No estoy bien ¿está mal?

¿Por qué no normalizamos decir la verdad? ¿Por qué no nos mostramos tal cuál?

por Yolanda Díaz

Hagamos un ejercicio: yo hoy a ti lectora, a ti lector, te pregunto en forma de saludo; hola, ¿cómo estás? Tu respuesta en automático seguramente será: muy bien, ¿y tú? A lo cual lo más probable es que responderé; muy bien también, gracias.

¿De verdad estás bien? ¿yo estoy bien?

Pero eso no lo sabemos porque con el paso del tiempo nos enseñaron a “mentir” si ese fuera el caso.

Qué pasaría si mi respuesta fuera; estoy mal, seguramente no sabrías que decir a eso, te quedarías un poco sacad@ de onda porque, evidentemente, no estamos acostumbrad@s a escuchar esa respuesta.

¿Por qué no normalizamos decir la verdad? ¿Por qué no nos mostramos tal cuál?

Seguramente porque no nos gusta que vean esa parte vulnerable que tenemos tod@s, porque nos da pena, porque nos enseñaron a mostrar nuestra mejor “cara” ante los demás, porque a la gente no le gusta rodearse de gente “con problemas”.

Pero si dijéramos que estamos mal, seguramente alguien nos podría ayudar en sobrellevar ese trance.

Esta semana, por ejemplo, circuló en redes sociales una imagen de una cantante española muy famosa, la cual, ella publicó y en la que claramente no se le ve muy bien y adjuntó este mensaje: “Si la esperanza es lo último que muere y todavía no la he perdido ¿de que me sirve la vida?”  (Escrito tal cual).

De inmediato este post se hizo viral y un sinfín de comentarios aparecieron en twitter e instagram,  la mayoría mostrando asombro por dicho contenido y como siempre nunca faltaron otros tantos juzgando, criticando e incluso burlándose, pero la gran mayoría manifestando preocupación y sobretodo apoyo.

Y estoy de acuerdo en que ciertas redes sociales no se hicieron como terapia, puesto que por lo general queremos o pretendemos mostrar nuestra mejor “cara” e incluso muchas veces se pretende ser quien no somos. Y eso pasa en la cotidianidad. ¿Cuántas veces nos hemos ido a trabajar ocultando bajo el maquillaje que todo está bien? (en el caso de las mujeres), en el caso de los hombres, no les queda mas que intentar disimular puesto que no todos usan maquillaje.

Y de llorar ni hablamos aunque esto sea extremadamente liberador, y en público menos, porque supongo que no queremos que vean esta versión de nosotr@s en nuestra casa y muchos en nuestro trabajo.

¿Llorar sigue siendo sinónimo de debilidad? Y con esto no pretendo que andemos moqueando por las calles (que sería buen negocio para kleenex y fue mi idea), pero hay que darse permiso de decir: No, no estoy bien. Hay que darse permiso de “perderse” en la soledad, de refugiarse con esa persona de confianza con la cual podemos mostrar nuestro lado más vulnerable sin temor a ser juzgados.

Y si continúas sintiéndote mal, date permiso de pedir ayuda con un (a) especialista.

Somos seres humanos, se vale quebrarse y esto sí es normal.

“En ocasiones hay que perderse para volver a encontrarse.”

Nos leemos la próxima semana.

Yolanda Díaz

IG @yoladiaz.n

Twitter @yoladiazn

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