The Greatest Show

Ese disparo falló para terminar con la vida de Trump, pero dio en el blanco, preciso y certero, para terminar la carrera por la reelección de Joe Biden

Por Verónica Rivera

Guess who’s back, back again!  Queridas lectoras, queridos lectores, créanme que la emoción se hace presente en la piel de su servidora por estar de vuelta. Después de un proceso electoral en México bastante complejo, mismo del cual esta escribana fue elemento activo, regreso con la satisfacción del deber cumplido; regreso a uno de mis espacios favoritos para llevar hasta ustedes las últimas noticias del contexto internacional; o al menos, las que más pueden interferir al desarrollo de la política interna y externa de nuestro país.

<<La democracia está en riesgo>>, es una frase que hemos escuchado en reiteradas ocasiones, sobre todo cuando suceden hechos que definen históricamente el rumbo las naciones. Hace unos días ocurrió en Estados Unidos un magnicidio frustrado hacia un personaje que aspira nuevamente a la presidencia de aquel país -y que, al menos para muchas y muchos mexicanos, es un personaje deleznable por un sinfín de razones-. Sin embargo, como es costumbre de esta autora, dejaremos que hable la razón y la objetividad en las mayores líneas posibles.

Un ataque de esta magnitud, tiene y tendrá efectos políticos contundentes. Un intento de asesinato a un candidato presidencial, sea cual sea el país del que hablemos, es un hecho que definitivamente lacera los procesos democráticos y en un país como Estados Unidos -que se jacta de ser el más avanzado en derechos y libertades- demuestra que la propia democracia occidental, tal y como la conocemos, es tan vulnerable porque depende de las circunstancias diarias en las esferas sociales, políticas, económicas y evidentemente, de seguridad.

Ese disparo falló para terminar con la vida de Trump, pero dio en el blanco, preciso y certero, para terminar la carrera por la reelección de Joe Biden. El próximo martes 5 de noviembre de 2024, Estados Unidos elegirá un nuevo representante para la Casa Blanca y tienen dos decadentes opciones: devolverle el poder a Donald Trump y al partido republicano o bien, continuar con el partido demócrata en un segundo periodo de Joe Biden. El seguimiento de las encuestas de posicionamiento ha colocado en todo momento a ambos personajes en empates técnicos, con diferencias no mayores a 1.5%; sin embargo, en la política todo se define hasta el último minuto. 

Si bien es cierto, ambos contendientes han dado mucho de qué hablar, pues por un lado se encuentra Biden, el actual presidente, que con sus 81 años de vida demuestra que ya no está en edad de tan grande responsabilidad y aunque la ley norteamericana obliga a que el estado de salud del primer mandatario sea pública y según esos informes se dice que se encuentra en perfecto estado, la verdad es que los discursos pausados, la poca coherencia en sus diálogos, la incongruencia entre una y otra declaración con pocos días de diferencia y en general la senectud de su aspecto generan poca confianza en el electorado. 

Por otra parte, el abanderado republicano no avanza sin espectáculos de por medio. Trump, un empresario multimillonario que ya fungió como presidente de los Estados Unidos busca llegar nuevamente a este cargo pero ahora con varios juicios pendientes, la mayoría siendo acusado como abusador sexual y proxeneta. Además, los últimos cuatro años se ha mantenido como un fiel crítico al actual gobierno (aún con la alta aprobación de Biden), cabe destacar que Trump, ha disminuido un poco sus declaraciones respecto a la comunidad migrante y ahora, se ha enfocado en generar una narrativa de seguridad interna mucho más profunda que hace ocho años.

La imagen que dio la vuelta al mundo traerá consigo grandes efectos en el desarrollo de esta contienda electoral. Ver a un norteamericano herido de bala, rodeado de guaruras, alzando el puño e incitando a la lucha es, sin duda, una fotografía que tiene mucho trasfondo. El saco de mártir de la democracia para un personaje que ya de por sí vive del espectáculo ha sido el gran acto que le faltaba a Trump para afianzar los votos que ya tenía seguros, pero también, para dar confianza a aquellos votantes que tenían dudas sobre votar por “el menos viejo”.

Aún faltan varios meses para conocer el desenlace y el resultado final de esta contienda. A pesar de todas las teorías de conspiración alrededor de este atentado, siguen estando en la carrera Trump y Biden, ambos con sus pros y sus contras; pero usted, estimada lectora, no debe preocuparse, pues en este espacio seguiremos muy al tanto de los acontecimientos en el vecino país del norte.

Finalmente, lo que sí les puedo asegurar es que la relación bilateral entre México y EUA con la futura presidenta Claudia Sheinbaum, tendrá altibajos considerables; no perdamos de vista las renegociaciones que se vienen para el TMEC en 2025 y 2026, la debilidad del sistema partidista en EUA, la poca participación de la nueva generación en la toma de decisiones de aquel país y la aparición de China y Rusia como una verdadera alternativa para los sistemas económicos y políticos ante las crisis democráticas y en extremo polarizantes de todo el continente americano; pero eso, ¡eso es otra historia!

¡Nos leemos pronto! No duden en escribirme para abrir el debate… 

 

Foto Captura de Pantalla desde Transmisión en Vivo

Las opiniones aquí vertidas son responsabilidad exclusiva de su autora y no necesariamente representan la postura de La Costilla Rota.

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