Por Angélica De la Peña
La Presidenta Sheinbaum presenta reformas a la Constitución Política y a diversas leyes en materia de Igualdad Sustantiva. Las reformas a la Constitución que aprobará el congreso permanente le otorgarán atribuciones al gobierno federal para atender reclamos en materia de violencia contra las mujeres. Es importante el gobierno central se involucre, y otorgue recursos a las entidades federativas y a los municipios, particularmente para la prevención y sanción de los delitos que agobian a las mujeres y a sus familias.
La reforma debe establecer la homologación de un mismo enfoque en todas las leyes en materia de prevención, atención, sanción y erradicación de la violencia contra las mujeres en todos los tipos y modalidades, en los tres órdenes de gobierno. Unificar el tipo penal del feminicidio y las órdenes de protección administrativas y jurisdiccionales.
Recordemos ya hay leyes generales en materia de trata contra mujeres, niñas y niños; la ley contra la tortura establece un capítulo específico contra la tortura hacia las mujeres; igual hay una ley para proteger a mujeres periodistas y defensoras de derechos humanos. Es necesario destacar que la búsqueda, prevención, investigación y sanción en materia de desaparición forzada de mujeres y niñas también está inscrita en una ley general. Hay una ley sobre derechos de la niñez. Todas estas materias además armonizan tratados internacionales. ¿Qué falta? Voluntad política del gobierno para garantizar su aplicación. Recursos a las 32 entidades federativas y sobre todo a los municipios para que las leyes apliquen los conceptos jurídicos que refieren a la prevención y atención.
La Presidenta debe proponerse bajar las cifras de las violencias. Urge un real Estado de Derecho de las mujeres, estén donde estén, tengan la edad que tengan.
Es imprescindible que el nuevo gobierno se haga cargo de sus faltas que además están debidamente señaladas en la última recomendación del Mecanismo de Examen Periódico Universal del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas.
Si la Presidenta Claudia Sheinbaum se compromete en serio, a promover el derecho a una vida libre de violencia de las mujeres y niñas, a trabajar hacia su emancipación, a influir en los cambios estructurales que pongan un detente a los machismos y a la misoginia, hará honor a su cargo.
Por lo tanto debe gobernar de manera diferente al señor que acaba de terminar su sexenio que no nos vio, no existimos para él, que se encerró en el Palacio amurallado con vallas de acero. Nunca le importó atender nuestros reclamos.
La exigencia de justicia tiene rostros de madres buscadoras de sus hijos e hijas; que huyen de sus casas por la violencia; que les han quitado a sus hijas e hijos, o los manipulan para que no las vean. Hombres envalentonados que saben pueden golpear, echar fuera de casa, e incluso matarlas y no pasa nada. Pueden filtrar en las redes su intimidad de manera impune. Rociarlas de ácido para desfigurarlas, ningunearlas como muebles viejos. Mueren por enfermedades prevenibles. En la realidad las mujeres padecen un horror en México.
Necesitamos que la Presidenta se empodere; rompa el lazo de agradecimiento, pero sobretodo de influencia de quien fue su tutor y trabaje en la reconstrucción del país junto con todos los gobiernos estatales para que las niñas puedan caminar por cualquier calle sin peligro. Es lo mínimo.
Defensora de derechos humanos