Jerez, Zacatecas. El más ¿alegre? de los pueblos mágicos

Hoy, con profunda nostalgia en mi corazón, vengo a compartirles el sentir que se percibe desde el pequeño rincón de la Suave Patria. Hoy, contrario a lo que escribió López Velarde, la Patria ya no es ni impecable ni diamantina

por Sandra Verónica Rivera Ramírez

Por Verónica Rivera

Queridas lectoras, queridos lectores:

Hoy, con profunda nostalgia en mi corazón, vengo a compartirles el sentir que se percibe desde el pequeño rincón de la Suave Patria. Hoy, contrario a lo que escribió López Velarde, la Patria ya no es ni impecable ni diamantina. Hoy, Jerez de García Salinas, tierra de mi padre, no es más el pueblo que solía alegrarnos los corazones.

Hoy Jerez nos duele. Un municipio destrozado por la violencia, manchado por la sangre derramada de cientos de personas, desolado por las familias desplazadas y cuyas postales ya no son las fuentes ni las jardineras del Rafael Paez, sino que ahora, esas postales son fichas de búsqueda, son fotografías de todos los desaparecidos.

Hoy ya no hay niñas que asoman por la reja con la blusa corrida hasta la oreja y la falda bajada hasta el huesito. Hoy hay niñas desaparecidas, secuestradas por un Estado que no piensa en sus habitantes, olvidadas por un Estado que sigue jugando a la absurda y barata política de siempre, política de unos cuantos, política de un apellido. Hoy hay madres buscando una respuesta y suplicando por tener algún indicio del paradero de sus hijas, de sus hijos. Hoy hay amigas marchando para exigir justicia, hoy hay un bebé de 6 meses esperando el regreso de su madre, hoy Frida no está. Hoy hay mucho miedo, mucha incertidumbre, pocas respuestas y nula justicia.

La mitad del corazón que escribe estas líneas, late con sangre jerezana. Ese pueblo mágico, declarado desde 2007 como el “más alegre” de todos. ¿Y cómo no?, aquí no olvidamos esas bellas tardes en la Tacuba acompañados de la Sinfónica del Estado, haciendo vibrar a cualquier oyente desde las primeras notas del caballo mojino, tampoco olvidamos los encuentros poéticos en el Teatro Hinojosa, las jornadas lopezvelardeanas o los foros feministas del Foyer. Echamos de menos los domingos soleados de bolear las botas al son de la tambora, los mezcales del Tizoc o los vampiritos del Carta, extrañamos ir por la tradicional raspanieve y degustar una exquisita tostada de cueritos. Todo, absolutamente todo, con una tranquilidad particular. Como lo describió el poeta nacional: en la aldea la vida buenamente se pasa… o al menos, así se acostumbraba.

Hoy Jerez es otro, es diferente si, está transformado. Hoy no hubo Carnaval de Primavera, una fiesta que muchas veces disfrutamos y que por ahora, tuvo que ser cancelada por los últimos hechos en el municipio; a pesar, incluso, de la necedad de las autoridades por mantener “viva” la festividad.  Y es que desde hace varios meses, en el condado se escuchan más los estruendos de las balas que de la tambora.

Con este desalentador panorama, hay virtudes jerezanas que hay que destacar. La comunidad está hablando, el pueblo está exigiendo justicia. Este 2023 la conocida “jerezada” no fue un festín de colores, bailes y música; este año hubo una marcha pacífica, con pancartas y mensajes dirigidos a las autoridades, para que ser jerezano no cueste la vida. Este año las candidatas a reina de primavera, se unieron al sentir de su comunidad y decidieron no ser partícipes de un momento en donde poco hay que celebrar. Hoy varias agrupaciones musicales, con todo y el efecto que puede provocar en sus bolsillos, decidieron solidarizarse con el pesar de las familias de las víctimas. Y es que si realmente las autoridades ‘entienden el dolor’, entonces ¿por qué tenemos que exigir?, ¿por qué tenemos que marchar?

Hoy ese lindo valle auspiciado por la imponente Sierra de Los Cardos teme por la seguridad de sus habitantes. Hoy esa comunidad busca desaparecidos, hoy esa comunidad abandona sus hogares por temor, hoy ese pueblo llora a sus muertos.

Y sí, las autoridades deben responder, deben dar la cara. Porque son quienes están al frente del Estado, quienes tienen el uso legítimo de la fuerza. Es cierto, la disputa entre varios cárteles del crimen organizado por el territorio zacatecano no es novedad; pero al menos la voluntad política debe existir, a través de exigencia de apoyo a fuerzas estatales y nacionales, a través de la garantía de seguridad para estudiantes, comerciantes, gente de a pie que todos los días busca la manera de ganarse honradamente la vida, a través, al menos, de escuchar a familiares de las víctimas y ayudarles a hacer más llevaderos los procesos judiciales.

Hoy Jerez nos duele. Pero espero que este triste y obscuro capítulo en la historia del municipio esté próximo a terminar. Jerez merece más. Estoy segura que el terruño se va a reconstruir y volverá a entregarnos tardes verdaderamente mágicas. Pronto volveremos a estar en esas bancas del jardín, caminando por la alameda, bailando en la Tacuba, tomando café en La Botica o enamorándonos bajo cualquier atardecer.

 ¡Hasta el año venidero, señores, que regrese pa’ Jerez!

 

 

Foto Captura de Pantalla de: https://twitter.com/JLM_Noticias/status/1627719719791755291/photo/1

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