Por Alejandra Anderson
Esta es una de las preguntas más fuertes que hacemos para ver si la gente logra empatizar con alguna causa. ¿De verdad es tan necesario vivirlo para poder entender que las mujeres no vivimos seguras en México?
No serán las formas nunca, pero a veces son las únicas que nos quedan porque así nos han orillado. Vivimos en un mundo donde te espantas por las que luchan y hay tanta indiferencia para las que mueren.
Unos días después del 8 de marzo, Karem fue brutalmente asesinada mientras salía de su trabajo por la mañana, por una persona de su confianza. Desde ese día todo cambio, algo se rompió. Lo que muere cuando hay un feminicidio es todo un conjunto. Morimos todos los allegados un poco; y cada paso que damos después esta muerte marca y duele más que el anterior.
La revictimización de la familia, y los juicios legales y sociales siempre encuentran la manera de culpar a la víctima y de castigar a quienes sobrevivimos.
Cuando hay un acto tan violento contra una persona no solo se cuestiona uno la vida; todo se vuelven preguntas constantes siempre cuestionándonos donde no hay respuestas suficientes. Mi sobrino me preguntaba al yo ser activista si se haría justicia, y desde ese día no me lo dejo de preguntar. Desde el profundo dolor de perder a una de las mías no me dejo de preguntar ¿y qué es justicia? Lo que conoce el ser humano como tal es privar de su libertad a una persona que atenta contra otra, eso en cuanto a lo legal, pero ni el sentido moral, ni el legal, alcanzarán jamás para devolverte a nadie.
No justifico acciones como las de Taxco donde la violencia llama a más violencia y donde lo que más me sorprendió al ver ese video de las agresiones contra la victimaria, es cómo fue abusada a su vez por un pueblo enfurecido donde sabemos que la justicia no existe y la tomamos por nuestras propias manos. ¿Cuántas tendremos que morir para parar esto?
No sentir rabia es un privilegio con el que yo ya no cuento. Dicen que el amor que compartiste Karem, nunca desaparecerá. Con el tiempo, ese amor nos dará la fortaleza para seguir adelante, no se si sea cierto pero esa fe es la que nos mantiene. Hay dolores que no se van que solo aprendes a vivir con ellos. Hoy sé que el feminismo del que tanto se quejan, también gritará por ti el día que lo necesite, o que nos faltes.
A mi, me falta un pedazo del corazón. Me faltas tú prima.
Karem, hoy cumpliría 45 años, pero ya no regresará a la casa donde nos hace tanta falta. Se la llevaron, pero con ella también se llevaron un pedazo de cada una de las personas a su alrededor que la amábamos. Este día no tenemos a quien cantarle las mañanitas, a quien recordarle lo mucho que la amamos, pero lo peor de todo es que este mismo día me digo ¡qué injusta es la vida en todo momento! porque cada día son 11 familias más que viven esto en México. Me dueles México, me dueles Karem. Hoy me falta una de las mías.
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ALEJANDRA ANDERSON DÍAZ
Promotora y empresaria de destilados mexicanos. Presidenta de las mujeres del mezcal y agave capítulo Durango. Activista feminista, activista de derechos migratorios y activista lgbtq+. Parte de la tribu duranguense, del frente de la sororidad y de cruz roja.
