No a la reforma de los Registros CISviles, eliminar la categoría de sexo de las actas de nacimiento, institucionaliza el borrado de mujeres

La recién aprobada reforma atenta gravemente contra los Derechos Humanos de las niñas y los niños e institucionaliza el borrado de las mujeres, esta acción legislativa deshumaniza y despoja de la condición de sexo a las y los recién nacidos, dejando al libre albedrío de las madres y padres la determinación de género de “la persona” nacida

por Yndira Sandoval

Por Yndira Sandoval

@YndiraSandoval

La recién aprobada reforma a la Ley del Registro Civil promovida por Morena y respaldada por el PRI, el PVEM y la abstinencia cómplice del PRD con la salvedad tres votos claramente y sin titubeos que se emitieron en contra de este último grupo parlamentario en el pleno de sesiones de la LXV Legislatura en San Lázaro, atenta gravemente contra los Derechos Humanos de las niñas y los niños e institucionaliza el borrado de las mujeres, esta acción legislativa deshumaniza y despoja de la condición de sexo a las y los recién nacidos, dejando al libre albedrío de las madres y padres la determinación de género de “la persona” nacida.

Pretender pasar estos actos de discriminación y misoginia como reformas de avanzada o una agenda progreCISta -sí, así con C y en mayúsculas-  con  “C”  de “Caballos de Troya” como parte de las manifestaciones del patriarcado y su constante e imparable violencia a partir de que sean los hombres quienes persistan en querer ser quienes definan lo que implica o no, ser mujeres.

Lo cierto y más grave, es que estos troyanos tengan eco, representación y una fuerza política que los respalde, lo que claramente deja en relieve que las mujeres, niñas y niños estamos en total desamparo y orfandad política en este país.

Si bien el sexo es la categoría biología que define y diferencia los cuerpos vívidos que habitamos, mientras que el género es la construcción social que ha sido usada como herramienta para generar, promover, profundizar y fortalecer los esquemas de desigualdad, injusticia social y por ende de violencia principalmente contra las mujeres basadas en nuestra condición de sexo; borrar esta categoría en los documentos oficiales de registro en nuestro país de manera “legal”,es más que claro que estamos enfrentando una violación institucional y sistemática a los Derechos Humanos.

Imaginemos por ahora, (porque se avecina en un futuro inmediato verlas en la realidad),  las filas de hombres con una nueva acta de nacimiento tramitando una INE y busquen una candidatura como mujeres, y claro para mil trámites más;

Al tiempo que imaginamos cómo las niñas no podrían acceder a derechos por su condición de sex a vacunas que prevengan el papiloma humano por ejemplo.  La esfera 12 de Beijing “La Niña” en medio de esta andanada patriarcal, perderá todo sentido pese a su categoría como instrumento internacional para el adelanto de las mujeres.

Preguntémonos sobre los impactos en normas  como las Nom. 046, 025, 035 o bien en leyes como la Ley General de los Derechos de las  Niñas, Niños o Adolescentes, o la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia y un centenar de marcos jurídicos más, a los que no se podrá acceder porque ya no se es mujer, sino a los ojos del patriarcado todas somos personas.

Esta reforma no es una nimiedad, es gravísimo y NO, NO SEÑOROS, ¡NO SOMOS PERSONAS!

Quienes a diario nacen, habitan cuerpos sexuados y genitalizados, donde la categoría de sexo define dinámicas políticas, sociales, culturales y económicas, entre otras; en las distintas esferas de desarrollo de la vida humana, lo cual no puede pasarse por alto pensando que al amparo de la inclusión  ésta condición, la de sexo, sea irrelevante en un acta de nacimiento.

Porque no nos violan personas a otras personas;

No nos matan personas a otras personas;

No nos explotan sexualmente personas a otras personas;

Lo hacen hombres con el privilegio de ser hombres en un sistema patriarcal, contra mujeres y niñas principalmente por nuestra condición de sexo.

El despojo de la condición de sexo, expropia también de la dignidad humana, reduciendo y diluyendo hasta borrar en la generalidad las inequidades que nos diferencian biológica, social y políticamente, lo que indudablemente define a los hombres y las mujeres, así como a las niñas y niños.

En la Cámara de diputados y diputadas cometieron una grave violación a los Derechos Humanos, misma que el Senado de la República está obligado a reparar, con base en los tratados e instrumentos internacionales como la Convención de los Derechos del Niño y de la Niña, CEDAW, así como el principio constitucional del interés superior de la infancia, y deberán hacerlo sin dilaciones.

Es un urgente cerrarle la puerta a los Caballos de Troya que a través de estas reformas buscan abrirles camino a quienes se han venido se frotando las manos representando   los intereses del mercado como principal bandera, es inaplazable poner un alto a quienes han visto en México un paraíso “legal” donde todo podría comercializarse.

Las abolicionistas, es decir las mujeres feministas, no somos ingenuas, y siempre hemos dimensionado las implicaciones de cada movimiento de los miles de tentáculos del sistema patriarcal y capitalista, por ello tenemos claro que los cambios en el registro civil no es un tema de trámites o un asunto menor, ya que esta reforma es parte de la oportunidad por la que siempre asechan quienes ven en las mujeres, las niñas y niños una mercancía.

Borrar la categoría de sexo en las actas de nacimiento es una castración social y civil contra los niños y una invisibilización y despojo como sujeta política y de derechos para las niñas. Si nace una niña el Estado está obligado a registrarla y protegerla.

No al borrado de la categoría de sexo en las actas de nacimiento;

No a la reforma a la Ley de Registros Civiles;

¡NO AL BORRADO DE LAS MUJERES!

 

 

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