Por Dolores Colín
La elección más grande de México que tuvimos el pasado 2 de junio, fue una aplanadora para la oposición. Hecho que agudizó la crisis en el sistema de partidos que ha pulverizado a los institutos políticos de oposición y fortalecido a Morena, el partido hegemónico de este momento.
Hay muchas voces sobre la refundación del Partido Revolucionario Institucional (PRI), pero en realidad quien se encargará de la construcción del nuevo PRI es Alejandro Moreno Alito.
Las voces críticas, no han tenido éxito en sus denuncias. Las autoridades electorales lo regresaron a resolver las diferencias al interior del PRI. Además, algunos militantes están renunciando acusando que la reelección de Alito es contra los principios que dieron origen a su partido.
La Asamblea del Consejo Político Nacional del PRI, para elegir a su dirigencia será el 11 de Agosto. Para llegar a esa fecha fatal, ayer se registraron los candidatos a la presidencia y secretaria general (Moreno y Viggiano). Hoy, se emite el dictamen de aceptación y el inicio de campaña entre el 24 de julio y el 10 de agosto.
Alito Moreno, tiene todo el poder en el PRI, sin darle ninguna fuerza a los priistas de renombre que cuestionan su reelección.
El sábado pasó la estafeta a Graciela Ortiz, como presidenta interina, mientras él hace campaña.
Mientras tanto, Morena disfruta el día de campo que la oposición le está regalando.
SUSURROS