Por Omega Vázquez
Si, nosotras primero, en un trabajo interno y luego externo. Pero atención, no decimos que también está revelación deba otra vez recaer en nosotras ni responsabilizarnos. Aclaro que de ninguna manera somos responsables por la guerra en la que somos el blanco favorito. ¡No!
Esta es una reflexión para empezar a entender ¿qué ha pasado? Por qué no hemos logrado, a pesar de tantos y valiosos esfuerzos, liberarnos de la opresión y la violencia machista. E incluso al contrario, la hemos sentido recrudecerse. No encontramos el cese a las hostilidades.
Pero antes, como dice mi hija adolescente, ¡contexto!, vaya que daré contexto…
Íbamos hace unos días a la mitad del viaje con destino a Tlaquepaque, Jalisco. Una significativa manada de compañeras políticas feministas pertenecientes a la Red nacional de mujeres defensoras de la Paridad En todo de la República mexicana. El objetivo de nuestro viaje, además de gozar cada minuto de charla, era llegar a Jalisco para tomar protesta al nuevo capítulo de nuestra Red.
Mientras yo iba al volante del vehículo color blanco de transmisión estándar, pequeña acotación para quienes piensan que las mujeres no sabemos manejar, permítame un jajaja.
Ya nos deleitaba con sus aguda conversación nuestra presidenta nacional, Josefina Meza, ella, mujer política, de quien sospecho nació y ya estaba haciendo una estrategia para emanciparse de yugo en los cuneros del hospital, puso el tema del viaje en nuestros oídos y en nuestras mentes con un cuestionamiento fundamental… -“¿qué es lo que nos falta? por qué no hemos podido derribar la barrera de acordar entre mujeres, por qué nos cuesta tanto trabajo reconocernos entre mujeres, incluso reconocernos personalmente”,
Saber hacer acuerdos, más allá de repartirnos las labores de cuidado y servicio para la familia, hacer acuerdos políticos, entiéndase ello no solamente en instituciones partidistas, sino acuerdos políticos, negociaciones de poder en cualquier ámbito.
Aprender a reconocernos, coincidimos todas en el viaje, es una tarea pendiente. El reconocimiento de la autoridad, el talento, la capacidad y el liderazgo de cada una, no hablamos solo en el ámbito político; también en cualquier trabajo, en cualquier espacio donde convivimos.
En esa misma pequeña comunidad, a pesar de estar dirigiéndonos al mismo lugar, en el mismo espacio y tiempo, con similar intención, habíamos cuatro mujeres con diferentes orígenes, infancias, enseñanzas, edades, necesidades, prioridades, cuatro mujeres solamente y una infinidad de pensamientos.
Nosotras decidimos hacer algo juntas, ahí reinó el respeto, la sororidad, las risas y pudimos coincidir en el diálogo, sin embargo, si estas mismas cuatro mujeres hubiesen llegado a un espacio donde tuviésemos que competir por el respaldo, la posición, el poder en las condiciones que ya conocemos, seguramente correríamos el riesgo de comportarnos como el sistema espera, y se acabaron las risas.
Porque amigas… el machismo siempre acecha, porque está interiorizado, está naturalizado, siempre dispuesto a aflorar en la peor situación y a la mínima provocación.
(En hombres y mujeres).
“Una nueva dinámica de comunicación y trabajo entre mujeres” dijo Mónica Sánchez. Optimista, no pierde la esperanza a pesar de lo vivido que un día las mujeres dejarán el recelo inculcado. Después de tantos años en la vida pública, no deja de sorprendernos la competencia desleal pero tampoco nos atrapa. Porque pagar con la misma moneda no es una energía de las mujeres, no somos primitivas y a pesar de lo que nos han hecho creer, sí sabemos lo que queremos.
¡Debemos Combatir la misoginia interiorizada! Nos provoca otra vez Josefina. Ni modo, toca aceptar que dentro de cada una está instalada esa desconfianza, esa competencia, esa molestia por las otras y lo que “nos puedan quitar”.
Personalmente, les digo, yo no creo que sólo sea envidia, me parece que es miedo, miedo irracional a que otras pueden quitarte lo que te convierte a los ojos del sistema en una buena mujer, una mujer feliz y exitosa, esa infinidad de obligaciones que nos impone el estereotipo. Yo creo que es miedo porque nos han enseñado que debemos competir entre nosotras para tener los mejores esposos, hijos, familia, belleza, juventud, VIDA.
Una vida de competencia en el ámbito privado nos mantiene ocupadas y distraídas, nos tiene inseguras y frustradas para no competir por el poder público, para no tener tiempo ni energía ni autoestima para luchar por nuestros derechos.
Nos ocupa en bloquearnos entre nosotras.
Ya en ese momento interviene Marisol Aguilar, “Sí, necesitamos ser nuestras primeras aliadas y tener aliados también, aprender a comunicarnos para evitar desavenencias innecesarias, fortalecer nuestras voces”.
<pido perdón si mis citas no son exactas pero recuerden yo iba al volante y estoy escribiendo lo que se quedó grabado en mi mente>.
Pero lo más importante es lo que se quedó grabado en mi alma de mujer, porque entendiendo otra vez que no es nuestra culpa, ahora si podemos tomar la responsabilidad personal de desterrar estas prácticas que ya identificamos.
Y volver a caminar la ruta del trabajo colectivo. Coincidimos entonces, sí, compañeras entre nosotras seguramente alguna vez saldrá y tocará a nuestra puerta el machismo, querrá salir y hacer de las suyas.. pero ahora que ya sabemos sus mañas, afilaremos las armas para detenerlo, primero en nosotras mismas y después en las demás personas.
Llegamos a nuestro destino, donde ya esperaban un centenar de mujeres jaliscienses para hacer oficial la conformación de su capítulo de la Red nacional de mujeres defensoras de la Paridad.
Con todo lo anterior en mente, ya no nos frustró, ni molestó, ni desanimó ver algunos ejercicios dignos del patriarcado entre algunas compañeras, ¡no pasa nada!, a pesar de eso logramos avanzar y llegar hasta donde estamos, el siguiente paso será menos doloroso y más rápido, ¡ya lo verán!.
Compañeras, <amigas o no>
YO las reconozco y me comprometo a seguirlo haciendo con más vehemencia. Así como muchas de ustedes lo han hecho conmigo.
Porque calladitas, no nos vemos.
Foto de cottonbro de Pexels: https://www.pexels.com/es-es/foto/deporte-lucha-fuerte-formacion-4753926/