Heme de vuelta

Fue un inusual jueves. No todos los días se recibe una llamada telefónica de la grandiosa y entrañable Alda Facio

por María Gudelia Delgado Meza

Por Gudelia Delgado Meza

Fue un inusual jueves. No todos los días se recibe una llamada telefónica de la grandiosa y entrañable Alda Facio. Me confirma esa lacerante realidad que a veces nos exaspera y otras tantas nos empuja: “En ningún país del mundo los feminicidios han disminuido”, dice categórica. Hablamos largo y profundo del tema. Antes de colgar le prometo retomar mi columna semanal y heme aquí… comprobando que una promesa hecha a Alda es imposible de incumplir.

Daba el primer sorbo al segundo café del domingo cuando sonó el teléfono. Apareció en la pantalla el nombre del periodista que de manera asidua me consulta con respecto a tópicos relacionados con la defensa de los derechos de las mujeres en Tabasco. “¿Qué opinión le merece el reciente informe de la directora del Instituto Estatal de las Mujeres en el que afirmó que los feminicidios han disminuido en un 70 por ciento?”. Me atraganté. “Me parece que es un insulto a la memoria de las víctimas y una muestra de la misoginia estructural.” Respondí de inmediato y continué.

En resumen he dicho lo que de muchas maneras hemos manifestado desde la Red de Colectivas Feministas y el Frente Abolicionista de Tabasco, que el papel que ha jugado en los años recientes el Instituto Estatal de las Mujeres (IEM) se acerca más a la complicidad con los violentadores y asesinos que al acompañamiento que está obligado a dar a las víctimas. El IEM ha seguido a pie juntillas la estratagema gubernamental de minimizar las violencias, esconder la realidad, maquillar los datos, simular las funciones y engañar sin pudor. Todo ello en el afán de hacer creer que aquí no pasa nada. Esa negación del problema es criminal porque hace imposible cualquier asomo de solución.

En junio de 2020, diversas colectivas feministas tabasqueñas enviamos una solicitud por escrito a la directora del IEM. El objetivo era reunirnos con ella para compartirle una significativa cantidad de casos de víctimas que, por desconfianza o desconocimiento del instituto, acudieron a nosotras en busca de orientación y acompañamiento. No buscábamos un puesto, no pretendíamos un salario, no impediríamos de ninguna manera las funciones institucionales y, sin embargo, la directora se negó a escucharnos. Ni siquiera se dignó a darnos una repuesta. Entendimos entonces, y lo corroboramos con el paso de los años, que su compromiso era nulo y sus resultados serían inexistentes. El tiempo nos dio la razón.

A la directora del IEM podemos decirle de frente y sin rodeos que su desempeño ha sido opaco, insensible, ineficiente y revictimizante. Miente cuando afirma que los feminicidios han descendido.

En el año 2023, de acuerdo a datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública ocurrieron en Tabasco 18 feminicidios. En lo que va de 2024, el Frente Abolicionista de Tabasco ha llevado un registro puntual de este delito. Ya alcanzamos la histórica cifra de 35 feminicidios (los que se han hecho públicos, aparte está la cifra negra).

Hace mucho tiempo que las colectivas feministas tenemos otros datos. Cada año, desde 2018, los feminicidios no sólo han aumentado en cantidad sino en la crueldad con que son perpetrados. El IEM y todas las instituciones encargadas de garantizarnos una vida libre de violencia tienen las manos manchadas de sangre porque con su inacción contribuyen a la ya de por sí robusta impunidad oficial que, sumada a la impunidad social, alienta la violencia feminicida.

Ante la ola creciente e imparable de todo tipo de violencia contra las mujeres, las colectivas feministas tabasqueñas hemos exigido la emisión de la Alerta de Violencia de Género para la entidad pero, como de costumbre, nuestras voces han sido ignoradas, despreciadas.

“¿Cómo debería ser la nueva directora del IEM?” Me pregunta finalmente el periodista al otro lado del teléfono. “Alguien que ponga los derechos de las mujeres al frente y al centro, no que los esconda bajo la alfombra que pisa su jefe”, respondo sin titubear.

 

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Todas las opiniones compartidas en la presente publicación, son responsabilidad de su autora y no reflejan necesariamente la posición de La Costilla Rota. 

Somos un medio de comunicación plural, de libre expresión de mujeres para mujeres.

 

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