento y desarrollo personal y en la sociedad de las jóvenes madres, pero también de sus hijos que nacerán.

En la “notilegis” 4079 de octubre 2022 de la Cámara de Diputados, la diputada María Rosete La diputada federal María Rosete informó que, entre los países de la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), en 2022 México ocupó el primer lugar de adolescentes embarazadas; además, que

  • 77 de cada mil embarazos son de mujeres menores de 19 años
  • En 2020 se registraron 8,876 embarazos de niñas de entre 10 y 14 años.

El embarazo es la primera causa de muerte entre las jóvenes de este rango de edad; muere una muchacha embarazada por cada 3,800 que están en la misma situación debido a complicaciones que se llegan a presentar durante el embarazo y/o el parto porque sus cuerpos aún no tienen la madurez suficiente para este proceso.

Entre los factores de riesgo que influyen para que, consciente o inconscientemente, las jóvenes se embaracen son la exposición a la violencia intrafamiliar o por abusos y violaciones por parte de personas cercanas o delincuentes, la disfunción familiar, ser hija de madre adolescente, un padre ausente, la edad del primer embarazo de sus madres, la situación sentimental con su pareja, el grado de estudios de los padres, no usar o desconocer métodos anticonceptivos y falta de educación sexual.

En todos los niveles socioeconómicos de la sociedad hay jóvenes embarazadas, pero es en los sectores pobres y más humildes de las zonas rurales y urbanas de México donde este problema se ha agravado.

Situación socioeconómica

En nuestro país, aproximadamente el 75% de las adolescentes embarazadas viven situación de pobreza la cual, en muchos casos, se relaciona con una educación muy precaria que no incluye ningún tipo de educación ni orientación sexual y reproductiva y, por lo tanto, desconocen los métodos anticonceptivos que les evitarían un embarazo.

Otras causas que propician esta situación son la escasez material en la que viven, la poca o nula motivación y el reducido o inexistente apoyo de sus familias para continuar con sus estudios, que influyen para que no haya razón alguna para retardar la maternidad; además, inconscientemente se copia el patrón de conducta de madres y abuelas que, en muchos casos, también se convirtieron en madres desde muy jóvenes.

Usos y costumbres de comunidades indígenas

La Red Nacional de Refugios A. C. acaba de dar a conocer que, en 2022, de las aproximadamente 10 mil niñas de 15 años que estuvieron embarazadas, viven en diversas comunidades indígenas del país. La “Asociación Yo quiero Yo puedo” indica que en los municipios más pobres de Chiapas, Guerrero, Hidalgo y Oaxaca se practica la venta de niñas en matrimonio para que sean madres desde muy jóvenes; asimismo, se les obliga a tener relaciones sexuales, son violentadas física y emocionalmente, y realizan infinidad de trabajos forzosos.

Riegos físicos

Por la inmadurez de sus cuerpos, las mamás adolescentes tienen mayor riesgo de preeclampsia (aumento de la presión arterial), eclampsia (convulsiones en mujeres con preeclampsia), endometritis puerperal (infección del útero después del parto), anemia, sangrados vaginales que pueden causar aborto espontáneo, embarazo ectópico (el óvulo se fecunda en alguna de las trompas de Falopio, no en el útero) y partos prematuros. También pueden tener problemas durante el parto debido a que la pelvis no se ha terminado de desarrollar, lo que dificulta que el feto (bebé) nazca; en estos casos se usan fórceps o realizan cesáreas para poder sacarlo.

Consecuencias Psicológicas

La mayoría de estas muchachas se enfrentan al rechazo familiar y de su entorno social que ocasionan que se desarrollen sentimientos de culpa, aumente su ansiedad, enojo y miedo por el temor de convertirse en madres, tengan baja autoestima y sientan vergüenza de sí mismas.

Consecuencias Sociales

Desgraciadamente, casi todas estas jóvenes tienen que abandonar su educación y, con ello, se trunca el desarrollo de sus habilidades y capacidades. En consecuencia, consiguen empleos con sueldos muy bajos, sin condiciones laborales adecuadas ni prestaciones laborales para poder subsistir con sus hijos y, lo peor, se agrava su situación de pobreza y se amplía la brecha de género.

El gobierno actual elaboró en 2019 la “Estrategia Nacional para la Prevención de Embarazo Adolescente” (ENAPEA) para intentar disminuir el número de niñas y adolescentes embarazadas, para lo cual propone:

  • Aumentar el número de centros de atención sexual y reproductiva, e invitar a las adolescentes para que se informen y orienten correctamente.
  • Dar apoyos económicos que aseguren la asistencia escolar y otorgar educación de calidad para tengan aspiraciones que mejoren su futuro próximo.
  • Promover la creación de talleres técnicos, de arte, de humanidades que los apoyen en sus relación y convivencia en la sociedad y talleres deportivos.

Esta Estrategia se ve muy bien “en el papel” pero, al igual que con otros proyectos o sectores como son salud y seguridad, el presupuesto para ponerla en práctica es muy limitado y, en consecuencia, deberemos esperar a que llegue la siguiente administración para exigirle que se lleven a cabo en la realidad los planteamientos porque es urgente reducir este problema que profundiza la pobreza, la desigualdad de millones de niñas y muchachas que, con orientación, educación y apoyo, pueden llegar a ser excelentes médicas, ingenieras, maestras, abogadas, astronautas, atletas, etc…, y también madres, pero con la madurez física, psicológica y emocional para asumir la responsabilidad titánica que representa cuidar, criar, educar a un bebé, y poder amarlo sobre todas las cosas.

Fuentes: 

  • “Embarazo en la adolescencia en México ya es un problema de salud pública” por Margarita Flores, Graciela Nava y Luz Arenas para SciELO Salud Pública, Mayo-junio 2017
  • México, primer lugar en embarazo de adolescentes… María Rosete. Cámara de Diputados, LXV Legislatura / 2 de octubre, 2022
  • “Embarazo adolescente y pobreza” por Gloria Elizabeth García para SciELO, julio/diciembre 2014
  • “Usos y costumbres en México toleran matrimonio infantil” por Jennifer Alcocer Miranda para Publimetro, 13 de mayo, 2021
  • “Riesgos y complicaciones del embarazo adolescente” por Dariel Figueroa Oliva para SciELO, 1º. de septiembre, 2021
  • “Embarazo en adolescentes y alteraciones psicosociales” por Diana Maribel Bravo Saquicela para Recimundo.com, Noviembre 2020
  • Embarazo en la adolescencia, Organización Mundial de la Salud, 15 de septiembre, 2022
  • “La prevención del embarazo adolescente es prioridad para las mujeres en México” por Kiyomi Cadena para Banco Mundial Blogs, 13 de abril, 2022

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