Mirada de Medusa | Por Gudelia Delgado Meza

Es lacerante pero no sorprendente que esta primera colaboración periodística del año trate acerca del primer feminicidio ocurrido en Tabasco en este recién nacido 2025.

Ayer 5 de enero, en la Ranchería Occidente 4ª Sección del municipio de Comalcalco, fue hallada sin vida Claribel. Las fotografías que de manera revictimizante circularon por WhatsApp evidenciaban que la escena del crimen no fue protegida debidamente, el cuerpo de Claribel fue movido de su posición original y fueron retiradas la bolsa y la sábana con las que el(los) asesino(s) envolvieron sus restos. La escena entonces fue alterada y seguramente se contaminaron los objetos que habrían podido arrojar indicios del(los) culpables.

Pero ya nada asombra de las “autoridades” tabasqueñas. A tan solo unos días de que el gobernador del estado expresara en su conferencia de prensa matutina que su “diagnóstico” acerca de los feminicidios es que las mujeres están involucradas en el crimen organizado y son narcomenudistas, ocurre este primer feminicidio de 2025. ¿Cuál es el posicionamiento del gobierno al respecto? Pues nos gustaría saber, pero dudamos mucho que se dedique siquiera una frase, ya no digamos una declaración esclarecedora respecto al asesinato de Claribel.

El modelo de Protocolo Latinoamericano de Investigación de las Muertes Violentas de Mujeres por razones de género recomienda investigar todas las muertes violentas de mujeres con perspectiva de género, en tanto que la Suprema Corte de Justicia de la Nación establece que en el caso de muertes de mujeres se debe identificar si hubo razones de género, mientras que la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (CONAVIM) ha establecido que toda muerte violenta de una mujer debe investigarse como feminicidio.

A pesar de todo ese marco normativo, y a sabiendas de que el mismo gobernador (y sospechamos fundadamente que la mayoría del funcionariado público de su administración) desconoce el significado de FEMINICIDIO, vale la pena recordar que este se encuentra tipificado en el artículo 325 del Código Penal Federal y algunas circunstancias que se consideran razones de género para el feminicidio son que la víctima:

  • Presenta signos de violencia sexual;
  • Fue sometida a lesiones o mutilaciones degradantes o infamantes;
  • Fue incomunicada antes de ser asesinada;
  • Fue exhibida (sin vida) en un lugar público
  • Fue previamente víctima de amenazas, acoso o lesiones.

La violencia feminicida es una forma extrema de violencia de género contra las mujeres, las niñas y las adolescentes. Es el resultado del ejercicio abusivo del poder y de la violación de nuestros derechos humanos.

Apenas la semana pasada, a propósito del cierre del año 2024, el más violento para las mujeres del que se tenga registro en Tabasco, informamos que ascendió a 57 el número de feminicidios perpetrados en la entidad (sin contar, por supuesto, la enorme cifra negra) y ahora ya contabilizamos el primero de 2025. Advertíamos, y lo reiteramos ahora, que el nuevo año no pinta nada bien, que la nula política pública de prevención, atención, investigación y sanción de la violencia feminicida alienta los crímenes en razón de género contra las mujeres.

No nos cansaremos de señalarlo: señores titulares de los tres poderes de Tabasco, ustedes son los responsables de garantizar el acceso de las mujeres a una vida libre de violencia. Su indolencia e incapacidad son cómplices de la violencia feminicida. Su silencio es el ensordecedor anuncio que les da a los feminicidas luz verde para asesinarnos a sabiendas de que la impunidad oficial los cobija.

Desde el Frente Abolicionista de Tabasco solicitamos un encuentro con ustedes para ponerles al tanto de los casos que hemos registrado, para unir esfuerzos a favor de la erradicación de la violencia feminicida, para proponerles estrategias tendientes a la transversalización de la perspectiva de género que debe materializarse en el funcionariado público para que conozcan y reconozcan la magnitud de la violencia contra las mujeres.

Nosotras no somos las adversarias. Nosotras somos las víctimas. Y aquí estamos, una vez más, ofreciendo nuestros conocimientos, nuestras herramientas, nuestras experiencias y, sobre todo, nuestro compromiso con la defensa de los derechos de las mujeres, para avanzar hacia el que suponemos es un objetivo del gobierno de Tabasco: el acceso pleno de las mujeres a una vida libre de violencia.

¿Para cuándo la reunión, señor gobernador, señor magistrado presidente del tribunal superior de justicia, señor presidente de la junta de coordinación política del Congreso de Tabasco? Muestren algo de preocupación y demuestren una mínima dosis de voluntad política para resolver el femigenocidio por el que atravesamos.

 

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