María Elena Ríos, fue atacada con ácido sulfúrico el 9 de septiembre de 2019, presuntamente por órdenes de su expareja sentimental, Juan Antonio Vera Carrizal, exdiputado local del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
No se ha actuado en apego a derecho y este atacante feminicida podría quedar en libertad por el tráfico de influencias y la corrupción que vivimos en México.
Con la exigencia de justicia y denunciando la intentona de impunidad sobre este caso, Maria Elena, acudio este 31 de mayo a Palacio Nacional para ver si el Presidente podia recibirla, pues ella necesita que se le otorguen todas las medidas de protección, así como que a su agresor no se le de el amparo que promovio para que lo saquen de la cárcel y lleve a cabo indebidamente el proceso en prisión domiciliaria.
«Lo que estoy solicitando es una audiencia con el presidente, me estoy ahorrando la solicitud que le iba a enviar al fiscal del estado de Oaxaca para saber el estatus del proceso. Aquí se lo estoy trayendo hasta la puerta de su casa, pues tengo temor de que mi agresor pueda quedar en libertad, por eso estoy aquí el día de hoy, porque el tribunal y los magistrados fueron sobornados por la familia de mi agresor, ya dieron un soborno para que resuelvan el amparo a su favor y así mi agresor, Juan Antonio Vera Carrizal, pueda llevar su proceso en la comodidad de su casa y que también para que éste crimen no sea catalogado como feminicidio sino como lesiones”, denunció Maria Elena, afuera de Palacio Nacional.
El mismo fiscal de Oaxaca, Arturo Peimbert, le pidió a Maria Elena, reunirse con ella de forma urgente, donde le reveló un audio de Guadalupe Vera, hija de Juan Antonio Vera Carrizal, en el que se escucha narrar cómo sobornó a los magistrados para que aprueben la prisión domiciliaria de su agresor. Cabe destacar que no ha recibido ninguna ayuda de parte del gobernador de Oaxaca Alejandro Murat, aún cuando ella ha expresado en varias ocasiones que se siente amenazada por parte de la familia de este sujeto.
Lamentablemente hasta este momento el Presidente no ha recibido a Maria Elena, quien solamente ha sido atendida por subalternos a la oficina de presidencia.
Los ataques con ácido representan una de las formas de violencia feminicida más extremas puesto que sus efectos pueden terminar con la muerte de las víctimas y en caso de sobrevivir, ellas quedan con una precaria condición de salud derivada de las quemaduras y lesiones que se generan en su piel, sin dejar de lado el profundo daño psicológico que implican, por lo que les es muy difícil continuar con su vida normal.