La historia de Martha Guadalupe Jiménez Muñoz merece ser contada. Blancos y Bancos es un emprendimiento dedicado a la producción de línea de blancos: sábanas, colchas, edredones, cojines y más; y muebles como bancos, sillas, taburetes y bancas, todo ello intervenido con diseños únicos creados por artesanos oaxaqueños. Esta idea nace de la tristeza de la pérdida de su hermana, la cual fue un parteaguas para que Guadalupe buscara ayudar a mujeres en situaciones de vulnerabilidad; de las lágrimas nacieron las fuerzas para salir adelante.
Ingeniera industrial con una maestría en administración pública, Guadalupe, enfocó sus energías en visualizar un proyecto que empoderara a las mujeres de su comunidad, y aunque perseguir su sueño implicaba dejar la estabilidad que le brindaba su trabajo, con todos los miedos y dudas, lo hizo en el 2017.
“Decidí emprender un proyecto con el que pudiéramos apoyar a mujeres vulnerables al mismo tiempo que las capacitábamos en tareas de carpintería, tapicería y costura para que tuvieran la oportunidad de trabajar con nosotras en el taller o que desarrollaran su propio emprendimiento. Para mí, la oportunidad de trabajar permite que las mujeres tengamos una especie de escudo, que incluso nos puede salvar la vida”, afirmó Martha.
Para comenzar tuvo que acercarse a instituciones de gobierno e incubadoras en busca de apoyo y tomar cursos gratuitos para aprender sobre su labor y encaminar su emprendimiento desde el punto de vista profesional y social, para así poder atender los problemas de mujeres en situación de vulnerabilidad y trabajar con artesanos de distintas comunidades del estado de Oaxaca en la intervención de sus productos.
Cambio de paradigmas
Con la llegada de la pandemia, el mundo se vio en la necesidad de replantear sus negocios para encontrar alternativas al mundo físico; Blancos y Bancos no fue la excepción: “No tengo un local físico, en Oaxaca vendemos en distintos puntos y ferias de diseño, por lo que pensé que si yo compro en Mercado Libre, a lo mejor también alguien me compraría a mí”.
Así dio su primer paso al mundo del ecommerce y tuvo ventas desde el primer día: “Me di cuenta que tenía que ver con el grado de confianza que los usuarios tienen hacia la plataforma. Eso fue en abril del 2020, después me capacité más como vendedora, me volví una experta y a todo mundo les decía ”vendan por Mercado Libre””, dijo entre risas.
Después de estos años, la inspiración de Guadalupe ha transmutado: hoy su alegría y su creatividad la despiertan cada día y busca compartirla. Su plan a futuro es que su taller de carpintería crezca, con nuevas máquinas y más espacio para las mujeres que deseen capacitarse en la carpintería. Actualmente su equipo está constituido por cinco mujeres y colaboran con ellos más de 50 familias de artesanos de Oaxaca.
Crecer frente a la incertidumbre
“Si alguien me hubiera dicho que el negocio crecería en pandemia, no le habría creído. No hemos parado, tanto en producción como en estrategias digitales para darnos a conocer. Nosotros además implementamos el sitio web de la tienda en Mercado Shops, que es muy sencillo, funcional y puedes personalizar todo”, confesó Lupita, sumando que la plataforma es su único canal de venta digital.
Para Lupita sus deseos de superarse no desfallecen, sigue preparándose, tomando cursos sobre comercio electrónico, además de brindar su apoyo a quien quiera sumarse por el camino sinuoso del emprendimiento: “Para todos los que quieran emprender recomiendo que se acerquen a todos los espacios donde haya apoyo a emprendedores, tanto de recursos como de capacitaciones y lo más importante es que no les dé miedo vender por Mercado Libre, pues es una plataforma muy amigable y segura”, finalizó.
Los emprendimientos están llenos de anécdotas, de historias y de esfuerzo. Son aspectos que los usuarios algunas veces no perciben, pero que ayudan para que las personas detrás de estos proyectos puedan alcanzar sus objetivos.