Padre de Debanhi Escobar, joven mexicana desaparecida el 9 de abril y localizada sin vida tras casi dos semanas de búsqueda, segura que su hija fue asesinada, maltratada, ultrajada y sembrada, tras hablar sobre una segunda autopsia que se le realizó a instancias de la familia.
El padre de la víctima, se mostró indignado y dolido tras conocer las filtraciones que el medio de comunicación El País y algunos periodistas hicieran públicas al respecto de una segunda autopsia realizada a instancias de ma familia y que él “celosamente cuidó” para evitar que se siguiera entorpeciendo la investigación con la que piden se haga justicia.
En su investigación, la periodista Elena Reina del periódico El País, explicó que el segundo dictamen forense —que analiza las imágenes de la exploración médica del cadáver, pruebas diagnósticas y conclusiones— señala que el cuerpo de Debanhi Escobar presentaba signos de violencia sexual, dato que no mencionó ni analizó la primera autopsia, ni lo informó así la Fiscalía, que cuenta con el informe independiente, solicitado por la familia Escobar, desde el 2 de mayo. “El cuerpo presenta huellas de una relación sexual vaginal, violenta y reciente”, explica el texto. “Esto se deduce por haber encontrado equimosis violáceas y hematomas” en la zona exterior de los genitales.
El forense concluye que la joven falleció antes de que su cuerpo fuera introducido o arrojado al tanque de agua, conclusión que deja sin validez la hipótesis antes sostenida de que Debanhi, había muerto tras una accidental caída. El dictamen, coincide con la primera necropsia en la causa de la muerte, por profundos golpes en la cabeza, es decir, por una “hemorragia intracraneal que provocó un choque neurogénico y este, un paro respiratorio”. La lesión más grave, que le provocó la muerte, fue un duro impacto en la región frontal derecha del cráneo. Pero la segunda autopsia va más allá.
Debanhi, presentaba más lesiones en la cabeza y no solo una, como parecía sugerir la conclusión de la primera autopsia que se hizo pública. La joven no murió ahogada y se descarta también la asfixia por sofocación.
Debanhi desapareció el 9 de abril, poco después del hallazgo del cadáver de otra joven, el de María Fernanda Contreras, de 27 años. Los dos casos, sumados a las decenas de desapariciones de mujeres en el Estado, abrieron una profunda crisis que trata de contener la Fiscalía a marchas forzadas. Una tragedia que ha acorralado al gobernador Samuel García, que tomó posesión del cargo en octubre del año pasado y que ha provocado un clima de indignación nacional. Los colectivos feministas llegaron a incendiar la sede del Gobierno estatal y presionan para que las autoridades resuelvan no solo el caso de Debanhi, sino el de Yolanda Martínez —desaparecida el 31 de marzo y encontrada muerta el domingo— y otras 57 que desaparecieron este año y que todavía no han localizado. En total, en la entidad, hay más de 1.799 mujeres desaparecidas, según el Registro Nacional de Búsqueda.
La Fiscalía de Nuevo León cometió una serie de negligencias y errores durante la búsqueda de Debanhi Escobar que provocaron la destitución de dos fiscales, el de Antisecuestros y el de Personas Desaparecidas. El más grave: el motel había sido registrado hasta en cuatro ocasiones antes de localizar el cadáver de la joven. También, la ausencia de vídeos clave de las cámaras de seguridad del recinto. Unos fallos que tratan de enmendar estos días, proporcionando semanalmente detalles escuetos sobre la investigación.
Con información obtenida de las redes sociales de Mario Escobar y datos de El País.