Por Arely Huerta Maqueda
La violencia digital ha surgido como una de las formas más dañinas de la violencia de género, generando consecuencias profundas en la vida de las mujeres que la experimentan. Este tipo de agresión abarca el ciberacoso, la difusión no consensuada de contenido íntimo, el acoso en línea, la creación de imágenes íntimas mediante inteligencia artificial, y otras prácticas abusivas en el entorno digital. Aunque se manifiesta en plataformas virtuales, sus repercusiones afectan gravemente la salud psicológica, emocional y social de las víctimas.
En este contexto, el rol del Trabajo Social es crucial para brindar una atención integral y efectiva a las víctimas de violencia digital. Los profesionales del Trabajo Social deben estar capacitados para entender las dinámicas específicas de esta forma de violencia, implementar protocolos de atención sensibles y ofrecer acompañamiento psicosocial que ayude a las mujeres a superar las secuelas de estos ataques. A continuación, exploraremos cómo debe ser el quehacer del Trabajo Social en este ámbito y propondremos una estrategia integral para la atención a estas mujeres.
Entendiendo la Violencia Digital
La violencia digital no es un fenómeno nuevo, pero ha adquirido mayor visibilidad con la expansión de las redes sociales y la creciente presencia de las mujeres en espacios digitales. Entender esta forma de violencia implica reconocer que las plataformas digitales se han convertido en un espacio donde las mujeres son objeto de acoso, vigilancia, control y exposición no consentida.
Esta modalidad de violencia afecta a las mujeres de manera particular debido a las desigualdades estructurales de género que se reproducen en el mundo virtual. Estos ataques buscan controlar, humillar o castigar a las mujeres por su comportamiento, y muchas veces están enraizados en actitudes misóginas que buscan reprimir su autonomía y libertad. El daño causado por esta violencia puede ser profundo, no solo a nivel psicológico, sino también en términos sociales, económicos y legales.
El Rol del Trabajo Social en la atención a víctimas de violencia digital
El Trabajo Social, como disciplina comprometida con la justicia social y la defensa de los derechos humanos, tiene un papel fundamental en la atención a víctimas de violencia digital. Los profesionales del Trabajo Social deben estar capacitados para abordar las necesidades psicosociales de las víctimas, proporcionando un acompañamiento integral que les permita restablecer su bienestar emocional y social, así como recuperar su sentido de seguridad.
Evaluación inicial y detección de violencia digital
El primer paso en la atención a mujeres víctimas de violencia digital es realizar una evaluación integral de su situación. Esto implica no solo identificar el tipo de violencia sufrida (difusión no consentida de imágenes, ciberacoso, suplantación de identidad, etc.), sino también entender el contexto en el que ocurrió, el impacto emocional y social en la víctima, y los recursos disponibles para su atención.
Los trabajadores sociales deben utilizar herramientas de diagnóstico que les permitan evaluar tanto el estado emocional de la víctima como sus necesidades inmediatas y a largo plazo. Esto incluye la identificación de síntomas de estrés postraumático, ansiedad, depresión, y la existencia de redes de apoyo familiar y social.
Protocolo de Atención Sensible y Evitar la Revictimización
Uno de los principios clave en la atención a víctimas de violencia digital es evitar la revictimización. Esto implica que los profesionales del Trabajo Social deben ser extremadamente cuidadosos en la forma en que abordan el caso, garantizando que la mujer no vuelva a ser expuesta o juzgada por lo que ha vivido.
El protocolo de atención debe incluir:
- Escucha activa y empatía: Las víctimas de violencia digital a menudo sienten vergüenza o culpa por lo que les ha sucedido. Es esencial que se les brinde un espacio seguro donde puedan compartir su experiencia sin ser juzgadas.
- Confidencialidad estricta: En casos de violencia digital, la protección de la información personal es crítica. El trabajador social debe garantizar que toda la información proporcionada por la víctima será tratada de manera confidencial y no será compartida sin su consentimiento expreso.
