Por Polett Delgado
Desde hace cuatro semanas que Coahuila entró en un estado de emergencia por violencia de género, y que autoridades no lo reconozcan no quiere decir que no exista.
Los 12 feminicidios ocurridos casi de forma continua son únicamente la punta del iceberg que generó que los ojos fueran puestos en nuestra entidad la violencia de género se disparó en todas sus formas.
La región norte tiene de 5 a 6 denuncias por violencia sexual cada mes, la región laguna concentra el mayor número de mujeres asesinadas, mientras que en la sureste las mujeres se están quitando la vida.
En tan solo 7 horas del día domingo 14 de Julio, 3 mujeres se suicidaron una más lo intentó.
A pesar de que la secretaría de salud federal tiene registrados 101 intentos de suicidio por parte de mujeres coahuilenses en 24 semanas del 2024 no me conformo con aceptar estadísticas de una autoridad que se mantiene ajena al sufrimiento de sus mujeres e inevitablemente recuerdo a Catherine.
Fue el pasado 14 de marzo cuando Daniel Alejandro N reportó al número de emergencias de Coahuila que su ex esposa Catherine de 31 años de edad se había quitado la vida, sin embargo peritos de la Fiscalía General del Estado determinaron que se trataba de un feminicidio por lo que tuvieron que localizar a Daniel quien ya se había ido de la entidad y se había llevado a las 2 pequeñas hijas de ambos.
Considerando el repunte de madres de familia a quien se les ha arrebatado la vida, los casos de depresión y que tenemos el quinto lugar con mayor número de denuncias por violencia intrafamiliar considero que es aceptable y razonable mi duda respecto a los hechos acontecidos en las últimas horas y la exigencia hacia las autoridades para que las investigaciones se realicen de manera profunda y se determine la verdad de lo acontecido alrededor de cada una de ellas.
Las opiniones aquí vertidas son responsabilidad exclusiva de su autora y no necesariamente representan la postura de La Costilla Rota.
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