Por Omega Vázquez
Hay una intención en burlar el mandato constitucional de Paridad en Todo (es decir la obligación de los gobiernos de tener mitad de hombres y de mujeres en sus gabinetes).
Ejemplos los hay, vergonzosos como el de la nueva secretaria de educación en nuestro país, de quien dependen millones de niñas y niños, millones de docentes, pero un poco más, toda la política educativa y su implementación en nuestro país. Pero un poco más; el futuro intelectual de nuestra nación.
De ella, a quien encima exhiben en entrevistas para dejar de manifiesto sus limitaciones. ¡Es pavoroso! Porque además, no es la única.
Buscan deslegitimar la participación de las mujeres en esos espacios ganados con la lucha intelectual, legal, formal de tantas que poseen la capacidad y credibilidad, pero no los espacios.
Tal parece que esa es precisamente la intención de los líderes patriarcas, el posicionar personas incapacitadas para el servicio público, cuando las únicas a las que encumbran y posicionan son perfiles muy enanos intelectualmente y políticamente afines a su interés de servidumbre ante el liderazgo despótico que generalmente ostentan.
Y nos deja malparadas a todas las mujeres, especialmente a quienes por años se han preparado para ejercer en espacios de toma de decisión.
Además de tener personas poco calificadas y que no les cuestionan, nos restriegan así en la cara el mensaje paralelo; que cualquier mujer <sin importar su perfil> puede llegar a los máximos espacios de poder en sus gobiernos, siempre y cuando acuerden arrodillarse a su mandato. (por supuesto aplica también para los hombres, quienes han estado más acostumbrados a estas prácticas y tienen muchos más años participando en política y en gobiernos aplicando la _meritocracia_ que triunfa en la zalamería total. (Sin capacidad) que más da.
Antes, quienes aspiraban a ser candidatos o políticos, tenían cuando menos habilidades para la oratoria, cultura general y conocimiento básico de la política partidista de nuestro país e incluso de la ley. Pero ¡Claro! No necesariamente tenían que cumplir con ser buenas u honestas personas y tampoco eran generalmente mujeres.
Hoy en día, hay perfiles tristemente célebres por su desconocimiento, carencia de habilidades y por ser infradotados en temas de comunicación, historia, cultura, oratoria no se diga, estamos en el tiempo de las y los políticos enanos en conocimientos, discapacitados para los espacios que ocupan y cuyo único mérito <generalmente> es compartir apellidos, intereses económicos y herencia con anteriores actores políticos, han adquirido lo que no debería estar jamás a la venta, ni en línea de sucesión generacional;
el país. Nuestra nación.