Por Alma Vidrio
“En vano tu canto suena
pues no advierte en su desdicha
que será el fin de tu dicha
el principio de tu pena.
El loco orgullo refrena,
Que de tan ufano estás,
Sin advertir, cuando das
Cuenta al aire de tus benes,
Que si ahora dicha tienes
Presto celos llorarás”.
Sor Juana Inés de la Cruz
En 1604, William Shakespeare escribió “Otelo”, un drama sobre la fragilidad y debilidad humanas. Otelo es un soldado de la República de Venecia que se casa con Desdémona, hija de un senador veneciano. Yago, antiguo alférez (rango militar) de Otelo, le finge lealtad, pero en realidad, lo odia porque no fue nombrado lugarteniente de la armada y porque Desdémona, está enamorada de él, así que le hace creer que ella le es infiel. Otelo, creé en la mentira de Yago y sus celos lo llevan a asfixiar a su amada.
De esta obra Shakespeare, surge el “Síndrome de Otelo” el cual se caracteriza por “delirios de infidelidad respecto a la pareja que puede derivar en actitudes celotípicas y conductas violentas hacia ella”.
Los celos son un sentimiento común que se tiene cuando perdemos a un ser querido cuando se rompe la relación personal o por otros motivos. Sin embargo, los celos patológicos o Celotípia, que afecta a mujeres y hombres de más de 30 años, es un trastorno delirante paranoide que debe tratarse a nivel psiquiátrico debido a que elpaciente tiene ideas obsesivas de que su pareja le es infiel, “experimenta” situaciones que no son reales por la gran desconfianza que se genera, y estas ideas interfieren en sus ocupaciones cotidianas. Este trastorno tiene impacto social y laboral debido a que se dejan de realizar actividades cotidianas para vigilar a la pareja por el temor a ser engañado con otra persona.
Los celos patológicos derivan en pensamientos obsesivos, emociones dolorosas y actos irracionales. NO SON AMOR; son la idea falsa de lo que es una relación sentimental. Es el miedo inconsciente de perder el cariño y la atención de la pareja en favor de otra persona, incita al control excesivo, abrumador, sofocante.
Las psicólogas Kristy Chen y Ellen Atkinson, de la Universidad de Western Ontario, en Canadá, realizaron un estudio el cual demostró que quienes padecen celopatíaestán atrapados en el miedo a ser abandonados por la falsa creencia de la “infidelidad”, y que la falta de atención que sienten hace que surja su narcisismo: “Solo yo…, sólo conmigo” (Cualquier parecido con la realidad, NO es mera coincidencia”).
El celópata deja de racionalizar y no entiende que sus celos pueden ser reflejo de inseguridad; incluso, puede llegar al extremo de creer que la persona le pertenece y el temor de perderla provoca violencia física, psicológica y/o económica que los hacen vivir un verdadero infierno. En ocasiones, las consecuencias pueden ser tan terribles para ambas partes que se llega al extremo del homicidio.
Los celos patológicos detonan a partir de un hecho que el paciente interpreta como “sospechoso” sin que haya motivos reales; puede tratarse un saludo, una plática informal, una comida de trabajo, etc.; las ideas que surgen en torno a ese hecho derivan en un control sofocante para tratar de detectar en la pareja algún comportamiento que sea “indebido” que confirme sus sospechas, y justifique vigilarla y espiarla en todos los ámbitos: revisar objetos personales, “visitas” sorpresa al lugar de trabajo y/o estudio, espiar llamadas telefónicas, redes sociales, cuestionar y ensuciar cualquier tipo de conversación, limitar la relación con familia y amistades e, incluso, vigilar y/o hacer que la sigan para conocer y cuestionar la relación con terceras personas y todos sus movimientoshasta en los detalles más mínimos y triviales.
Este trastorno tiene causas muy diversas que no se perciben y/o manifiestan inmediatamente, ni cuando se tiene una relación de varios años; surgen como resultado de inseguridades, baja autoestima, desconfianza en uno mismo y/o dependencia emocional, falta de atención emocional y cuidados en la infancia, y el provenir de familias rotas. Es difícil de diagnosticar porque quienes la padecen son personas que aparentan ser funcionales, tienen trabajo y familia, y se relaciona bien en la sociedad.
Los celos se clasifican de la siguiente manera:
En algún momento todas hemos sentido celos de alguien o porque creemos que nos falta atención. Sin embargo, las personas que sufren de celopatía impactan en sus parejas a tal grado que también ellas acaban requiriendo atención psiquiátrica debido a que, a veces, el control y la vigilancia sobre ella es tan opresivo y asfixiante, que se aniquilan voluntad, seguridad, autoestima, inteligencia, ideas, criterio, opinión, aceptación a sí misma, respeto hacia su persona, deseos de hacer cualquier cosa e incluso de dejar de vivir porque la sensación que ya se tiene en todo momento es un ahogo permanente. Lo que queda es un ente enferma de depresión y ansiedad, que se hace codependiente y existe con sobresaltos, miedo y pánico permanente.
Mucha gente dice “échale ganas”, “tú puedes salir”, “sepárate, divórciate”, “¿por qué no lo dejas?”, etc. Al final del día, siempre aparece alguien que le hace ver al celópata que la realidad que imagina sólo está en su mente y ocasiona caos y destrucción, y que él y su pareja requieren atención profesional inmediata antes de que ocurra alguna tragedia.
El tratamiento es largo y doloroso, y a veces requiere medicamento, porque muchas veces se deben tratar situaciones pasadas que igual y no se recordaban. Lo importante es que los afectados se recuperen así mismos. En ocasiones, la relación de pareja logra salvarse, pero si no sucede así se debe inhalar y exhalar varias veces con calma para recobrar fuerza y…, que cada quien siga su camino.
Fuentes: