Sobre la incapacidad moral de la América Latina

Aunque pareciera increíble en pleno 2022, en Perú se dio un golpe de estado o intento, por parte del ahora expresidente Pedro Castillo Terrones

por Sandra Verónica Rivera Ramírez

Por Verónica Rivera
La sociedad internacional tiene los reflectores en América Latina y no precisamente por los logros o avances que en diversas materias se pudiera presumir, sino por la incapacidad de algunos de sus gobernantes; pues han dejado claro que los discursos populistas disfrazados de ideologías de izquierda no necesariamente benefician al pueblo y por el contrario, pretenden únicamente saciar la sed de poder.
Si usted no ha estado viviendo debajo de una roca, seguramente se percató de las últimas noticias en la hermana República del Perú. Aunque pareciera increíble en pleno 2022, en aquel país se dio un golpe de estado – o intento, como lo presumieron varios medios nacionales – por parte del ahora expresidente Pedro Castillo Terrones, llegado al poder apenas en julio de 2021. Leyó usted bien, el ahora depuesto presidente del Perú, tenía únicamente un año y medio en el poder y ahora se suma a la lista de cinco presidentes en los últimos seis años. Pero antes de conocer las causas de la crisis política de ese país, hagamos un recuento de lo sucedido el pasado miércoles 7 de diciembre de 2021, fecha que, dicho
sea de paso, quedará escrita en la historia del Perú y de toda la región latinoamericana:
– 11:50 hrs: el entonces presidente de la República del Perú, Pedro Castillo, anuncia en conferencia de prensa y mensaje directo a la nación la disolución temporal del Congreso de la República, además de las siguientes medidas: o Instauraría un gobierno de emergencia excepcional, o Gobernaría mediante decretos ley (es decir, n’omás lo que él dijera), o Convocaría a nuevas elecciones para crear un nuevo Congreso con facultades constituyentes para crear una nueva constitución en un plazo no mayor a 9 meses, o Reorganizaría el sistema de justicia: el poder judicial, el ministerio público, la junta nacional de justicia y el tribunal constitucional (por aquello de que lo siguieran investigando) o Convocaría a las organizaciones policiales y del ejército a combatir la delincuencia, la corrupción, el narcotráfico y mantener el orden público, (como quien dice, asegurarse de que no hubiera levantamientos sociales), o Para aquellos que poseyeran armamento ilegal, deberían entregarlo a la policía nacional en menos de 72 hrs. y en caso de que no se cumpliera, podrían ser privados de su libertad (es decir, que si a alguien se le ocurría manifestarse y/o defenderse con armas, se o llevaban al meritito bote), o Y finalmente, declaró un toque de queda durante todo y día y hasta las 4 de la mañana del 8 de diciembre.
Aunque usted no lo crea, todo lo anterior fue televisado en cadena nacional y guardado en varios videos de YouTube para la posteridad.
Continúo…

– 12:10 hrs: comenzó la renuncia de los ministros de Gobierno así como varios embajadores y representantes de Perú ante Organismos Internacionales, como el caso de Miguel Ángel Trinidad ante la Organización de Estados Americanos.
– 12:30 hrs: el Congreso da inicio a una sesión de pleno para tratar la moción de vacancia por incapacidad moral contra Castillo, misma sesión que se tenía prevista para las 15:30 hrs.
– 12:35 hrs: la Fiscalía General pide públicamente que se respete el Estado de derecho.
– 13:30 hrs: la vicepresidenta Dina Boluarte se pronuncia en el pleno del Congreso en contra de Castillo y lo acusa de perpetrar el quiebre del orden constitucional.
– 13:50 hrs: el Congreso destituye a Pedro Castillo Terrones como presidente de la República del Perú.
– 14:00 hrs: las Fuerzas Armadas de Perú emiten un comunicado en el que convocan a la población a mantener la calma y a confiar en las instituciones del país, además de declarar que serían respetuosos de lo escrito en la
Constitución.
– 15:00 hrs: el expresidente Pedro Castillo es detenido en la prefectura de Lima por presunto delito de rebelión y quebrantamiento del orden constitucional.
Delitos que según el Código Penal de aquel país, podrían llevarlo a la cárcel por un periodo de hasta 20 años.
– 15:10 hrs: inician manifestaciones en diversos puntos de Lima.
– 16:00 hrs: Dina Boluarte se posesiona como la nueva Presidenta del Perú (y primera mujer en ocupar el cargo) y convoca a una tregua política para un gobierno de unidad nacional. Además, se reúne con el Presidente del Tribunal
Constitucional de Perú.
– 18:00 hrs: la cuenta oficial de twitter de la presidencia de Perú anuncia que se restituye el orden constitucional y que el toque de queda decretado ilegalmente queda sin efectos.

Relatado lo anterior, queda claro que Perú vivió uno de sus episodios más dramáticos en esta crisis de representación política e institucional que lleva años gestándose, misma que inició por acusaciones de corrupción contra las y los funcionarios de más alto nivel, la constante intención de judicializar la política, un Congreso que año tras año pretende aumentar las cuotas de poder y en general, una pésima gestión gubernamental y administrativa incluso para sobrellevar las cosas más ordinarias del país.
Así mismo, queda claro que este golpe de estado estuvo improvisado y como coloquialmente lo conocemos, fueron patadas de ahogado frente a una situación política que Castillo ya no pudo manejar, pero hay que reconocer que el resto de las
instituciones del Perú actuaron rápidamente para que la declaración no surtiera efectos y no lograra los objetivos autoritarios que se pretendían.
En la región, los comentarios no se hicieron esperar, pues casi de manera inmediata, la Organización de Estados Americanos reconocieron a Dina Boluarte como la nueva presidenta de la República Peruana, Argentina se mostró con preocupación ante la situación (porque claro, en la Patagonia traen sus propios problemas), mientras que Colombia, Chile y Brasil condenaron enérgicamente los atentados contra la democracia y los derechos humanos. Siendo que éstos últimos 3 gobernantes también comparten la ideología de izquierda.
Sin embargo, el gobierno mexicano, al más puro estilo de la 4T, decidió saltarse la ley y la Doctrina Estrada, pues aunque la falta de interés por la política exterior que ha demostrado este gobierno (y que por esta actitud ha disminuido considerablemente el liderazgo de México en la región), el presidente López Obrador decidió pronunciarse en defensa de Pedro Castillo, diciendo que los grupos neoliberales tenían una persecución en su contra. Además, al momento de redactar esta letanía, el canciller Marcelo Ebrard, ha hecho pública la solicitud de asilo político por parte del C. Pedro Castillo Terrones.
Finalmente, estimada lectora, espero que no se sorprenda si es que pronto se vuelven a movilizar las fuerzas aéreas mexicanas y se repita la historia de 2019 de asilar a personajes como Evo Morales, mientras que aquellos que se encuentran en el poder deciden saltarse las leyes y pretenden hacer de las instituciones (en su momento establecidas democráticamente) un juego de poder. ¿Coincidencia? Júzguenlo

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