Los Judas de nuestra actualidad

Para que exista un traidor tiene que haber una persona que confió en esa persona, de lo contrario pues simplemente no sucedería en un mundo ideal

por Yolanda Díaz

Por Yolanda Díaz

Acaba de pasar una festividad y tradición de mucha relevancia para la religión católica… La Semana Santa, en la cual los creyentes en esos días viven la muerte y resurrección de Cristo, para otros son días de guardar, de reflexión, y para otros tantos pues disfrutan de este periodo vacacional como mejor pueden y quieren.

Pero además en esta festividad hay otra costumbre que es la quema del Judas, dicha fiesta y/o costumbre es quemar, apedrear y/o linchar a este personaje que tuvo a mal traicionar a Jesús.

Hemos de recordar que Judas en la última cena tuvo el cinismo de besar a Jesús por eso se le llama “el beso de Judas” como sinónimo de traición.

Y de este tema vamos a hablar, los “Judas” que han pasado por nuestras vidas y de cierta manera nos han afectado, o mínimo nos han hecho pasar un mal rato.

Yo quiero suponer que todos hemos tenido un “Judas” en nuestras vidas, que hemos convivido con ese personaje que se dice ser familia, amig@, pareja, compañero de trabajo o conocid@.

Para que exista un traidor tiene que haber una persona que confió en esa persona, de lo contrario pues simplemente no sucedería en un mundo ideal, pero pues no vivimos en un mundo color de rosa evidentemente.

Una de las primeras traiciones fuertes que tuve fue cuando le conseguí trabajo a una supuesta amiga en el mismo lugar que yo, y cuando ella empezó a tener un amorío con el jefe y lo embaucó tuvo a bien correrme con un pretexto de lo más absurdo, pero no conforme con ello tiempo después yo trabajando en otro lugar (ella lo sabía) fue a pedir trabajo pero no se lo dieron no nada más porque no cumplía con el perfil requerido, sino porque ese puesto ya me lo habían ofrecido a mí, pero además mi jefe quería que la contratara para que fuera de mi equipo de trabajo y al contarle lo sucedido obviamente no fue contratada. El karma y/o la justicia divina le llegaron cuando menos lo esperaba.

Porque además aquí no venimos a poner ambas mejillas cuando alguien nos hace algún daño con alevosía y ventaja, a mí sí me da gusto que esas personas  lo paguen en esta vida, porque para nada soy “Yolanda de Calcuta”.

En el ámbito laboral se da mucho esta situación por muchos factores; por envidia, porque a algunas personas no les importa pisotearte para subir de puesto y muchas cosas más.

Me queda claro que volvemos a un tema muy recurrente; yaa que esto es cuestión de educación pero sobre todo de los valores y principios que se supone te inculcan en casa.

Bueno y ni hablar de política porque en esa área es donde está la mayor escuela de los “Judas”, que digo escuela, es un postgrado.

El tema es: ¿confiar o no confiar? Gran dilema ¿no? Pero aunque quisiéramos, no podemos ir por esta vida desconfiando de todo mundo, pero lo que sí podemos hacer es ser más cautelosos con la gente que nos rodea.

Y si en algún momento pasamos por algo así (una traición) aunque duele, lo mejor es no clavarse en el tema y dejarlo ir, porque eso de vivir con rencor no deja nada bueno, mientras tú estás haciendo “entripado” la otra persona ni en cuenta (hablo por experiencia propia).

Yo estoy segura que el mal que se hace en esta vida tarde que temprano lo pagas.

La maldad vuelve al remitente.

La envidia a quien la siente.

Las mentiras a quien las ha dicho.

El amor a quien lo ha dado.

La rueda gira para todos…

Sin más ni más…

Nos leemos la próxima semana.

Yolanda Díaz

IG @yoladiaz.n

Twitter @yoladiazn

 

 

Foto de bessefr desde Getty Images

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