Por R. Aideé Aguilar
Sabemos que las mujeres todos los días e históricamente vivimos violencia y a eso le podemos sumar otros factores que influyen para que nos violenten aún más. Por ejemplo, ser mujer morena, indígena, aldulta mayor o con alguna discapacidad.
Vamos a abordar qué pasa con las mujeres que tienen alguna discapacidad. En México, hay más de 22 millones de mujeres con discapacidad, mayores de 15 años. El estado que tiene el mayor porcentaje de estas es Aguascalientes. Según datos del INEGI 7 de cada 10 mujeres con discapacidad han sufrido algún tipo de violencia. Esto incluso sucede en sus hogares como en ámbitos privados y públicos que no son sus hogares.
Es importante mencionar que el INEGI incluyó en su Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares, ENDIREH 2021, preguntas específicas para las mujeres con alguna discapacidad de 15 años en adelante. Esto con el objetivo de saber cuál es el nivel y tipo de violencia que viven estas mujeres. El resultado que se muestra es que hay un alto indice de violencia psicológica principalmente, seguida de la violencia sexual, física, económica, patrimonial y por supuesto la discriminación.
Es preocupante saber que las mujeres seguimos siendo un sector vulnerable y a eso le sumamos otros factores como tener alguna discapacidad. De acuerdo a los resultados de esta encuesta, poco más del 70% de las mujeres con discapacidad sufrió al menos algún tipo de violencia a lo largo de su vida. Este estudio nos dice que esto ocurrió entre octubre de 2020 a octubre 2021. El hecho es que, las mujeres al tener alguna discapacidad, tienen una probabilidad más alta de ser violentadas.
Por ejemplo muchas veces la violencia comienza en la misma casa, con los familiares, los vecinos y en espacios públicos como hospitales, escuelas u otros.
Por ejemplo, al hablar de los hospitales, hay testimonios de algunas mujeres que padecieron violencia psicológica, hasta abusos y violaciones sexuales. Pensemos que en las consultas o cuando están hospitalizadas, los trabajadores se aprovechan de su condición y abusan sexualmente de las mujeres o, incluso, hay violaciones sexuales. Es un tema que casi no se nombra y por lo mismo, esto ha provocado que no se detenga y siga aumentando.
Recordemos que la violencia patriarcal sucede en todas partes del mundo; sin embargo, hay lugares donde es más recurrente. Si hablamos de México, hay varios estados que son más peligrosos para nosotras las mujeres como la CDMX, Aguascalientes y el Estado de México, según esta encuesta del INEGI.
Ahora pensemos en la violencia en las escuelas, en general, las mujeres viven constantemente violencia, pero aumenta hacia las que tienen discapacidad. El acoso escolar supera la media nacional 37.5 en los estados de Querétaro 47.8 %, la CDMX 46.1% y Jalisco 45.1%. En cuestiones laborales, quienes logran incorporarse a este ámbito, viven violencia laboral y los estados con un indice alto son Jalisco con 35.3 %, Quintana Roo 35.9% y Baja California 35.9 %. Es necesario comprender que cuando hablamos de porcentajes a veces no dimensionamos las cantidades, por ello tengamos en cuenta que estamos hablando de miles de mujeres.
De alguna manera podemos tener un acercamiento a lo que viven las mujeres con alguna discapacidad. Lo importante de estos estudios no es mostrar los datos, sino que sirva como un parteaguas para exigir acción hacia las autoridades y que se comprometan a impulsar políticas públicas que protejan a las mujeres.
Por último, como sabemos vivimos un mundo machista, con violencia estructural y, lamentablemente al mostrar la violencia hacia las mujeres, la respuesta de algunos gobiernos y de la misma población ha sido responder recrudeciendo la violencia, a causa de la impunidad. Por ello debemos seguir exigiendo justicia y protección real para nosotras las mujeres.