LaCostillaRota. 25 de Noviembre, 2024.- Con el objetivo de garantizar un resguardo inmediato y digno para las mujeres víctimas de violencia, así como para sus hijas e hijos, en los municipios de Durango donde no existan refugios temporales, la diputada Sandra Amaya Rosales presentó la iniciativa de reformas a la Ley de las Mujeres para una Vida Libre de Violencia.
En su exposición de motivos, señaló que esta propuesta responde a una recomendación de la Secretaría de Gobernación, a través de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (CONAVIM), en el marco de la Declaratoria de Alerta de Violencia de Género, activa en 16 municipios del estado, se ha planteado la necesidad de instalar al menos cuatro refugios en Durango.
Sin embargo, destacó que la realidad es preocupante: actualmente solo existe un refugio para víctimas en la capital del estado. Ante este panorama, Amaya Rosales subrayó la urgencia de garantizar la presencia de albergues temporales en los 39 municipios, para que ninguna mujer quede desprotegida ante situaciones de violencia.
La legisladora puso como ejemplo exitoso el caso de Canatlán, donde, a pesar de no estar obligado por ley, se ha establecido una Unidad Especializada de Atención a Víctimas de Violencia; espacio que ofrece servicios de seguridad, alimentación, asistencia jurídica, atención psiquiátrica y trabajo social de manera gratuita.
“Este ejemplo demuestra que, con voluntad política y compromiso, es posible contar con refugios funcionales. Desde esta tribuna, hago un llamado a los alcaldes y alcaldesas de Durango para que sigan el modelo de Canatlán y trabajen por salvaguardar la vida de las mujeres en cada rincón de nuestro estado”, expresó la diputada.
Amaya Rosales también lamentó el aumento de feminicidios en la entidad y reafirmó el compromiso de las y los diputados de la coalición parlamentaria de la Cuarta Transformación de trabajar sin distinción de colores o ideologías partidarias, con el objetivo de garantizar el derecho de las mujeres y niñas a vivir una vida libre de violencias.
“Las mujeres de este país somos más que cifras. Es nuestra responsabilidad cambiar esta realidad y construir un Durango seguro y digno para todas”, concluyó la legisladora.