La conmoción a nivel mundial no es para menos: la tragedia de los migrantes encontrados en un tráiler abandonado en la periferia de San Antonio, Texas, es más que indignante porque esa fatalidad NO debió ocurrir. Tampoco debieron suceder las desgracias anteriores en las que han fallecido cientos de migrantes, pero ésta tragedia se da en el contexto en el que el presidente Andrés Manuel López Obrador PROMETIÓ en campaña que se acabaría la migración hacia Estados Unidos, pero ha sido todo lo contrario porque el éxodo de connacionales ha aumentado a niveles que no se veían desde hace 10 años.
La Real Academia Española define “migración” como “desplazamiento geográfico de individuos o grupos, generalmente por causas económicas o sociales (inciso 2).
La migración de México a Estados Unidos se remonta a 1848 con la firma del Tratado Guadalupe Hidalgo, cuando se hizo la división fronteriza. Desde entonces el flujo migratorio ha tenido altibajos: el “Programa Bracero” para suplir la mano de obra en Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial, contra la “Ley de Reforma y Control de la Inmigración”, de 1986, que endureció la migración de mexicanos y reforzó la vigilancia fronteriza.
Las causas principales que provocan la migración son: la incapacidad de la economía nacional para dar trabajo al excedente de la fuerza de trabajo y la diferencia salarial entre ambas economías, pero también influye la necesidad de mano de obra mexicana para los sectores agrícola, industrial y de servicios; asimismo, ha habido períodos en los que la violencia ha provocado el desplazamiento hacia Estados Unidos.
Hoy en día, las mujeres tenemos presencia en todos los ámbitos, incluido la migración. En 2020, el 46.8% de los aproximadamente 12 millones de connacionales que viven fuera del territorio nacional son mujeres, y a nivel mundial somos el cuarto país con mayor porcentaje de mujeres que migran:
Los 5 principales países de origen de la población emigrante de mujeres, 2020 |
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Volumen de emigrantes |
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Posición |
País o región de origen |
Mujeres |
% Mundial |
1 |
China |
6, 264, 935 |
22.2 |
2 |
India |
6, 137, 451 |
22.2 |
3 |
Rusia |
6, 101, 676 |
22.2 |
4 |
MÉXICO |
5, 237, 864 |
1.9 |
5 |
Siria |
3, 587, 239 |
1.3 |
Fuente: CONAPO_BBVA 2021 |
Se estima que siete de cada diez mujeres mexicanas estudian y/o trabajan en áreas de servicios educativos, salud, recreativos y culturales, y el 6% de nuestras migrantes tienen estudios de licenciatura y/o posgrado.
En la actualidad, ya no sólo migramos como acompañantes de parejas o esposos; también buscamos trabajo, mayor remuneración o poder estudiar. Sin embargo, las causas de la migración no siempre se relacionan con superación y crecimiento personal sino que, desgraciadamente, están vinculadas con los siguientes ámbitos:
1. Social: discriminación de género, de raza y/o nivel educativo, pero también para reunirse con familiares en el extranjero.
2. Económico: incremento de pobreza y desempleo, economía estancada, pobreza alimentaria, además de dependencia y/o violencia económica y menor acceso a beneficios que, como género, nos afectan más. En 2020, año de inicio de la pandemia y con el casi nulo apoyo de las dependencias gubernamentales a la economía formal, la caída en México del 8.5% del PIB y fue determinante para que la migración creciera dramáticamente.
3. Criminal: inseguridad en todos los aspectos: mujeres, niñas y niños son quienes más migran debido a violencia intrafamiliar(física y psicológica), secuestros, violaciones, feminicidios, trata de personas para diversos fines; pero también el incremento del homicidio doloso de hombres incrementa el éxodo femenino porque muchas veces ellos son el sustento económico de las familias.
En lo que va del actual gobierno, la migración de mexicanas se relaciona en mayor medida con problemas económicos y de criminalidad. México había dejado de ser el origen principal del éxodo a Estados Unidos, al grado de que de 2009 a 2014 regresaron más mexicanos de los que salieron, pero a partir de 2019 la migración de compatriotas volvió a crecer por el incremento de violencia, pobreza y desempleo. En los albergues que están a lo largo de la frontera, hasta el 70% de los migrantes que esperan cruzar son mexicanas y mexicanos, y los testimonios de quienes huyen por la violencia es mayormente de mujeres.
Eunice Rendón, experta en migración, establece que en las zonas urbanas se migra por razones económicas, pero en las zonas rurales la violencia ha provocado el éxodo hacia el país del norte y, ahora, podemos encontrar poblaciones abandonadas o con muy pocos habitantes a lo largo y ancho del país porque la criminalidad obliga a abandonar patrimonios. Los estados más afectados son Chiapas, Chihuahua, Guerrero, Michoacán y Zacatecas.
En su edición del 7 de noviembre de 2021, el periodista Juan Miguel Hernández publicó en “El Sol de Tijuana” que en los últimos dos años que creció el número de mujeres y niños que llegan a Tijuana desde Guerrero y las zonas aguacateras de Michoacán. Salomé Limas, trabajadora social del albergue “Madre Asunta”, indica que la razón principal de su huida es la violencia generalizada en sus comunidades porque sus esposos o parejas fueron asesinados, o forman parte de la delincuencia, o porque el crimen organizado las violenta al grado de deben salir de sus lugares. Todas ellas buscan cruzar a Estados Unidos para buscar una nueva vida para ellas y sus hijos.
Son innumerables las historias de madres de familia con hijos, adolescentes y mujeres mayores que deciden cruzan la frontera;cuan desesperada se debe estar para arriesgarse a cruzar el río Bravo, caminar en el desierto, trepar muros o viajar en cajas de tráilers porque violencia y/o pobreza prohíben tener familias, hogares, trabajos y vidas tranquilas y seguras.
Se había prometido que la migración acabaría, pero ha sido lo contrario. Tragedias como la de San Antonio NO deben volver a repetirse, y quienes estamos acá debemos apoyarnos en la medida de nuestras posibilidades para intentar reducir nuestra migración porque, al final del día, las mujeres somos talento, creatividad, iniciativa, inteligencia, entusiasmo y también los pilares de nuestras familias y de la sociedad.
El reto es enorme porque en este momento no existen ni las condiciones ni la voluntad política para reducir la violencia que, como ya se mencionó, es la principal causa del éxodo femenino. De manera que debemos seguir exigiendo a las autoridades correspondientes para que se establezca una estrategia de seguridad factible, así como una política económica viable para revertir la migración y nuestras mujeres no deban marcharse.
Fotografía de Edgar Garrido/REUTERS