Ley Monzón: no más derechos de paternidad para los feminicidas

Esta reforma urgente, obvia y muy necesaria será discutida y aprobada en próximos días en el Congreso del Estado de Puebla

por Mar Grecia

Por Mar Grecia Oliva Guerrero

Un mal día en México, una mujer (de las 11 que son ultimadas cada día) fue asesinada en condiciones violentas a manos de desconocidos. Desde hace algunos años, separada del padre de su(s) hijo(s), contendía en los tribunales y en la vida por obtener una pensión alimenticia del irresponsable progenitor que abandonó emocional y económicamente a sus infancias. Como es común en este tipo de juicios, las negociaciones se daban al calor de los insultos y las descalificaciones, de las argucias interpuestas una y otra vez por los abogados del padre victimario con el consentimiento tácito de las autoridades omisas e indiferentes o, en ocasiones, hasta en aparente acuerdo con el deudor. La relación de pareja estaba definitivamente fragmentada hacía ya mucho tiempo, pero hay personas que son incapaces de terminar por lo sano y prefieren gastar tiempo, dinero y esfuerzo en hacer daño, en ‘joder’ a quien una vez juraron amor, con tal de “vengarse” o tratar de demostrar autoridad sobre quien todavía consideran por alguna retorcida y machista razón, de su eterna propiedad. Prefieren pagar miles de pesos en abogados, en golpeadores, en sobornos y hasta en sicarios, que brindar una digna pensión a sus descendientes sin esperar que una resolución judicial los obligue a ello.
Cuando se supo en los medios que aquella valiente madre fue asesinada a sangre fría, su ex pareja ni se inmutó; se fue a una fiesta asegurándose que muchas personas le vieran lejos de la escena del crimen y eso si, apenas le contactaron por los obvios asuntos que implica el tener una hija o hijo en común, contestó fríamente, asomando discreta su amenaza: “Si no quieren que peleé por la patria potestad del niño, necesito que declaren ante el juez que la ahora occisa y yo, llevábamos una excelente relación y (aunque no le pagué un solo peso de pensión y le hice en cuanto pude la vida imposible) que se diga que soy un padre muy responsable.”

A los pocos días, el presunto feminicida -porque la ley así nos dicta enunciarlo- es detenido por la autoridad presionada por la opinión pública y por la digna rabia de las activistas, después de una investigación minuciosa, facilitada por la soberbia (o la estupidez) del autor intelectual del crimen: el padre abandónico, el violentador vicario, el violento exnovio feminicida.

Este hecho real que les narro suena como la historia de la abogada feminista Cecilia Monzón, pero se parece a muchos más casos de violencia familiar que todas y todos conocemos, los cuales, no han contado con el mismo desenlace de tener una autoridad siendo meticulosamente observada para dar resultados impecables, ni una red de apoyo incondicional de familiares y amigas que juraron no descansar hasta obtener justicia para esclarecer el crimen.

Ante estas terribles historias, pan nuestro de cada día en este país machista, en Puebla, en honor a Cecilia, espléndida abogada, madre, hermana y amiga, nació la iniciativa de ley denominada Ley Monzón, presentada por la diputada Mónica Silva, quien habló con razón cuando afirmó que Ceci, se quedó en las voces de todas las mujeres que luchamos. Dicha iniciativa que pretende modificar diversos artículos del código civil y penal de la entidad poblana, propone que los autores de feminicidio, pierdan derechos de paternidad como la convivencia y la patria potestad en el caso de ser declarados culpables con sentencia firme del feminicidio de la madre de sus hijos en común, porque aunque usted no lo crea, querida lectora o lector, hasta este momento los feminicidas conservan en todo el país los derechos de paternidad aunque estén encarcelados por asesinar a la madre de sus hijos, es decir, las infancias que se encuentran padeciendo esa terrible situación, tienen como destino ser entregados por derecho a sus violentos padres y también, quienes posean provisionalmente la guarda y custodia de los menores fuera de prisión, tienen todavía hoy la obligación de llevar a las infancias a visitar en reclusión al sujeto que les arrancó la posibilidad de crecer junto a su madre. La Ley Monzón propuesta en Puebla, también impulsa el establecimiento de sanciones para todo funcionario público que entorpezca o retrase las investigaciones relacionadas con el delito de feminicidio, porque la impunidad también mata.

Esta reforma urgente, obvia y muy necesaria será discutida y aprobada en próximos días en el Congreso del Estado de Puebla. En aras del fortalecimiento institucional y del andamiaje jurídico necesario para la protección del interés superior de los menores y tal vez también como un incentivo mínimo pero significativo para que los crímenes de esta naturaleza dejen de ocurrir, esperamos que los demás estados de la República, retomen esta legislación y permeé en la sociedad la conciencia sobre este tipo de problemas que ya no deben pasar nunca más desapercibidos.
A tres meses de su ausencia física, esperamos y seguimos exigiendo pena máxima para el feminicida intelectual y los feminicidas materiales de la ilustre y legendaria abogada Cecilia Monzón.

Malas Mujeres
La Selección Nacional femenil de fútbol americano, acudió a Finlandia tras conseguir su pase para participar en el campeonato mundial de esta disciplina, a la que, obviamente, sólo son convocadas las mejores selecciones del planeta. Las deportistas de alto rendimiento, tuvieron que pasar penurias y hacer toda clase de malabares logísticos para poder acudir a representar a nuestro país a tan importante justa porque, como por arte de magia, a la Federación Mexicana de Futbol Americano, se le ‘desaparecieron’ los recursos ya destinados para que las competidoras asistieran en tiempo y forma, se les ‘desapareció’ el titular encargado de darles una respuesta resolutiva, y se les ‘esfumó’ la responsabilidad de dar un comunicado oficial o una compensación a su tortuoso regreso. Las aguerridas embajadoras del deporte nacional, hicieron un buen papel en Finlandia a pesar de todo, pero la semana pasada decidieron denunciar públicamente en una conferencia de prensa todos los conceptos de discriminación, acoso y precarización a los que la federación les ha sometido durante todos estos años, además de dar a conocer los pormenores del proceso de corrupción y abandono institucional del que fueron víctimas a cargo del Presidente de la mencionada Federación, César Barrera. Ojalá que la CONADE no ignore los justos reclamos de las jugadoras, corrija sus procesos, audite a las federaciones deportivas y destituya de inmediato al pésimo funcionario que casi les roba a estas jóvenes y a nuestro país, su sueño mundialista.

Twitter: @mar_grecia

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