Educación patriarcal vs educación feminista

por Aideé Aguilar Esquivel

Por R. Aideé Aguilar

La educación es una de las mejores herramientas que podemos implementar para construir a las personas de manera individual y colectiva. Dependiendo el tipo de educación y enfóque que le demos, construiremos personas inmersas en el patriarcado o, construiremos personas libres.

Partamos de la nombrar y darnos cuenta que sí vivimos en sociedades bajo un sistema patriarcal-capitalista; como sociedad nos han educado con el lema del machismo, la misoginia, la homofobia etc. Por ello es necesario comenzar a transitar hacia otro tipo de sistema que tenga como base, las libertades, el respeto y la dignidad humana.

Mencionemos solo algunos ejemplos de la vida cotidiana. Para empezar nos dicen desde que somos infantes que solo existen dos géneros: hombre y mujer; cabe resaltar que es totalmente una construcción social limitada, equivocada e injusta. Con base a esta imposición nos han impuesto roles de género violentos.

Recordemos que nos imponen una idea muy específica de lo que debe de ser un hombre y cómo debe de ser una mujer. Una acotación necesaria es que estas ideas también tienen como los adoctrinamientos ideológicos desde los diferentes dogmas, es decir, las religiones.

Desde que nacemos nos van educando e imponiendo estas ideas. Por ejemplo, al recien nacido dependiendo su sexo le compran ropa azul, si es «niño», rosa, si es «niña». Desde ahí nos están determinando, incluso, cómo debemos actuar, vestir y ser.

Eso lo podemos trasladar en otras esferas de la sociedad. Recordemos que la construcción del ser de una persona la hemos determinado en el día a día. Pensemos que a las mujeres nos han dicho que debemos de cumplir estándares de belleza muy específicos, basados en un cánon occidental y, como ya mencioné, basados también en un sistema religioso muy específico, en el cual se nos dicta cómo debemos de ser las «buenas mujeres». Ideas como: naciste solo para casarte; debes de prepararte para ser buena ama de casa, que sepa atender todas las necesidades de su esposo e hijos. Porque incluso nos han dicho que para eso nacimos. Debemos de aprender a cocinar, no por una cuestión de autosuficiencia, sino para satisfacer las necesidades del esposo.

Debemos de vestir pulcramente, lo que eso signifique, porque de lo contrario, de cualquier tipo de violencia que recibamos nos responsabilizan.

Es curioso como desde hace siglos esta educación sigue trascendiendo. La hemos normalizado y aprobado. Incluso nos la muestran en los medios de comunicación, televisión, programas en general. También se han compuesto canciones que reproduzcan estas ideas machista etc.

Esto solo es un ejemplo, que pareciera mínimo, pero que es trascendental en nuestras sociedades actuales.

Ahora bien, ¿cómo es la educación feminista? Es primero entender y ser conscientes que los colores, los jugues, etc, no tienen género; es entender que no solo existen hombres y mujeres; es educar personas con conscienca  para comprender que tenemos la libertad de elegir nuestra orientación, preferencia sexual,  género etc., sin ser rechazadas y, mucho menos violentadas.

De igual manera es comprender que de manera individual, cada mujer o persona, tiene la libertad de elegir cuál es su objetivo de vida, sin imposiciones sistémicas. Sin que nos repriman o nos condicionen las oportunidades de desarrollo personal.

Es importante recordar y tener en cuenta que la forma en cómo educamos, se va a ver reflejada en cada persona y, posteriormente en cada sociedad. Es momento de comenzar a educar en libertad, con todos los retos que ello implica.

Foto de fauxels: https://www.pexels.com/es-es/foto/foto-de-mujer-escribiendo-en-la-pizarra-3184644/

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