La bicicleta ha hecho más por la emancipación de la mujer que ninguna otra cosa en el mundo
-Susan B. Anthon
Hoy, en el día mundial de la bicicleta, compartimos algunas reflexiones y datos que nos invitan a reconocer a la bicicleta como un medio de transporte aliado de las mujeres y del medio ambiente, sin dejar de reconocer los retos que implica para las ciclistas enfrentarse a ciudades que todavía no cuentan con una infraestructura de ciclovías suficientes y que todavía resultan hostiles para nosotras. Todas las ciclistas se han topado con ese automovilista que considera que tiene “el derecho de pasar primero” porque las vías de tránsito son para los carros y, desde esa visión, justifica “echarle el coche” a ciclistas, peatones o motociclistas; agredirles verbalmente o, incluso, golpearles. A estos conductores que invaden los pasos de cebra y las ciclovías, que no esperan la luz verde del semáforo y que se oponen a la construcción de infraestructura vial dedicada a otro tipo de transportes, desde el activismo ciclista se les llama cochistas.
Es cada vez más común que surjan colectivas de mujeres ciclistas que además de reunirse para rodar, se organizan con causa para exigir vías de comunicación más seguras, para cuidar unas de otras y para hacer resistencia ante los proyectos urbanos cochistas. Las ciclistas urbanas luchan contra el patriar-carro (término que se popularizó en redes sociales después de que la tienda People for Bikes México lo usara en un cartel), esa dictadura que prioriza la inversión en infraestructura para los automóviles, pese a que sólo una minoría tiene auto propio. En la Zona Metropolitana del Valle de México, por ejemplo, 47 de cada 100 familias no cuentan con vehículo particular, según datos del Inegi; sin embargo, 70% de la vía pública está diseñado para vehículos automotores. Por ello, la apuesta de las ciclistas es que los gobiernos antepongan el derecho de las personas a la movilidad sustentable y que el espacio público se comparta con empatía y respeto.
En 2019, el Inegi reportó 378 mil 671 accidentes viales. Cuatro mil 576 de ellos correspondieron a “colisiones con ciclistas”, categoría en la que se incluyen atropellos de usuarios de bici. Los hombres, conductores de autos, camionetas, autobuses y hasta tractores, fueron responsables de 77% de esas colisiones. Además, 4.2% de los varones que se estrelló contra ciclistas tenía aliento alcohólico.
Los automóviles también se han usado como arma en agresiones a mujeres. Durante 2018, en el país se iniciaron 202 juicios penales por 243 delitos dolosos perpetrados con autos contra 206 mujeres; 88% de esos delitos fueron realizados por hombres; no obstante, sólo dos recibieron sentencia condenatoria ese año. La mayoría de los varones a los que se les inició un juicio penal por esos delitos nunca fueron detenidos, de acuerdo con datos del Inegi y la Comisión Nacional de Tribunales Superiores de Justicia.
Ante estos datos, es fundamental involucrarnos en la exigencia y la promoción de políticas que impulsen un diseño más amigable con las ciclistas en nuestras ciudades y para impulsar una cultura vial que respete y priorice el uso de transportes limpios como la bicicleta.
Con datos de corriente alterna.
Foto de Smoda El País