La decisión de impedir la escolarización de las niñas más allá de sexto de primaria, enfureció a la comunidad internacional, parte de la cual, ha sido renuente a reconocer el gobierno talibán desde su llegada al poder el pasado agosto por miedo a que retomasen su conservador gobierno de la década de 1990.
La negativa a la escolarización de las niñas ha enojado también a grandes sectores de la población local. Docenas de niñas se manifestaron el sábado en la capital, Kabul, exigiendo su derecho a la educación.
Con esta restricciones llegaron otras más, entre las que destacan que las mujeres no podrán hacer viajes de más de 70 kilómetros sin la compañía de un hombre, no podrán escuchar música, las periodistas no deberán salir sin su velo islámico en la pantalla y del mismo modo, se ha prohibido a las televisiones afganas que no emitan telenovelas ni series melodramáticas en las que las mujeres actúen.
La organización de derechos humanos Human Rights Watch (HRW) ha asegurado que estas nuevas restricciones son un paso más hacia la reclusión de las mujeres afganas.
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