La prostitución no es trabajo: es explotación

No es “el privilegio” lo que construyó mi postura contra la prostitución y la pornografía, fue esto:

por Arussi Unda

Por Arussi Unda

He trabajado desde que tengo 15 años. Trabajé en Subway, de ahí en Carls Jr. y en una pizzería cobrando salario mínimo. Después incursioné en el rubro nocturno, empecé como RP de un antro ganando $800 a la semana y unos años después terminé siendo directora creativa y gerente de marketing de los mejores antros de mi ciudad por casi 12 años. Aún cuando logré acceder a esos puestos, en ellos nunca gané de base más de $13,000 mensuales ni tuve prestaciones de ley, vacaciones, días libres, horarios y solo en una ocasión pude obtener un finiquito porque tuve que exigirlo en Conciliación y Arbitraje. Dejé mi carrera a medias porque tenía que trabajar, mi sueldo desde hace más de una década ha sido la base del sostén de mi casa, mi mamá se dedica al trabajo informal y fue trabajadora del hogar en un periodo de su vida, a mucha honra.

Recuerdo perfectamente cuando en mi búsqueda de un mejor salario, vendí absolutamente todas mis cosas metiendo mi vida en dos maletas para irme a Guadalajara con todas las cartas de recomendación que pude conseguir y el pecho lleno de esperanza. También recuerdo cómo regresé con una mano adelante y otra atrás, cómo tuve que vender mi celular para poder regresarme a Veracruz, porque los únicos trabajos que me ofrecieron en lo que se me acababan mis ahorros eran de mesera y garrotera, ni siquiera sabía hacer eso. Aún así mesereé en un restaurante de hamburguesas, donde el dueño me acosaba sexualmente y cuando su novia (y socia) lo notó decidió darme malos tratos hasta que renuncié, necesitando bastante ese limitado ingreso. Fue hasta que ya no me dio para seguir buscando más oportunidades que decidí volver a casa, cansada de tocar puertas. No se me va a olvidar ese antro tan grande y costoso, donde me dijeron que el perfil del puesto que pedía (gerencia de marketing) era para hombres. También recuerdo a una señora que me encontró llorando en el baño del restaurante y me regaló $200.

Recuerdo cómo todos esos años no me salía de los antros porque era el único espacio donde podía ganar el sueldo que cobraba. En agencias, en oficinas, en donde sea me ofrecían la mitad. Aún así y porque no alcanzaba, vendía cosas, hacia rifas… las sigo haciendo.

Ahora vivo de mis escritos, mis talleres, mis clases y mis conferencias que a veces generosamente me pagan. Afortunadamente cuento con el apoyo de mi familia para poder transitar los tiempos en que no cae nada de lo anterior, como desde hace dos meses. Aún cuando sé lo que es contar pesos y ser explotada laboralmente, jamás me atrevería a decir que “el trabajo sexual es trabajo” porque también me recuerdo ese día, sentada en una parada de camión en Guadalajara para ir a ese restaurante de hamburguesas, llorando porque no me alcanzaba el dinero y por el acoso que sufría, que vi un table dance enorme cruzando la calle a pocas cuadras de Plaza Patria, que es por donde me estaba quedando. Entre mi tristeza y desesperación, pasó por mi mente atravesar la avenida y entrar por esa puerta. Lo pensé bastante, cada vez que esperaba el camión, durante varios días y lo único que me detuvo fue el miedo. Pude darme el lujo de sentir ese miedo porque no pagaba renta y si no me alcanzaba para comer, un amigo (con que el que viví) me apoyaba. Poco después fue que vendí mi celular para regresar, derrotada.

Recuerdo vívidamente el momento en que mi vida pudo cambiar por completo a mis 24 años, todo lo que sentí y todo lo que pensé. Agradezco que el miedo me haya impedido cruzar esa calle. Me relaciono de manera directa con ese mismo momento que viven millones de mujeres a las que la necesidad les entume el miedo y sí cruzan esa calle. Tal vez si el techo sobre mi cabeza o el pan en mi plato me hubieran faltado, hubiera sido una de ellas. No lo sé.

No es “el privilegio” lo que construyó mi postura contra la prostitución y la pornografía, fue esto.

 

Foto de Pixabay de Pexels: https://www.pexels.com/es-es/foto/persona-sentada-junto-a-la-pared-dentro-de-una-habitacion-vacia-236147/

 

 

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