Por Polette Delgado
Qué irónica la llegada de Sheinbaum a la silla presidencial, por un lado estamos con el corazón contento y un gran orgullo de saber que es una mujer la que llevará las riendas de esta nación, pero sabemos perfectamente quién es la que ha llegado.
Una mujer que claramente no le interesa ser armoniosa y que públicamente ha señalado y ha tratado de silenciar al feminismo en nuestro país, incluso en su momento fue insensible ante la violencia de género que se genero bajo su mandato.
En esta ocasión, la ironía es la base de esta columna pues a pesar de denostar el movimiento que tanto ha costado, Sheinbaum es la primera mujer en pasar a la historia por dirigir un país de Norteamérica y es gracias a la lucha de aquellas que han sido severamente señaladas.
No importa de dónde arranquemos, lo importante es que lo hacemos .
Que nuestra próxima presidenta este enterada de que tiene millones de ojos encima de su administración, que tiene la obligación de responder y que a pesar de todo nosotras estamos confiadas en encontrar una aliada para poder avanzar en contra de la violencia de género, para quitar las brechas salariales y para abrir caminos que en algún momento veíamos casi imposibles.
Las opiniones aquí vertidas son responsabilidad exclusiva de su autora y no necesariamente representan la postura de La Costilla Rota.