- Acompañamiento emocional: Las víctimas pueden estar atravesando una crisis emocional debido a la exposición pública de su privacidad. Es fundamental brindar un acompañamiento emocional constante que les permita procesar sus sentimientos y recuperar su confianza.
- Canalización e información: Se debe conocer los pasos de atención y de denuncia para informar a la víctima y canalizarla a las instancias correspondientes.
Intervención Psicosocial y Trabajo con Redes de Apoyo
El Trabajo Social no solo se enfoca en la víctima, sino también en su entorno. Es crucial trabajar con las redes de apoyo de la mujer, ya sea su familia, amigos o compañeros de trabajo, para garantizar que cuente con un sistema sólido de soporte emocional y social.
El trabajador social debe:
- Promover la sensibilización del entorno cercano: Muchas veces, el entorno de la víctima puede no entender la gravedad de la violencia digital, lo que puede generar juicios o falta de apoyo. Sensibilizar a las redes cercanas sobre el impacto de este tipo de violencia es esencial para crear un entorno protector.
- Vinculación con servicios especializados: Además de la intervención psicosocial, las víctimas pueden necesitar servicios legales, de salud mental o apoyo técnico para la eliminación de contenido en línea. El trabajador social debe estar capacitado para derivar a la víctima a servicios especializados que complementen su recuperación.
Planificación de la Recuperación y Restablecimiento del Bienestar
A largo plazo, el trabajador social debe ayudar a la víctima a planificar su proceso de recuperación, que incluye la reconstrucción de su vida emocional, social y profesional. Esto puede incluir la búsqueda de nuevas oportunidades laborales, reintegración en entornos sociales seguros, y la implementación de medidas de seguridad digital para prevenir futuros ataques.
Propuesta de atención integral a mujeres víctimas de violencia digital
Para atender de manera efectiva a las mujeres que han sido víctimas de violencia digital, proponemos un enfoque integral basado en cuatro ejes fundamentales:
- Creación de protocolos específicos para la atención a víctimas de violencia digital
Cada centro de atención y servicio social debe contar con un protocolo específico para la atención a víctimas de violencia digital. Este protocolo debe incluir una guía clara sobre cómo detectar los casos, cómo brindar atención psicosocial sin revictimizar a la mujer, y cómo vincularla con servicios legales y técnicos que puedan ayudar a eliminar el contenido dañino de las plataformas digitales.
- Capacitación continua para trabajadores sociales
Es esencial que los trabajadores sociales reciban formación continua en temas de violencia digital, seguridad en línea y nuevas tecnologías. Esto les permitirá entender mejor el fenómeno, estar actualizados en las legislaciones vigentes, y ofrecer un apoyo adecuado a las víctimas.
- Implementación de redes de apoyo psicosocial
Las mujeres que sufren violencia digital necesitan redes de apoyo sólidas. Propongo en mi quehacer y acción como trabajadora social la creación de grupos de apoyo comunitarios, tanto presenciales como virtuales, donde las víctimas puedan compartir sus experiencias y recibir apoyo emocional de otras personas que han pasado por situaciones similares.
- Vinculación con servicios jurídicos y técnicos especializados
Dado que la violencia digital a menudo requiere intervención legal y técnica, es fundamental que los centros de atención social trabajen de la mano con abogados especializados en delitos cibernéticos y técnicos en seguridad digital. Esto garantizará que las víctimas puedan tomar medidas legales contra los agresores y eliminar el contenido ofensivo de manera efectiva.
A través de protocolos sensibles, capacitación continua y la creación de redes de apoyo, es posible brindar una atención efectiva que permita a las víctimas recuperar su bienestar y seguridad. Las mujeres que sufren violencia digital merecen una respuesta que las proteja y las acompañe en su camino hacia la justicia y la recuperación, y el Trabajo Social debe estar al frente de esta misión.
Imagen creada con IA por LCR
