Sicariato digital

Con estas palabras me encontré un día de Enero del 2023 mientras manejaba por Puebla

por La Costilla Rota

#DenunciaFeminista

Por Edurne Ochoa

—“Pinche perra, cuídate”

Con estas palabras me encontré un día de Enero del 2023 mientras manejaba por Puebla.
Colgué la llamada e inmediatamente y comencé a pensar qué caso llevaba, en qué reciente campaña había pisado callos, qué había posteado en mis RRSS para exigir justicia…

No, nada que amerite una nueva amenaza, porque ya en 2020 había recibido otra llamada amenazándome con levantarme y había puesto una denuncia, la cual sigue empolvada y esperando la justicia ante la apatía de las autoridades poblanas.

Entonces comenzó una historia de terror que bien podría ser llevada a la pantalla grande, así como #PueblaLeaks la persecución y amenazas que no pueden volver a suceder. Mi faceta de estratega política se activó y empecé a registrar toda actividad que saliera de la media que durante años he tenido que soportar: ciber acoso, mensajes de odio, señalamientos, persecución, grillas, etc.

Mi equipo ya me había entregado un reporte desde 2022 en donde el ataque en RRSS se había acrecentado, así como mis exigencias por localizar a las mujeres poblanas que habían sido sustraídas y de quienes las instituciones querían que se olvidara la ciudadanía.

Revisé mis carpetas y me di cuenta que esas cuentas llevaban atacando a un sin fin de adversarios políticos en Puebla, y que al mismo tiempo eran los porristas número uno del ex Gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta.

No me sorprendía, pues en 2021 también intentaron con una denuncia desde la función pública intimidarme. Según ellos, por enriquecimiento ilícito por 40,000 pesos, si, leyó bien. Y es que en Puebla vivimos años de persecución, amenazas, violencia, presos políticos, filtración de audios, y demás linduras.

Lo que no podía entender, era – por qué yo? No milito en ningún partido.

Soy Consultora Política con perspectiva de género, activista y feminista, tan peligrosa soy para el Gobierno? Tanta inestabilidad podría causar un twit mío?, o esto era algo más personal,

El tiempo y la justicia tendrán que responder estas preguntas, ante la denuncia penal que está en camino.

Pero en ese camino, también me moví y encontré muchas historias como la mía en otras mujeres que se atreven a alzar la voz, a participar en política, que son defensoras de derechos humanos y que desafían al Statu Quo. Enseguida pensé, estos meses de terrorismo psicológico, deben terminar en alguna acción buena que beneficie a muchas mujeres que atraviesan esto en silencio.

Encontré aliadas y aliados de todos lo sectores, llamadas de apoyo para preguntarme cómo me encontraba y a mi manada que siempre estuvo conmigo, pero también, al momento que comencé a visibilizar el hackeo a mis TICs, a subir evidencias de mis dichos, también el ataque a mi vida comenzó a desbordarse.

Ante esto, varios colegas decidimos realizar varias acciones las cuales pudieran mostrar a miles de mujeres que esto no es normal, que ser víctimas de ciber violencia politica no puede ni debe ser el costo, que ser espiadas para usar su información personal es un delito, que vivir con miedo no puede ni debe ser normalizado, terminé hasta Estados Unidos y Canadá para aprender más de Ciberseguridad y tener peritajes internacionales sobre la persecución y amenazas de los sicarios digitales que habían accionado una andanada contra mi persona, mi integridad y mi familia.

Es importante recordarles que lo que pasa en la vida Online, termina reflejándose en la vida Offline, porque genera violencia psico familiar digital, que atraviesa familias, parejas, amistades y tu entorno completo. Así, sucedió conmigo, hubieron semanas que no pude regresar a mi casa, por no saber qué estaba pasando, porque me dejaron incomunicada y quisiero jugar con mi mente a tal grado, que estuve dispuesta a irme a vivir a otro lugar.

Con el tiempo entendí, que el objetivo es sacarnos de la jugada, dejarnos solas y aisladas, como si quisieran que la gente pensara que estamos exagerando o locas por verbalizar lo que nos está sucediendo. Eso también me sucedió, no faltaron señores que minimizaron lo que estaba viviendo.

El sicariato digital existe, avanza y tiene nombre, apellido y dirección IP.

Por eso, he decidido emprender una lucha permanente para que se reconozca la ciber violencia politica, porque los sicarios digitales sean castigados y las historias de las mujeres sean visibilizadas. No pueden seguir teniendo la comodidad de nuestro silencio, o por lo menos, NO tendrán mi silencio.

En Puebla, me atrevo a decir, que no hay una mujer que haya denunciado y documentado tantos ataques como yo lo haré, y no creo que sea porque no lo hayan vivido, creo más bien que porque sigue vigente eso de “sino te quieres quemar, no te metas a la cocina”.

Las mujeres debemos de poner un alto, exponer a los #SicariosDigitales exigir mayor regulación del ciber espacio, implementar leyes contra la #CiberViolenciaPolítica contra las mujeres. Porque a 4 años de una persecución que he vivido, y que los últimos meses se ha acrecentado, estoy segura que solamente alzando la voz, denunciando y evidenciando a las y los autores materiales e intelectuales de este tipo de delitos, podremos comenzar a regular las nuevas palestras públicas que son las redes sociales y las TICs.

Estas amenazas, acosos y hostigamientos tienen un objetivo: silenciarnos, coartar nuestra libertad de expresión y regresarnos al espacio de lo privado.

Entiendo como consultora política que el contraste es siempre necesario en una elección, pero hasta donde está el límite, hasta cuándo destruir mujeres y sus familias se va a seguir permitiendo, hasta dónde tenemos que llegar para que las autoridades volteen a ver este fenómeno digital.

No sigamos esperando, las invito a sumarse en sus Estados para que existan regulaciones, leyes, observatorios y que podamos armar una gran red latino americana por nuestros derechos políticos en el espacio digital y las TICs.

Que nunca más, una mujer tenga que abandonar su territorio por una campaña en RRSS llena de misoginia, por ataques a su intimidad, por espionaje telefónico, por hackeo de sus TICs, y por creer que está sola.

Vamos por la figura de #CiberViolenciaPolítica y por las empresas sicarias digitales que cobardemente atacan a familias, ni la mafia se había atrevido a tanto.

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