Mirada de Medusa | Por Gudelia Delgado Meza
En su conferencia matutina del lunes 30 de diciembre de 2024, a pregunta expresa acerca del aumento en el número de feminicidios en Tabasco, el gobernador del estado expresó que “en el tema del feminicidio, fíjense que últimamente ha habido detenciones de mujeres que están metidas en el tema delictivo (…) y tiene que ver con actos de delincuencia organizada, que están involucradas; en el tema de D’Bar hay una mujer que está involucrada en estos hechos (…) vamos a llevar a cabo un programa, darles opciones en un programa que vamos a empezar el próximo mes, el tema de empoderarlas económicamente, darles opciones a la mujer de no caer en el narcomenudeo porque están teniendo tienditas para distribuir drogas”.
Lo dicho por el titular del poder ejecutivo del estado, el principal responsable de garantizar a las mujeres el acceso a una vida libre de violencia es, por decir lo menos, inaudito.
¡¿Cómo es posible que el gobernador criminalice a las víctimas de feminicidio afirmando categóricamente que los feminicidios ocurren porque las mujeres “están metidas en el tema delictivo”?!
¡¿Cómo es posible que el gobernador revictimice a las mujeres asesinadas en razón de género y a sus familias, tachándolas de delincuentes?!
¡¿Cómo es posible que el gobernador ignore el significado de FEMINICIDIO y categorice este crimen como aquel que es perpetrado únicamente contra las mujeres involucradas en el narco?!
Además de criminalizar a las víctimas y revictimizarlas a ellas y a sus familias, lo dicho por el gobernador constituye violencia simbólica, puesto que motiva en la opinión pública la percepción de que LAS MUJERES SOMOS VÍCTIMAS DE FEMINICIDIO PORQUE SOMOS DELINCUENTES.
En resumidas cuentas, el gobernador no abordó la temática de los feminicidios, ni informó acerca del número de víctimas por este delito ni el estatus de los procesos de investigación de los mismos, en lugar de ello el gobernador redujo la causa de la violencia feminicida al involucramiento de las mujeres en el crimen organizado.
Desde el Frente Abolicionista de Tabasco hemos dado cuenta puntual del número de feminicidios perpetrados en Tabasco en 2024: la cifra asciende a 57 y sólo corresponde a los casos que han sido publicados por los medios de comunicación. La cifra negra es cuantiosa. Es el año más violento contra las mujeres del que tengamos registro. Y justamente cuando la situación requiere de estrategias eficaces y acciones contundentes, de la suma de esfuerzos entre sociedad y gobierno, del reconocimiento pleno de la dramática violencia sexista con tintes de femigenocidio que vivimos, el gobernador del estado hace una declaración en la que criminaliza, revictimiza y violenta a las mujeres.
Las afirmaciones del titular del poder ejecutivo del estado, aunque inadmisibles, son congruentes con la realidad que vivimos: una en la que las mujeres nos encontramos en total indefensión y somos culpadas –a priori– de nuestros eventuales asesinatos.
Es sumamente grave la evidente falta de capacitación en perspectiva de género que muestra el gobernador del estado. Esto nos da una idea de cuál es el conocimiento del funcionariado público estatal en esa materia. Esa ignorancia e insensibilidad no son cosa menor, son la base en la que se sustenta la impunidad. Esa ignorancia e insensibilidad son cómplices de los feminicidas.
Ante la narrativa oficial el horizonte es sombrío. 2024 fue el año más violento contra las mujeres pero el 2025 puede ser peor, mucho peor.