De acuerdo con los datos de la otrora Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL), en diciembre de 2018 México contaba con 9,363 estancias infantiles las cuales atendían a 303,956 niños.
La creación de las estancias infantiles en México se remonta a 1837 en la Ciudad de México, donde se creó la primera estancia para cuidar a las infancias de las madres que trabajaban en el “Mercado del Volador” que se ubicaba en el lugar que hoy ocupa la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en sureste del Zócalo del centro histórico capitalino.
Posteriormente, en 1887, Carmen Romero Rubio, esposa de Porfirio Díaz, fundó la “Casas Amiga de la Obrera” que se ubicaba en la que ahora es la calle de Bolívar, también en el centro histórico de la Ciudad de México, la cual atendía a las infancias de las madres obreras.
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado (ISSSTE) otorgan el servicio de guarderías y estancias infantiles para los trabajadores afiliados a ambas instituciones.
Quienes no tienen acceso a los servicios de estos institutos se beneficiario con el Programa de Estancias Infantiles para Apoyar a Madres Trabajadoras (PEI) que se estableció en 2007, durante el gobierno de Felipe Calderón. Este programa ofrecía apoyo a familias con situación económica vulnerable y de mayor pobreza en todo el país, que tuvieran al menos una hija o hijo de entre 1 a 4 años y 1 a 5 en caso de que tuvieran alguna discapacidad. Su finalidad era cuidar y atender a los niños para que las madres, y después padres solos, pudieran estudiar, buscar trabajo y laborar.Durante su primer año, el PEI superó la atención de los centros de cuidado infantil del IMSS y del ISSSTE.
El PEI operaba funcionaba de dos maneras: la primera era entregar 70 mil pesos a las estancias infantiles para atender y cuidar a los infantes; la segunda era otorgar a las madres, padres solos y tutores un apoyo mensual de 950 pesos por niño y 1,800 pesos para infacias con discapacidad.
El 28 de febrero de 2019 las Reglas de Operación 2019 cambiaron el nombre del programa a “Programa de Apoyo para el Bienestar de los Niños, Hijos de Madres Trabajadoras” y revocaron las reglas anteriores: se canceló el recurso para las estancias y solamente se entrega el apoyo económico directamente a las familias de forma bimestral: 1,600 y 3,600 pesos respectivamente. La justificación de estas modificaciones fue la existencia de corrupción en la entrega de recursos a lasestancias, lo cual sigue sin poder probarse.
El programa actual otorga los recursos para “facilitar” el cuidado y la atención infantil pero ya sin las estancias, lo que restringe o hasta acaba con el acceso y permanencia de las madres y padres solos al mercado laboral y/o estudios.
Las consecuencias por la modificación del PEI de 2007 han sido negativas. Se canceló la posibilidad de abrir instalaciones nuevas ; un gran número de las estancias existentes cerraron debido a que dependían del apoyo federal lo que ocasionó desempleo; se restringió o, incluso, se acabó el acceso y permanencia de las madres y padres solos al mercado laboral y/o estudios debido a que ahora deben cuidar y atender a sus hijos; no se supervisa que los apoyos que se reciben se usen para cuidar y atender adecuadamente.
Sin embargo, los daños no quedaron ahí. Esto fue la primera confirmación de la misoginia del titular del Poder Ejecutivo actual ya que se regresó a la violencia estructural contra mujeres de sectores muy desfavorecidos, al NO poder seguir trabajando y/o estudiando porque deben cuidar a de hijos, tratar de laborar con ellos presentes o dejarlos con familiares o personas que no siempre están pendientes de ellos.
De acuerdo con las cifras de la Cuenta Satélite del Trabajo no Remunerado del INEGI, las mujeres dedican un cuarto del año a cuidar personas y a ocuparse de la casa sin tener ninguna remuneración económica.
Quienes deben dejar su trabajo o no pueden costear una estancia privada, ya no cuentan con el ingreso que tenían para ayudar a la manutención familiar así que deben usar el apoyo recibido para costear necesidades inmediatas de la familia y NO para las cuidar y atender a los infantes; el resultado inmediato es el regreso a los niveles de pobreza que, tal vez, se iban superando.
Desgraciadamente, los hijos de estas familias también han sido perjudicados debido a que se cancelaron sus derechos a un desarrollo integral que incluía educación, salud, inclusión, participación, juego y esparcimiento. A diario vemos a mujeres con sus hijos en mercados públicos, tianguis, negocios de diversa índole y en el trabajo informal, con el riesgo de que los pequeños puedan tener algún accidente o, incluso, ser robados, además de que se dificulta la interacción con otros niños por falta de convivencia y juego, lo que puede afectar su crecimiento y desarrollo en el futuro.
Asimismo, existen factores que afectan a los infantes al estar todo el tiempo casa: la violencia y el abuso hacia ellos tiende a aumentar ya que pueden ser agredidos y violentados de formas que van desde gritos, insultos, golpes, accidentes hastaviolaciones por parte de quienes deberían protegerlos; incluso ha habido fallecimientos por omisión y descuido.
Desde hace ya varias décadas, la mayoría de las familias más desfavorecidas requieren de más de un ingreso económico y, al ya no poder acceder a éste en la economía formal o informal, la pobreza extrema vuelve a incrementarse. El 45% de la población femenina está en el mercado laboral, en tanto que la participación masculina de del 76%. Al término de 2021, el porcentaje de pobreza extrema en el país resultó ser de 40.3% del total de la población (IMCO, 22 de febrero de 2022).
La otrora líder de MORENA, Yeidckol Polevnsky, alias Citlali Ibáñez Camacho, justificó la decisión del presidente Andrés Manuel López Obrador, de cancelar los recursos económicos para las estancias infantiles con el argumento disparatado de que “los niños no se guardan”, y tiene razón porque los niños no se “guardaban” en las Estancias Infantiles sino que se les daba una mejor alimentación que la que tenían en casa, se les estimulaba para tener un desarrollo psicomotor propio de su edad, se les animaba para convivir entre sí, se estaba al tanto de su salud con revisiones programadas, se les cuidaba para que no tuvieran percances durante su permanencia, y un largo etcétera.
La cancelación de las Estancias Infantiles obliga a infinidad de mujeres a regresar a sus hogares para cuidar a sus hijos o dejarlos desatendidos por varias horas para poder trabajar con el riesgo de que ocurran accidentes. Obtener un trabajo por horas reduce la posibilidad de tener un mejor ingreso, tener que usar el apoyo bimestral para la canasta básica y no poder continuar conestudios que podrían mejorar la calidad de vida. Asimismo, hay consecuencias psicológicas por la restricción al acceso de losderechos de igualdad y equidad ya que surge la frustración por tener que dejar trabajo o estudios, lo que dificulta en extremo la convivencia familiar y también genera violencia.
Debemos seguir exigiendo que regrese el Programa de Estancias Infantiles para Apoyar a Madres Trabajadoras como estaba a final de 2018, y que se le hagan las mejoras que se requerían, porque fue uno de los programa que SÍ estaba apoyando a las mujeres y padres solos de muy bajos recursos para mejorar en algo su calidad de vida porque, mientras ellos trabajaban y estudiaban, tenían la certeza de que sus hijos estaban seguros en las Estancias. Así que una DEMANDA para los siguientes candidatos a la presidencia es que se devuelvan las Estancias Infantiles para que las mujeres accedan a sus derechos de igualdad y equidad, y a los infantes se les devuelva el derecho al cuidado del cual se beneficiarán en etapas posteriores de su vida.
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