Por Guadalupe López García
En el diagnóstico Nombrando lo innombrable: trabajo doméstico y de cuidados en tiempos de pandemia se identificaron 16 actividades que agrupan 109 tareas domésticas, clasificadas como actividades productivas no económicas o no remuneradas. En cuanto al cuidado de personas, se registraron cuatro divisiones que concentran 88 tareas. La mayoría de estas, en ambos casos, son realizadas por mujeres.
Durante la pandemia, el trabajo se incrementó en 23 tareas y surgieron tres tareas más en los dos rubros; entre ellas, el cuidado de personas enfermas de covid-19, de acuerdo con el estudio. Las mujeres, en su papel de esposas, madres, hijas, abuelas y nietas las realizan a diario, a la semana, cada quince días o al mes. La falta de distribución en esos tres ámbitos ha provocado que se duplique o triplique sus jornadas de trabajo, aunadas a su participación en el mercado laboral y al autocuidado.
Los resultados del estudio, elaborado por María Magdalena López Rocha y Claudia Guichard Bello, auspiciado por el Instituto Municipal de las Mujeres de Oaxaca en 2021, se presentaron durante la sexta sesión del Seminario de Género, organizado por el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), Región Pacífico-SUR.
En esta contabilización se tomaron como base los registros de la Encuesta Nacional sobre Uso del Tiempo (ENUT, 2019) y la Clasificación Mexicana de Actividades de Uso del Tiempo (CMAUT, 2014). Los datos se cruzaron y se enriquecieron con la experiencia de 14 mujeres de la ciudad de Oaxaca de Juárez, mediante entrevistas abiertas.
El análisis visibiliza y reconoce esa cantidad de tareas clasificadas por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) en sus encuestas. Consignarlas ha sido un paso relevante; lo que sigue es difundir y nombrar lo que la generalidad oculta, porque significa tiempo, gasto de energía, inequidad y valor, entre otros aspectos, indicaron las autoras.
En sus conclusiones, detallaron que el estatus privado de los hogares y la subestimación del trabajo doméstico ha favorecido que continúe el ocultamiento de privilegios para algunos miembros, fundamentalmente para los hombres, y las inequidades e injusticias para las mujeres.
La exposición de la minuciosidad de las tareas que las mujeres realizan a diario permite comprender sus efectos en los aspectos físicos y emocionales de ellas; sobre todo, conocer, de su propia voz, el impacto que tiene para sus vidas. López Rocha comentó que, incluso, las entrevistas se realizaron por la noche y duraron hasta cinco horas: “Era una manera hasta de terapia y catarsis”. No obstante, hubo dificultad para que hablaran críticamente de lo que pasa en la intimidad de sus hogares.
Las tareas domésticas y de cuidados se distinguen por ser tangibles e intangibles, sencillas y complejas, fáciles y pesadas, repetitivas e inagotables. Demandan mucho o poco tiempo. Una persona estaría imposibilitada para hacerlas todas en un día o hasta un mes, pero es un hecho que la mayor parte de ese trabajo, considerado rutinario, tedioso, cansado y aburrido, recae básicamente en las mujeres; sobre todo, las que desempeñan el papel de madres, quienes no tienen ni opción ni excusa para no llevarlo a cabo.
Durante la sesión del seminario, coordinada por la investigadora Margarita Dalton, López Rocha y Guichard Bello expusieron que la cantidad y multiplicidad de tareas domésticas depende, en gran medida, de las condiciones socioeconómicas que poseen las familias. La clasificación presentada podría seguirse enriqueciendo desde de la condición y el espacio donde se mueven las mujeres.
Entre las 16 actividades desarrolladas en los hogares, se enlistan limpieza de la vivienda (14 tareas). En este rubro, durante la pandemia se incrementaron las labores en cinco tareas y se agregó una tarea nueva. Otra es la limpieza y ordenamiento de la cocina (siete tareas y el incremento de labores en dos tareas).
Están, además, la limpieza y ordenamiento del sanitario que implica ocho tareas; durante la pandemia cinco se incrementaron. En cuanto a la limpieza y ordenamiento de dormitorios hay siete tareas y en la preparación y servicio de alimentos, cuatro tareas. Durante la propagación de la covid-19 hubo un incremento en siete tareas.
Hay otras actividades relacionadas con el cuidado de mascotas y del jardín, el mantenimiento de los bienes como del transporte familiar, el trámite y gestión de servicios y las actividades mentales de planificación y resolución de problemas. Las mujeres fueron las que mayormente cuidaron a personas con covid-19, pero cuando ellas enfermaban, no les lavaban la ropa.
Las cuatro grandes divisiones del cuidado son la atención a personas enfermas (19 tareas), a adultas y adultos mayores de 65 años y más (29 tareas), a infantes y adolescentes (22 tareas) y a personas dependientes (18 tareas). De cuidados personas se incluye el autocuidado (ocho tareas), estudio y adquisición de habilidades (seis tareas) y la convivencia social y prácticas cívicas (1 tarea).
Foto de Eda Hoyman desde Getty Images