Lorena Díaz
SemMéxico/ CLADEM Jalisco
Este 10 de septiembre se conmemora el Día Mundial de Prevención del Suicidio, problemática de entorno a la salud mental que hoy en día todavía tiene prejuicio y tabú lo que propicia que no se habla de ello.
La Organización Mundial de la Salud indica que cada año 700,000 personas se quitan la vida, lo que corresponde a una muerte cada 40 segundos. Número que ha incrementado a raíz de la pandemia por Covid-19; el encierro, aislamiento y miedo han sido algunos factores que han sumado en este periodo para el incremento de casos de suicidio. Ahora, las cifras indicadas son de las personas que han llevado a cabo el suicidio, sin embargo, esta cifra solo es la punta del iceberg ya que existe un número mucho mayor de personas que lo han intentado por lo menos una vez en su vida, y muchas más que ya lo ha llegado a planear, pero aún no lo realizan.
Si bien, el número de suicidios en su mayoría es por hombres, el 79 por ciento en Latinoamérica según la OMS, es importante visibilizar qué pasa con los casos de mujeres que se quitan la vida y qué relación pueden tener con la violencia contra las mujeres.
Las causas del suicidio son multifactoriales, particularmente en México pueden ser causas el poco acceso a los servicios de salud pública, siendo un profesional de la salud por cada diez mil habitantes. Educación y vivienda habiendo un rezago importante a nivel nacional en ambos rubros, además de la crisis económica que afecta a la mayoría de la población en el país. Eventos altamente estresantes, desgaste profesional, sobrecarga, desesperanza; abandono o rezago académico. Trastornos mentales relacionados al suicidio como depresión, ansiedad, trastorno bipolar, esquizofrenia.
Aunado a lo anterior, el vivir violencia por razones de género es un factor más que se suma a las causas de suicidio en las mujeres. La violencia contra la mujer afecta de manera importante también la salud mental, desde la violencia psicológica, física, sexual, económica, patrimonial y vicaria. Si a esto se le agregan la falta de redes de apoyo, la nula acción del gobierno en brindar mecanismos de protección y atención, un contexto económico complejo, el suicidio se comienza a ver como una ruta de salida de esta situación. La persona que decide suicidarse realmente no quiere morir, quiere dejar de sufrir y por ello se vuelve esta ruta de salida.
Por ello es necesario hablar de este tema, las mujeres que viven violencia tienen un contexto de causas que pueden llegar a este suicidio, sobre todo en los casos cuyas vidas y las de sus hijas e hijos corren peligro por el agresor, se puede decidir quitarse la vida en lugar de ser asesinadas, esto es desgarrador.
En México aún está pendiente tipificar el suicidio feminicida, siendo Jalisco el único estado del país que cuenta con esta tipificación dentro del Código Penal desde noviembre del 2020 con el nombre de “Inducción o ayuda al suicidio feminicida”. El suicidio feminicida es lo que se ha mencionado en el párrafo anterior, hay un nivel de violencia extrema hacia la mujer y por las condiciones complejas ya descritas se decide el suicidio, dejando impune un feminicidio y recayendo la culpa en la mujer. En Jalisco se han investigado solo 9 casos bajo este delito desde la tipificación hasta enero del 2022, aún falta mucho por hacer ya que son 10 feminicidios al día en México y Jalisco ocupa el tercer lugar a nivel nacional, considerando que no se contabiliza el suicidio feminicida dentro de estos 10 feminicidios al día, seguramente sería una cifra más alta de tener la visibilidad de estos casos de “feminicidio sin mancharse las manos”.
*Mtra. Psicoterapia Interdisciplinar
lorediazorozco@hotmail.es
Colaboradora de CLADEM Jalisco