Llevo tiempo en un dilema que no me deja dormir, no me deja respirar, no me deja pensar en nada más. Hace tiempo comencé a cuestionar una palabra y una pregunta que no logro entender, y espero al final de estas letras compartan conmigo la duda o la insaciable búsqueda de respuestas del ¿qué es ser mujer?
Cada semana elijo una palabra nueva, busco su significado y trato de comprenderlo mejor. Ser una persona neurodivergente significa que nuestro cerebro se desarrolla diferente y produce pensamientos de manera diferente a lo ‘comun’ y a veces llega un momento en que los pensamientos nos absorben. Por eso para entenderlas, convivo con ellas hasta que me logro familiarizar con su significado y la primera vez que me cuestione esto fue fue en un lugar en Oaxaca llamado » escuela para la libertad de las mujeres», durante los días que duró la séptima generación. En ese lugar me enseñaron desde la desobediencia civil hasta la relación que tenía mi útero con la luna y el océano.
Y quien quiera opinar puede hacerlo, pero ya aprendí que el conocimiento ancestral no se puede borrar, la evidencia empírica y la ciencia finalmente, son la búsqueda de las exposiciones de lo que en algún momento llamaron magia.
¿Qué es ser mujer?
Hacer esta pregunta nos conflictúa porque la respuesta lleva plasmada implícitamente el dolor.
Nos duele menstruar, pero luego nos dicen que no todas las mujeres menstruan.
Nos duele hacernos chiquitas al participar en una clase o una junta laboral porque crecemos inseguras a nuestros pensamientos y sentimientos.
Nos duele la belleza, la depilación con cera para quedar suaves al tacto de manos que no nos merecen.
Nos duele resolver y cargar con el peso de los cuidados familiares implícitos.
Nos duele no ser suficientes a una mitad que busca lo imposible, que busca lo irreal.
Dicen que ser mujer no es parir porque eso es «biolocigiscista» pero ahora la ciencia busca ponerle uteros sanos de mujeres a otros para cumplir fetiches.
Dónde estamos y qué estamos buscando, son preguntas que parecen contener la respuesta al por qué ser mujer no debe doler. Hay que dejar de lado la creencia absurda de que las mujeres nos hacemos las víctimas porque ser malvadas y terribles son características que abundan en nuestra sangre desde que nacemos.
Con esos prejuicios, crecemos creyendo que ser mujer es sinónimo de ser malvada y perversa, pero también la irremediable cuidadora de la familia y la vida.
Suave. Dulce. Tranquila. Callada. Sofisticada. Linda. Bella. Todo un performance de cómo debe ser una mujer. Un disfraz que nunca es suficiente ¿Para quién? Ser mujer no debería doler, pero vivimos en un mundo guiado por un mundo patriarcal que dicta que ser mujer es sinónimo de ser las eternas perversas, que cuando hablan de sus sentimientos y experiencias se convierten en unas víctimas.
Que dulce y suave es cuando nos encerramos en una burbuja y convivimos únicamente con nuestras amigas, rodeadas de amor, un tipo de amor que solo pueden dar las amigas y a la vez parece irreal.
Y que diferente sabe el mundo cuando las mujeres solo servimos para consumo y para ser sexualizadas.
Que amarga es la vida entre envidias y odios, entre la eterna competencia de quién es mejor, quién es más poderosa, quién llama más la atención. Le llaman rivalidad a la sincronía de gustos y sentimientos. Nos dicen y nos inyectan la idea de que sentir admiración debe nacer desde la envidia y la mentira.
Y hoy decido desligar la palabra mujer a la sexualizacion implícita, al maquillaje, las operaciones estéticas, el dolor y hasta la violencia sistemática.
Hoy elijo ser mujer desde la valentía de mi abuela que decidió que todos sus hijos tuvieran acceso a la escuela. Elijo ser mujer desde la rabia de mi bisabuela que decidió luchar en la revolución, honrando su memoria, conservando la imagen que de ella me queda en la foto que se conserva de ella, esa donde su semblante es tanto de fortaleza, como de miedo, pues es lo único que tenemos las mujeres mexicanas detrás de la rabia y la valentía.
Y elijo créer.
Que ser mujer es la rabia de mis amigas para defendernos a nosotras o a otras.
Que es la tristeza de reconocernos hijas y nietas de violaciones..
Sabernos mujeres descendientes de aquellas que empuñaron las armas y el cuidado de batallones enteros de soldados durante la independencia y la revolución.
Y entonces ¿Qué es ser mujer?
Cada día lo pienso más y cada día añado nuevas palabras a Nuestra genealogía:
La digna rabia
Valentía
Fortaleza
Complicidad
Sueños
Conspiraciones
Revolución
Tiempo
Historias
Históricas.
Sueños
Ser tiempos
Ser utopías
Ser sentimientos
Ser pensamientos
¿Qué es ser mujer?
La contradicción de la creación del universo, la resistencia del ser, la existencia del futuro. El aquí y ahora de lo que nunca dejaremos de tener. La historia que sangra sin violencia porque contiene memoria.
Elijo creer que ser mujer es algo que va más allá de una apariencia física sexualizada.
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