#MexicanasHaciendoHistoria
LaCostillaRota.- Este 22 de octubre, el buscador más utilizado del mundo, Google, rindió homenaje a la médica cirujana mexicana, Esther Chapa Tijerina, quien como mujer, fuera pionera en el ejercicio y la docencia de la medicina en la UNAM y una destacada feminista que luchó por los derechos de las infancias y el voto de las mujeres en nuestro país.
Esther Chapa Tijerina, nació el 22 de octubre de 1904, en Tampico Tamaulipas, hija de una familia de clase media que la apoyó en sus deseos de realizar sus estudios en la Ciudad de México, donde se convertiría en médica cirujana, escritora, feminista, sufragista, periodista, sindicalista y activista mexicana en pro de los derechos de las mujeres y de los derechos de la infancia.
Su participación en el movimiento feminista mexicano en la década de 1940, la llevó a cabo junto a Matilde Rodríguez Cabo y María Lavalle Urbina; en este contexto, perteneció al grupo de mujeres e intelectuales que fundaron varias organizaciones en su país, entre ellas el Frente Único Pro-Derechos de la Mujer, donde fue una de las personalidades más visibles.
En la época de Cárdenas, las mujeres se organizaron sobre todo alrededor del Frente Único pro-Derechos de la mujer, donde había una fuerte influencia del partido comunista. Llegaron a tener más de cincuenta mil afiliadas de unas ochocientas asociaciones de todo el país, donde todo tipo de mujeres se unían, porque lo que tenían en común era la reivindicación de derechos que afectaban a todas, como por ejemplo la igualdad de salarios con los hombres.
Formó parte del Comité Coordinador para la Defensa de la Patria, que se formó durante la segunda guerra mundial, tras alinearse México con Estados Unidos y por si el país entraba en la batalla, para que la población femenina estuviese preparada para atender situaciones de emergencia. Luchaban en contra del fascismo, según ellas proclamaban.
También formó parte de otro proyecto, dentro del Frente Único Pro-Derechos de la Mujer, ya que fue la promotora y organizadora de la Cárcel de Mujeres de Santa Martha Acatitla, aunque no llegó a participar en su creación.
Matilde Rodríguez Cabo, la invitó a colaborar como cooordinadora de previsión social y fue directora de la cárcel de Lecumberri -mixta en ese momento- y trató de eliminar las irregularidades, ayudar y apoyar a las mujeres de la cárcel. Sufrió un intento de motín por parte de los presos que no estaban de acuerdo con lo que estaba haciendo y se pudo evitar con la llegada a tiempo de la policía.8
Esther Chapa, fue una ferviente defensora del derecho al sufragio femenino en México y plasmó parte de su pensamiento al respecto en su libro El derecho de voto para la mujer de 1936, donde afirmó que «…el ejercicio de la ciudadanía era el primer paso para la autonomía femenina».
Cada año, desde el año 1930, dirigió una carta a la Comisión Permanente de la Cámara de Diputados, hasta 1953, año en el que se consiguió el sufragio femenino en México.16Sostenía que las mujeres estaban igual de preparadas que los hombres para votar y que eso era indispensable para tener más conocimiento de la situación del país. Lo defendía como algo necesario para la democracia, ni como una cuestión secundaria, ni solamente para las mujeres, si no como algo esencial del sistema democrático.
Entre otros asuntos, se preocupó por la educación sexual de las niñas proletarias, los embarazos de adolescentes y también buscó otras maneras de integración en la sociedad de las mujeres que ejercían la prostitución, ya que veía su origen en una razón económica de las mujeres cuando no tenían otra posibilidad.
Además de las mencionadas anteriormente, perteneció a diversas agrupaciones, políticas y sociales como el Bloque Nacional de Mujeres Revolucionarias, Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado, Movimiento Femenino Sufragista, Sociedad Mexicana de Amistad con China Popular y Sociedad de Amigos de China Popular; científicas o académicas como el Consejo de Enseñanza de la Microbiología y Sociedad Mexicana de Hematología; y gremiales, como la Asociación de Médicas Mexicanas.
Según la investigadora Enriqueta Tuñón Pablos, fue una de las mujeres más valiosas de México en el siglo XX. Por ser una persona activa, preocupada por la sociedad y sobre todo para que las mujeres consiguieran una situación de equidad respecto a los hombres, para la sociedad mexicana.