Por Dulce Ancheyta.
El telón se abre también para protestar por las injusticias. La puesta en escena de la obra “Ánima Sola” es ejemplo de que es posible tratar temas tan dolorosos como los feminicidios, sin caer en el morbo y la revictimización .
Esta obra de teatro nos permite conocer la vida de 3 mujeres que fueron asesinadas en distintas partes de México, ellas son Carmen, Erika y Adriana. El gran aporte de “Anima Sola” es el haberlas nombrado, darles voz, humanizarlas, mostrarnos que tuvieron sentimientos, sueños y que siempre lucharon por tener una vida digna en medio de un mundo misógino y violento.
Alejandro Román, dramaturgo de la obra, eligió el nombre para hacer una analogía entre la mujer que representa a todas las almas suspendidas en el purgatorio y la vida de los 3 personajes que narran una y otra vez eso que las llevó a su desenlace trágico.
Gracias al trabajo de Yazmín Jauregui, Úrsula Escamilla y Pilar Castillo, quienes interpretan a Carmen, Erika y Adriana, se puede percibir en el teatro un ambiente denso, de enojo, frustración y tristeza, lo cual crea un vínculo de empatía con el público, dado que no se trata de ficción, sino de hechos reales y documentados.
¿Y cómo llegaron estos feminicidios al teatro? De acuerdo con la actriz Pilar Castillo, Alejandro Román fue quien realizó una labor de investigación en notas periodísticas, e incluso habló con gente cercana y familiares de las 3 mujeres asesinadas, “es un texto de investigación centrado en regiones (Tijuana, Guerrero y Ciudad Juárez) con mayor conflicto de trata de personas, desaparición forzada y feminicidios”.
Anima Sola es una obra intensa, hace que el espectador pueda sentir el dolor por el que pasan las mujeres en los últimos momentos de su vida. Y no solo eso, demuestra que los feminicidas no son “monstruos deformes”, sino personas “normales” que, en la mayoría de los casos, conocen perfectamente a su víctima y la manipulan con la idea del “amor romántico”, ese que ha causado tanto daño a las mujeres en todos los aspectos.
En este sentido, para la actriz Úrsula Escamilla, “Ánima Sola, busca honrar las vidas que se han perdido por la violencia y la injusticia, es un proyecto que desde un lugar respetuoso le da voz a las víctimas que nunca tuvieron la oportunidad de gritar, de llorar, de denunciar, y de ser escuchadas”.
La obra se ha presentado desde hace 9 años consecutivos en diversos teatros, foros , instituciones, escuelas y centros de investigación de Ciudad de México, durante ese tiempo la respuesta del público ha evolucionado. Yazmín Jauregui, actriz y productora, cuenta a La Costilla Rota que “al principio prácticamente el 95 porciento del teatro estaba lleno únicamente de mujeres, con el paso de los años eso ha cambiado , al igual que se ha acrecentado el tema de las desapariciones forzadas y la violencia hacia la mujer en México, hoy en día ver el teatro con adolescentes , amigos, esposos, abuelos, es algo que nos llena de gozo, de manera indiscutible creo que en la medida en que los hombres se involucren en este tema que nos compete a todos sin importar el género , tendremos un avance”.
Un altar con fotos de mujeres asesinadas y desaparecidas, es parte del escenario de Anima Sola, con él se transmite un mensaje: escuchar a las víctimas y dejar de glorificar a los feminicidas. Y es cierto, no se puede seguir culpándolas a ellas y justificarlos a ellos, los asesinos. Como bien lo señaló la escritora Cristina Rivera Garza «Tenemos que verlas siempre a ellas, no a sus asesinos, sus asesinos ya tienen demasiada prensa. Tenemos que verlas a ellas, tenemos que conocer sus nombres, toparnos, tropezarnos con sus nombres, verlas ahí, chocar con sus nombres, con sus apellidos. Con ellas«.
Anima Sola se presentará del 1 al 17 de julio (viernes a domingo) en el Teatro María Tereza Montoya.
Dirección escénica: Guillermo Navarro