15 años y los que faltan

El día de hoy, a un  mes prácticamente de la elección, la delincuencia vino a poner en vilo la vida de mi adorado esposo, el hombre con el que he vivido 15 años y hemos compartido tanto, empezando por el inmenso amor a nuestras hijas de 12 y 10 años

por Araceli García Rico

Por Araceli García Rico

Durante el pasado proceso electoral, de los 60 días de campaña, no hubo uno solo en que algún familiar o amistad me preguntaran con sorpresa porque había decidido ser candidata, si ya había intentado dos veces a Diputada Federal, una a Diputada Local y una mas al Senado de la República. Sin duda, lo hice porque no soy conformista y si veo que mi alcaldía se esta cayendo literal a pedazos y los habitantes diarios tenemos miedo de la delincuencia, algo se tiene que intentar.

Los espacios en los que participe me permitieron elevar la voz por los duelos maderenses, por todo lo que hemos perdido y que algunas ausencias duelen más que otras.

Pero sin duda la mas lacerante, es la inseguridad, en todos sus tipos y modalidades, en todo momento, en todo lugar y contra cualquier persona sin distingo de edad.

El día de hoy, a un  mes prácticamente de la elección, la delincuencia vino a poner en vilo la vida de mi adorado esposo, el hombre con el que he vivido 15 años y hemos compartido tanto, empezando por el inmenso amor a nuestras hijas de 12 y 10 años.

Saliendo del banco sobre Av. Montevideo, en la colonia Lindavista, al darse cuenta que lo iban a asaltar, alcanzo a atravesar la calle y el auto de los delincuentes lo atropello, el tuvo el arrojo de subirse a nuestra camioneta, llegar a casa, subir los dos pisos de escalera y cuando le cuestione sorprendida que porque había llegado tan temprano, me dijo “me atropellaron”, a grandes rasgos me contó la historia y pidió meterse a bañar por el dolor en el cuerpo y la herida aun sangrante del codo. Al limpiarle el codo me señalo el tremendo golpe en la nuca, le dije que lo llevaría al hospital pero aun así se metió a la ducha, ahí se sintió mal y empezó a vomitar, corrimos al hospital 1 de octubre,  con apoyo de una patrulla porque la ambulancia del 911 jamás llego. Ahí le hicieron tomografía y rayos X, los cuales arrojaron que no tenia fractura ni hemorragia, pero debido a los síntomas del vomito y falta de aire se quedó a observación. Varios ángeles estuvieron en mi camino, obvio mi mamá que llamó a la patrulla, mi amiga Norma, mi amigo Salomón y Mónica a quien conocí  en urgencias y me auxilió con temas básicos.

Llego José, mi mamá y nenas me llevaron los víveres y cobija, y esta mañana estoy rezando para que el diagnostico de mañana, sea la franca recuperación de mi adorado Mario.

Hago un llamado a los gobernantes, por favor, no nos dejen en el olvido, atiendan el grave problema de la inseguridad, de todo lo demás, nos encargaremos las y los ciudadanos, porque encerrados por el miedo, expuestos a la inseguridad o muertos no lograremos nada.

Estamos hartos, horrorizados e impotentes, ante tanto abandono, ante tanta incompetencia pero sobre todo ante tanto desaire por la sociedad.

Para mi esposo un pensamiento de amor… llevamos 15 y los que faltan. Te amo.

 

Foto de kali9 desde Getty Images Signature. Composición LCR

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