Por Verónica Chalita
“De la tierra violenta nacen las flores de la revolución” (Autor, s.f.)
El sol a plomo y las jacarandas de Paseo de la Reforma resguardando y acompañando el trayecto del grito sonoro que clama el cambio y la justicia, como haciendo juego con los corazones violetas de miles de mujeres, latiendo al compás del mismo canto.
En todos y cada uno de los contingentes, independientemente de sus demandas particulares, se expresaba el mismo sentir; el clamor del dolor y la indignación, y por supuesto, la fortaleza de la unión. Entre niñas, jóvenes y mujeres adultas, la ola violeta vibró en las fibras más sensibles de cada mujer.
La tierra retemblaba al unísono de “Amiga, hermana, si te pega no te ama”, “Ni una más, ni una más, ni una asesinada más”, “Ahora que estamos juntas, ahora que sí nos ven, abajo el patriarcado ¡se va a caer! ¡se va a caer!, arriba el feminismo ¡que va a vencer! ¡que va a vencer!, “Mujer, escucha, esta es tu lucha”, “Señor, señora, no sea indiferente, se mata a las mujeres en la cara de la gente”, “En falda o pantalón, ¡respétame, cabrón”, y tantas consignas más que enardecían el ánimo y eran el alimento para continuar el recorrido durante horas.
El abrazo sororo del alma que busca infatigablemente ver caer las estructuras de un patriarcado anidado en las entrañas de una sociedad pestilente y caduca, y que hoy finalmente comienza a craquelarse.
El feminismo se ha ido apropiando de los espacios y permeando en las conciencias. La empatía, el acompañamiento, y el despertar cada vez es más nutrido; se multiplica, envuelve y abona a la esperanza de un futuro mejor para las actuales y nuevas generaciones.
Y cómo ser indiferente, si cada día, en promedio 11 mujeres son asesinadas en México por el mero hecho de ser mujeres, 25 mil están desaparecidas y el 45% ha sufrido algún tipo de agresión o acoso sexual a lo largo de su vida; si la violencia hacia las mujeres en todos los ámbitos de la vida se ha normalizado durante siglos.
Estamos frente a todo lo construido durante décadas de lucha. Gracias a todas las incansables que nos han abierto los caminos de la libertad, del reconocimiento de los derechos y de la decisión.
Las jacarandas del 8M; una sola causa, una sola lucha: la nuestra.
Foto Captura de Twitter https://twitter.com/CadenaLety/status/1633656845444214784?s=20
