Hace aproximadamente 6 años me cruzó una idea por mi cabeza de crear un grupo para mujeres en el cual nos sintiéramos seguras y en confianza, pero ahí quedó: solo en mi mente. En agosto del 2019 me quedé sin trabajo por lo cual mi mente revolucionaba a mil por hora, hasta que me dije a mi misma: mi misma, ¿por qué no pones en marcha esa idea que te anda revoloteando desde hace tiempo? Total tiempo tenía y mucho, además que dicen que la ociosidad es la madre de todos los vicios, así que solo bastaba prácticamente en dar “un click”.
Pero aunque la idea la tenía en mi mente, no estaba del todo aterrizada, aunque lo que sí sabía es que iba a ser un grupo solidario (en ese entonces la palabra sorora aún no estaba en mi vocabulario), pues total agarré mi computadora, entre a facebook y cree un grupo llamado Proyecto M (Proyecto Mujer), inicié invitando a mis amigas, posteriormente en un grupo de ventas empecé a buscar especialistas que quisieran unirse a esta travesía sin ofrecerles una retribución (acuérdense que era época de desempleo), y hubo una primera terapeuta que creyó en mí y en el proyecto y me dijo que sí, luego mis amigas invitaron a sus amigas, se fueron sumando más especialistas, más mujeres y hoy en día ya somos más de 6500 mujeres de toda la república.
El objetivo también estuvo claro desde un inicio y era que este grupo, comunidad o foro ayudara a las mujeres a sanar mental, espiritual y físicamente.
Les voy a contar una anécdota que me hizo reflexionar. No habían pasado ni dos meses cuando una chava me escribe por mensaje y me dice que quería suicidarse, así como lo leyeron. En ese momento la sangre se me fue a la cabeza, estaba en shock puesto que sentí que tenía una vida entre mis manos y que de mi respuesta dependían muchas cosas, además que aún no tenía conformado del todo el grupo de especialistas, respiré y le dije que le podía ofrecer los contactos de tres psicólogas que conocía para que ella eligiera a quien más confianza le diera, también le dije que si quería compartir su historia lo hiciera, ya que parte de las políticas y dinámicas de éste es: no juzgar, no señalar, no criticar, y que estaba segura que iba a recibir muchos comentarios que la pudiesen ayudar, pero que no iba a publicar su historia hasta que ella estuviera cien por ciento segura de querer hacerlo y me respondió que sí, que la compartiera de forma anónima, y pues así lo hice y como lo había imaginado empezaron a aparecer muchísimos comentarios de apoyo, desde platicar, ayuda psicológica, y otras tantas le dieron su teléfono por si quería hablar, el mensaje general era hacerle sentir que NO ESTABA SOLA. Al cabo de una semana máximo me vuelve a escribir dándome las gracias por tanto y tanto comentario positivo. Siii, la magia la hicimos todas.
Ese acontecimiento fue para mí un parteaguas, porque me quedó claro que existimos mujeres que sí nos gusta ayudar a las demás y sin duda eso me animó a seguir adelante con este maravilloso proyecto en el cual hay especialistas de todo, con el mismo fin, todo lo que sume es bienvenido, pero además se ha entendido perfecto la dinámica, todo es con respeto, a lo mejor con algo no estás de acuerdo pero pasas de largo, es una comunidad en la cual tienes la confianza de que lo que pasa en el grupo se queda en el grupo, que nadie debe señalar a nadie, donde la terapia espejo es de mucha ayuda, donde la solidaridad y sororidad imperan.
Este mes, Proyecto M, cumplió 3 años y este grupo llegó para quedarse.
Proyecto M lo encuentras en facebook así como grupo, también está la fanpage y estamos en IG.
“Porque el brillo de una mujer es de todas.”
Yolanda Díaz
IG @yoladiaz.n
Twitter @yoladiazn