Los cuidados de las personas

por Angelica De la Pena

Por Angélica de la Peña

 

La Presidenta Sheinbaum presentó el informe de los primeros 100 días de su gobierno. Esta moda de presentar un informe de los primeros tres meses de gobierno, en realidad tiene un objetivo mediático; es pura propaganda.

La propaganda como técnica de comunicación, su cometido en la política es fomentar la percepción de que se tiene control de todo. Y aquí se aplica el refrán de que, del dicho al hecho, hay mucho trecho. El ejemplo más ilustrativo es el que se refiere al Sistema Nacional de Cuidados.

Este sistema se publicitó en la campaña con reiterados compromisos para su creación, se integró en los ejes de compromisos de la entonces candidata de Morena; y ya como Presidenta, se presentó la iniciativa de reforma para inscribir en la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal en la adición del Artículo 42bis sobre la constitución de la Secretaría de las Mujeres. En la fracción I se señalan las tres materias objeto de la Secretaría: la igualdad sustantiva como eje rector de su trabajo; la prevención, atención y erradicación de la violencia contra las mujeres, y la creación del Sistema de Cuidados.

Pero para sorpresa de todas las organizaciones promoventes, ya se dijo que el SNC no está en los planes del gobierno y se denegó su creación. Al igual que en el gobierno de Peña, con López y hoy, termina imponiéndose el no concretar este sistema cuya legislación específica incluso fue aprobada en la legislatura pasada en una de las cámaras del Congreso de la Unión, y al ser enviada a la colegisladora, fue congelada.

La ley del SNC tiene como objetivo garantizar a todas las personas el acceso y disfrute del derecho a los cuidados desde el principio de corresponsabilidad entre las familias, la comunidad, y el Estado, como acontece en otros países como Francia, los Países Bajos, España, Australia, Japón, Uruguay y Chile. La carga de cuidados recae principalmente en las mujeres quienes no reciben ninguna retribución y descuidan su propio desarrollo y autonomía.

La ley debe establecer como un derecho a la remuneración de las personas que se dedican a estos servicios desde las familias, o fuera de ellas. El Estado debe establecer como una responsabilidad tributaria, la creación de estancias o residencias de día, permanentes o semi permanentes. Reconocer a quienes lo emprenden desde el hogar, y crear un sistema que apoyos técnicos y virtuales para la correcta atención de las diversas condiciones de quienes requieren de cuidados, tomando en cuenta si carecen de autonomía por enfermedad física o mental, discapacidad, no pueden moverse o que no pueden estar solas, o son infantes.

Todo indica que quienes manejan los recursos de la Hacienda Pública se oponen a la configuración de este sistema de cuidados como política pública porque reclaman cuánto va a costar y no valoran cuál es la inversión desde un enfoque de derechos humanos del 58.3 % de personas que requieren algún tipo de cuidado, según la Encuesta Nacional para el Sistema de Cuidados del 2022 de INEGI. Las personas cuidadoras deben tener una remuneración por su trabajo y reconocérseles la importancia de sus aptitudes y destrezas.

Nada molesta tanto como la demagogia, un lastre pernicioso en la política. Muchas mujeres piensan que por ser mujer, la Presidenta tendrá una mirada feminista, se pondrá los lentes violeta. Lo que observamos, es pura propaganda y simulación.

 

 

Imagen creada con IA por LCR

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