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Por Alicia Mejia Gómez
Las amenazas o riesgos contra los tres componentes básicos del Estado (territorio, población y gobierno) deben ser estudiados con profundidad a partir del análisis de inteligencia, para actuar oportunamente, proteger la integridad, estabilidad y permanencia del país.
En regímenes democráticos, la mirada para anticipar estos antagonismos debe considerar la diversidad que caracteriza a las sociedades de este siglo. 
De tal manera, el desafío es grande pues los agentes hostiles a los Estados se han diversificado, la presencia de actores no estatales como la delincuencia organizada trasnacional, los terroristas, agentes subversivos, entre otros, representan un enorme reto para la preservación de la paz.
De forma paralela, las agencias responsables de la generación de inteligencia se enfrentan a la gran cantidad de datos disponibles en la era digital, la lucha cotidiana contra la postverdad y la interconectividad obligan a que la diseminación de la información cuente con un rigor mayor al que se establecía en décadas anteriores.
Es así como el ciclo de inteligencia es el recurso metodológico por excelencia, se considera un referente indispensable para articular análisis, cuenta con un diseño que retoma el método científico de las ciencias sociales. Cada una de las etapas que componen esta técnica se allega de los recursos disponibles para tener la versión completa del tema de interés:
- Primero, en la planeación es preciso el acercamiento a la problemática o fenómeno que interesa analizar, dar sentido a cada una de las partes para saber qué datos es necesario recolectar.
- Segundo, en el acopio de información o recolección, se deben considerar todas las variables posibles para que los datos reflejen todas las perspectivas respecto a un problema.
- Tercero, el procesamiento y análisis pone a interactuar las variables en juego, es decir, las partes que se unirán para dar sentido a esa información deben evitar cualquier tipo de prejuicio o estereotipo que deriven en una obviedad o discrimine a un sector de la población.
- Y finalmente, la difusión debe llegar realmente a quien permita contar con una retroalimentación adecuada.
Consecuentemente, el producto obtenido a partir del ciclo de inteligencia se caracteriza por su integralidad, certeza y oportunidad, lo que permite tomar decisiones en temas de seguridad sensibles para el Estado.
Cabe señalar que, la falta de perspectiva de género dentro de cada una de las etapas del ciclo de inteligencia revela un pecado metodológico en estos trabajos, el sesgo.
Es así como, al ponerse los lentes de la perspectiva de género en cada una de las etapas del ciclo de inteligencia, las y los analistas podrían sacar a la luz signos que podrían pasarse por alto, lo que se conoce como “cisnes negros”.
Habrá que reforzar la idea que el primer paso para una correcta incorporación de la perspectiva de género en el ciclo de inteligencia es incluir a especialistas, principalmente mujeres, en cada una de las etapas, pero en especial en aquella que marca y establece la política fundamental en materia de seguridad nacional.
Finalmente, México tiene una oportunidad mayúscula para hacerlo, pues las tendencias indican que a partir de octubre tendremos a una mujer como la próxima presidenta, quedando el reto que con este contexto se implemente de forma efectiva una visión integral y plural en todas las agendas de seguridad.
Foto Captura de video, Delegación de Paz del Gobierno de Colombia. Composición LCR
La opinión de la autora no compromete la posición institucional de Amassuru
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AMASSURU MUJERES EN SEGURIDAD
Somos una red de mujeres que trabajan temas de Seguridad y Defensa en América Latina y el Caribe (ALC), creada para promover el trabajo de las mujeres en el área, además de facilitar la visibilidad y los espacios de discusión en la región. Juntas, somos mucho más poderosas, por eso creemos que es central crear una red entre nosotras, en un área como la de seguridad, en la cual hemos sido segregadas históricamente. Somos una red independiente y apartidaria de mujeres que trabajamos en diversas áreas, incluyendo la investigación, la docencia, el trabajo directo en políticas públicas y prevención, el periodismo, las ONGs, los gobiernos nacionales y locales, así como en organizaciones internacionales y la academia, entre otras áreas. La red de Amassuru está enfocada en la seguridad en el sentido amplio, englobando temáticas de seguridad ciudadana, seguridad humana, seguridad internacional y justicia.
