Por Omega Vázquez
Otra raíz de la violencia está en las omisiones de cuidados y el maltrato a las y los niños
Omega Vázquez. Periodista.
Hay personas allá afuera teniendo hijos que no desean o que nacieron por deseo pero no tienen herramientas personales ni recursos para darles lo que necesitan.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) de México, en 2020, el 4.7% de los niños y niñas menores de 5 años sufrieron desnutrición crónica. Además, en 2018 se reportaron 29,422 casos de maltrato infantil en el país. Estas cifras son preocupantes y requieren medidas efectivas para proteger a la infancia del abuso.
Mucho nos preocupamos por la violencia, por la descomposición social y por la creciente aparición de sociópatas que son capaces de todo sin empatía por los demás. Pero ¿De dónde nacen estos supuestos monstruos sociales? personas que son capaces incluso de asesinar, de traficar veneno o de comprar y vender niñas o de hacer fraudes millonarios, de violentar a los demás.
Podrían ser los hijos de la carencia.
Las carencias generan violencias, hay niñas y niños que nacen en México por todo tipo de motivos que no necesariamente son porque los deseen para amarlos, cuidarlos y protegerlos. Muchos pueden no haber sido deseados, ya sea por falta de prevención, desinformación, abuso o violación.
Algunos otros nacen solamente para complacer las necesidades de sus progenitores, por soledad, por tradición, presión social, para asegurar una pareja, etc.
En esas condiciones, llegan a este mundo para recibir diferentes tipos de carencias y violencias.
Carencia alimentaria
Los efectos de la desnutrición por mala alimentación (la cual se da principalmente en familias con precariedad económica pero también en niñas y niños mal alimentados en clases media y alta ) durante la primera infancia (0 a 8 años) tiene efectos devastadores y duraderos. Impide el desarrollo conductual y cognitivo, el rendimiento escolar y la salud reproductiva, últimamente sabemos que la salud mental es también duramente afectada por una mala alimentación durante el embarazo y edad temprana. Y puede desencadenar en transtornos de por vida.
Numeralia
El 23.5% de la población vive en pobreza alimentaria (CONEVAL, 2022). De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2018, existen 881,752 niños con desnutrición crónica en el país. En el país la desnutrición crónica en zonas urbanas es de 7.7% y en zonas rurales de 11.2%.
* El 60% de las personas con hambre son mujeres
* Ocurren 8 millones de muertes prematuras al año por la malnutrición.
* Cada 10 segundos muere una niña o un niño por causas relacionadas con la desnutrición.
La mala alimentación no es solamente un tema de dinero, es un asunto de cultura y cuidados.
Cada vez más menores son arrancados del pecho de sus madres, privándoles, por comodidad y por mercadotecnia de la leche materna que es gratuita y tiene enormes beneficios para el bebé.
Alimentados desde pequeños con fórmulas lácteas elaboradas con dudosa ética, que en muchos casos se ha demostrado a pesar de su enorme poder económico y publicitario, llegan a tener sustancias para los pequeños humanos.
Comida procesada, comida rápida, chatarra, instantáneas, exceso de hormonas y cancerígenos, cero valor nutricional, agua contaminada, pesticidas, es un milagro que esos chicos rebasen los 10 años.
Carencia afectiva y de cuidados.
En México hasta el siete de cada 10 hogares son encabezados por la madre sola y/ o por uno solo de los progenitores.
Las jornadas de trabajo son de ocho a 12 horas. Como consecuencia millones de menores, niñas niños y adolescentes pasan largas jornadas solos en casa. O al cuidado de abuelas, tías, hermanos mayores y vecinas.
Son pocos quienes tienen cuidados por 24 horas, incluso con la posibilidad económica, se quedan también a cargo de nanas o personas de ayuda en casa.
Sólo 1/3 de la población tiene la posibilidad de llevarlos a actividades deportivas o culturales por las tardes.
Sin embargo, los cuidados y la atención que una niña o niño promedio necesita, tiene que ver con ternura, amor, escucha activa, atención personalizada, interés.
Datos que no están cuantificados en las estadísticas.
No es necesario que el niño sea objeto de causas extremas como el maltrato, negligencia, abandono, largas hospitalizaciones, separaciones o divorcios traumáticos, para verse en una situación de carencia afectiva más o menos grave. Unos cuidados de poca calidad contribuyen de manera significativa al deterioro del desarrollo del niño.
Los niños que no se sienten queridos por sus padres, con un ambiente frío, hostil, agresivo o negligente pueden acabar desarrollando trastornos psicológicos más o menos graves. Las consecuencias de las carencias afectivas sufridas durante los primeros años de vida son, con frecuencia, irremediables. Algunos de estos síntomas son:
1. Problemas con el control de los impulsos, con cambios bruscos de conducta y respuestas agresivas.
2. Desconfianza generalizada.
3. Deficiente desarrollo del lenguaje y habilidades sociales.
¿Les Suena ese tipo de conducta en adultos? Será mejor que iniciemos con el cambio de conciencia. Erradicar el adultocentrismo y revalorar importancia de respetar a las infancias. Honrar sus derechos humanos y enfocar todos nuestros esfuerzos de prevención a tener niñas, niños y adolescentes bien atendidos, deseados, maternados y paternados con responsabilidad y
amor.
A continuación, te presento 10 posibles soluciones para proteger a las infancias del abuso en México:
1. Campañas de concientización: es importante educar a la sociedad sobre la importancia de proteger a los niños y niñas del abuso y la violencia.
2. Fortalecimiento de las leyes y su cumplimiento: se deben implementar leyes que protejan a los niños y niñas del abuso y la violencia y asegurarse de que se cumplan.
3. Capacitación de los profesionales: es necesario capacitar a los profesionales de la salud, la educación y la justicia en la identificación y prevención del maltrato infantil.
4. Atención y apoyo a las víctimas: es importante brindar atención y apoyo a las víctimas de maltrato infantil y a sus familias.
5. Fortalecimiento de las redes de apoyo: se deben fortalecer las redes de apoyo comunitarias para proteger a los niños y niñas de situaciones de abuso.
6. Prevención del abuso sexual: se deben implementar programas de prevención del abuso sexual y educación sexual para niños y niñas.
7. Protección de los derechos de la infancia: se deben proteger los derechos de los niños y niñas y asegurarse de que se cumplan en todo momento.
8. Creación de espacios seguros: se deben crear espacios seguros para los niños y niñas donde puedan crecer y desarrollarse sin temor a la violencia.
9. Inversión en programas sociales: se deben invertir en programas sociales que apoyen a las familias más vulnerables y prevengan situaciones de abuso y violencia.
10. Participación de la sociedad civil: se debe fomentar la participación de la sociedad civil en la protección de los derechos de la infancia y la prevención del abuso y la violencia.
“El niño que no sea abrazado por su tribu cuando sea adulto quemará la aldea para sentir su calor”.
Foto de milanklusacek desde Getty Images Signature
